Şeytan Xezeb (Naruto)

『Especial』

-"ahn~ Naruto, travieso"- Orochimaru abrazó su cabeza, últimamente el rubio de mechones rojos se comportaba muy coqueto con ella, su madrina.

Naruto bajo la mano izquierda, tocando esa adorable pero madura vagina, al mismo tiempo la abrazó por la cintura, y plantó un suave beso en sus labios.

Metiendo la lengua, Orochimaru no se resistió permitiéndole a éste bribón usar su cuerpo como le plazca, después de todo a ella le gusta lo que hace.

Enredando sus lenguas en un juego por quien dominaba a quien se despojaron de sus ropas.

Un poco enfadado por la situación la cargó y acostó suavemente en la cama, colocando las piernas de Orochimaru en sus hombros.

Su pene yace erecto, por lo que sin espera lo metió algo lento, la vagina de la pálida ya estaba un poco floja por tener a Kin, pero seguía apretando excelentemente.

La carne de la pelinegra fue extremadamente jugosa, lubricada, cada vez que empujaba dentro chorros de líquido vaginal salían.

En un momento dado Orochimaru giró quedando ahora arriba de Naruto, moviendo rápidamente su cadera mientras gemía placenteramente.

Esto no fue porque estuviera a punto de tener un orgasmo, es para el rubio de mechones rojos, los hombres duran cinco a diez minutos en correrse ¿no?

Si lo hacía rápido, se vendría rápido ¿no? Lastimosamente para la Sanin, Naruto fue extremadamente fuerte en eso, pasaron más de veinte minutos, y aún no se corría, a pesar de que ella ya tuvo uno o dos.

Por tales caricias placenteras que le daba, hasta un simple rocé en su piel le dio la sensación de orgasmo.

Lo que no sabía es que Naruto ya es un experto en este campo, además de que soltaba constantemente feromonas ayudando con la excitación de la mujer.

El Jinchuriki descubrió que Orochimaru no era de las que les gusta suave y gentil, sino salvaje u duro.

Algunas veces pellizco su trasero o metía sus dedos en el ano, de forma rápida y precisa, también encontró fácilmente esos maravillosos puntos débiles de la vagina.

Atacando ahí con su amigo. Teniendo algunas convulsiones, temblando por la delicia del placer, Orochimaru besó al rubio de mechones rojos.

Jugando insaciablemente con su lengua. Sin importarles que derramaran la saliva en si mismos. El tiempo siguió, ya había pasado más de una hora.

pero aún así, algo cansados físicamente y cubiertos de sudor, no pararon, Orochimaru tuvo por los menos cuatro orgasmos hasta el momento mientras Naruto tres.

-"u-uh~... ¡Naruto, m-más fuerte!"-

-"ah... Claro"- sacó su pene, rápidamente Orochimaru lo miró con el ceño fruncido.

-"¿qué haces...? Metelo"- Naruto sonrió ligeramente, con la punta de su fiel amigo acarició la entrada de la vagina, para meterlo sin previo aviso en el ano de la pálida.

-"¡¡o-oohhh~~~..!!"- gimió fuertemente, ¿y cómo no? Si desde hace un rato le comenzó a gustar el anal.

El rubio de mechones rojos la tomó de los antebrazos, estando ella a gatas, empujó profundamente su pene disfrutando del sexo... ¿o hacer el amor?

-"¡m-me encanta tu pene, es el mejor!"- la cara de Orochimaru se hizo un ahegao.

-"¡¿mi pene o yo?!"- empujó su cadera aún más fuerte.

-"¡e-esta tocando mi útero!"- parece que tanto placee causa mal, supongo.

El coito continuó, el rubio de mechones rojos le soltó los brazos, para agarrar, masajear u pellizcar los pechos de la pálida.

acercó su rostro y con una mano giró la cabeza de ella para besarla explorando con su lengua nuevamente.

-"¡m-me voy a correr...!"- gritó Orochimaru curvando su espalda un poco.

-"y-yo también.."- dijo Naruto en el vaivén de caderas, rápidamente. Sin previo aviso tuvieron el orgasmo.

Un orgasmo tan placentero u delicioso, una exquisitez, que experimentaron.

La pálida se dejó caer en la cama, el semen salió de su vagina en chorros al mismo tiempo que los fluidos vaginales. Naruto se acostó a su lado, los dos respirando con dificultad.

La pelinegra levantó la cabeza y lo besó tiernamente en la boca.

-"¿otra vez..?"-

-"encantado"-

Fin del especial.

Voten y Comenten, gracias.

Esto no tiene nada que ver con la historia... (El lemon más largo que he escrito).