◇ En esa Habitación Contigo... ◇ [Nalu] ( Lemmon) #Wattpad

Capitulo 25

Pov Lucy

Reconocí su voz de inmediato, no miento cuando digo que el pánico se apoderó de mi en ese mismo momento. Sólo podía pensar en una cosa, mi bebé, mi pequeña que me podía ser arrebatada en cualquier momento.

- ¡Rápido que no tengo todo el tiempo! - Natsu se terminó de poner la camisa mientras mi padre lo apuntaba con aquel objeto peligroso - ¡Infeliz camina!

Natsu me dirigió una mirada como diciéndome "todo estará bien". Pero yo recordé las palabras de mi padre antes de que se fuera y sentí un horrible dolor en mi pecho, sentía que algo malo le iba a pasar.

- ¡No te lo lleves! - Me levanté ya que había terminado de ponerme la polera de tirantes - ¡No le vayas a hacer daño!

- ¡Cállate! - Sentí un fuerte dolor en la cara, su bofetada fue tan fuerte que me tiró a la cama.

- ¡Puedes golpearme a mi pero no la toques a ella! - Natsu quiso ayudarme, pero mi padre se adelantó y me tomó del cabello para levantarme.

- ¡Qué significa eso! - Tiró brusco mientras me ponía frente a mi hija sin quitar el objeto de la dirección de Natsu - ¡Cuando fue que te preñaste! ¡Responde maldita zorra!

- ¡No lo sé! - Grité con las lágrimas cayendo, ¿Qué era "preñaste"? - ¡Por favor no sigas! ¡Me duele! - Él tiró con más fuerza mi cabello hasta acercarme a su cara.

- Ahora mismo haré que esa bastarda desaparezca - Lo miré con horror - Y luego tú y yo nos iremos lejos de aquí.

- ¡No, te lo ruego! - Grité llorando cuando apuntó a mi pequeña con esa cosa - ¡Conmigo has lo que quieras pero no le hagas daño a mi bebé!

Ella empezó a llorar, me buscaba con sus manitos por la hambre.

- ¡No te lo permitiré! - Natsu apareció detrás suyo y lo apuntó con aquel objeto que había guardado todo este tiempo.

- ¿Crees que soy tonto? - Mi padre comenzó a reír. Natsu presionó el objeto, pero no funcionó, aquel ruido nunca salió - Me di cuenta de que le faltaba la pistola a Fried y busqué en este cuarto hace tiempo. Eres muy malo escondiendo cosas, ¿Sabías?

- Tú... - Natsu no terminó de hablar cuando mi padre me soltó y se giró dándole un golpe con aquel objeto en la cara.

Él cayó al suelo tapándose la nariz, estaba herido, apenas podía levantarse.

- ¡Le quité las balas, estúpido! ¡Pero que vas a saber tú de armas! ¡Eres un pobre diablo! - Mi padre se acercó y le dio una fuerte patada a Natsu en el estómago.

- ¡Ya no lo lastimes! - Grité llena de lágrimas, quise detenerlo cuando continuó lastimando a Natsu con más patadas.

-¡Hazte a un lado! - Me empujó y caí en la cama, pero esta vez no pude levantarme porque de inmediato se puso encima mío - ¡Eres una perra igual que tu madre!

- ¡No me toques! ¡No quiero! - Traté de quitar sus manos de mis pechos, estaba presionando con fuerza - ¡Sueltame!

Miré a Natsu, él no despertaba, seguía sin reaccionar.

Solo se oía el llanto de mi bebé.

- ¡No te soltare! ¡Serás mía te guste o no!

-¡NOOOOOO!

Sus horribles caricias, sus asquerosos besos, sus fuertes mordidas y dolorosos golpes...

Nunca los olvidaría.

[...]

Pov Natsu

Mis ojos se fueron abriendo lentamente y sentí unas horribles punzadas en el cuerpo, estaba muy adolorido por los golpes, aún así hice un esfuerzo y me paré con dificultad.

Era de noche, había oscurecido mientras yo estaba sin reaccionar.

- Pequeña... - Sentí un gran alivio al verla en la cama dormida, pero entonces pensé en ella... - Lucy... - Susurre - ¡Lucy!

Salí de la habitación aguantando el dolor y la empecé a buscar, al no encontrarla en ningún lado me desespere.

- Lucy... - Volví a la habitación agarrándome la cabeza, no pensaba en otra cosa que no fuera ella.

Entonces oí un llanto bajo...

- ... - Corrí al baño y abrí la puerta de golpe.

Ella estaba en una esquina donde la luz de la luna apenas llegaba, solo veía sus piernas.

Encendí la luz.

- N-No... - Negué cayendo de rodillas - No... no puede ser verdad...

Por primera vez sentí una fuertes ganas de llorar. Ella estaba apoyada en la pared mientras abrazaba sus piernas.

- Lucy - Me arrastre hasta ella negándome a creer lo que veía - Lucy, él...- Tenía la ropa rasgada y la piel con moretones - Y-yo...

- Mató a mamá... - Levantó el rostro y sus ojos se llenaron de más lágrimas - L-La mató luego de hacerle lo mismo que a mi...

- N-No... - Ella tenía los labios lastimados y la mejilla roja.

- L-La secuestró y aún así ella llegó a quererme...- Su voz se empezó a quebrar - No quiso renunciar a mi y por eso la mató...

Me levanté furioso y salí de ahí, me seque las lágrimas con las manos mientras me dirigía a la cocina.

Él no se había ido, sólo dormía en su cuarto. Entré sin hacer ruido y lo observé en silencio, pasaron unos minutos y él empezó a moverse indicando que estaba por despertar.

- ¿Qué haces aquí? ¿Quieres que te de otra lección? - Rio mientras levantaba sólo la parte superior de su cuerpo - ¿Acaso ella ya te contó? No te culpo por no resistir, la verdad es que fue más rico de lo que llegué a imaginar...

Mi cuerpo estaba temblando de ira, las lágrimas amargas se volvieron a asomar por cada palabra suya. El recuerdo de ver a Lucy en ese estado no salía de mi mente.

- Si... Lucy es toda una mujer ahora.

- Te arrepentirás... - Dije entre dientes, él me miró y dejé que la ira me consumiera.

Corrí a él y, sin pensarlo dos veces, me subí encima suyo mientras agarraba su cuello con una mano y mucha fuerza.

- ¡Mocoso estúpido! ¡Me las pagarás!

- ¡Te mataré maldito! - Él miró horrorizado el cuchillo que tenía en mi mano derecha - ¡Te mataré bastardo!

En mi mente sólo estaba presente ella con esas lágrimas gruesas cayendo por sus mejillas lastimadas, reflejando en sus ojos lo cruel que había sido él con su delicado cuerpo.

- ¡No te lo perdonaré! ¡Eres despreciable!

No me detuve, lo apuñale una y otra vez sintiendo como la sangre salpicaba mi rostro, como descargaba mi ira sin fin, sin importar aquella mirada de súplica que puso hasta que dejó de moverse. Observé lo que había hecho y no mostré lástima en lo absoluto, sólo sentía coraje de no haberlo hecho sufrir más.

- ¿N-Natsu? - Oí su dulce voz y me bajé del cuerpo inerte de su padre - Lo hiciste...

Me giré y ella caminó con los pies descalzos hacia mi. Acarició mi rostro sin importarle mancharse las manos con la sangre.

- Gracias... - Susurró.

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Continuara***