Capítulo 38

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Natsu estaba mal, yo no necesitaba riquezas para ser feliz. Ya tuve suficiente aquí, en esta casa donde tuve que soportar los crueles tratos de mi padre, pero yo pude aguantar cada golpe porque lo tenía a él, a mi hija. Pero con mi "suegra" no, ella no tenía derecho a ponerme la mano encima, no era mi papá, ni mi mamá.

- Sube - él abrió la puerta de su coche - ¿Lo harás o tendré que obligarte?

- ¿Serías capaz? - Él guardó silencio - ¿Ves como ya no eres el mismo? Ahora te comportas como tus padres. Tu familia está conformada por gente despiadada, que es peor que la basura.

- ¡Basta! - cerró la puerta del coche con fuerza causando que mi hija empiece a llorar - ¡Desde ahora todo será diferente! ¡Ellos no volverán a humillarte pero tú tampoco volverás a insultarnos!

- No iré contigo - Él se estaba desesperando - Ya Luna, deja de llorar... - miré a mi pequeña moviéndola en mis brazos, pero no se calmó.

Estuve tan distraída discutiendo con Natsu, que no me di cuenta de que mi hija tenía la carita ardiendo.

- ¡Se está poniendo roja! - grité asustada porque mi hija lloraba más.

- Luna, qué tienes hija - Natsu la cargó y revisó su frente - la niña está ardiendo en fiebre.

- ¡Haz algo! - grité preocupada - ¡Que mi bebé pare de llorar! ¡Que no le pase nada malo!

- Tenemos que llevarla con mi madre - Él me devolvió a Luna - Ella es la única que puede bajarle la fiebre.

Abrió la puerta del coche y entré abrazando a mi pequeñita. Estaba aterrada por lo que le podía pasar, mi hija era mi tesoro, no me perdonaría que algo malo se sucediera por mi culpa.

Natsu se dirigió a la mansión aumentando cada vez más la velocidad del coche, incluso se pasó varias luces rojas, pero por suerte no habían tantos vehículos en las calles.

- Ya hija, ya vamos a llegar - Luna no paraba su llanto - Todo estará bien mi amor... - besé su frente y dejé caer un par de lágrimas, tenía miedo.

Natsu llegó en 15 minutos a su casa, en cuanto entró al jardín, bajamos del coche y corrimos a la habitación de su madre. Ella se encontraba hablando molesta por teléfono, pero su expresión cambió cuando vio a mi hija en ese estado.

- ¡¿Qué le pasó?! - rápidamente la cargó y dejó en la cama - ¡¿Qué le hiciste a mi nieta?!

- No sé, yo solo.. - No encontraba las palabras indicadas.

- ¡Por eso no quería que te acerques a mi nieta! ¡Ni siquiera sirves como madre! - Tenía un nudo en la garganta, ver a mi hija en ese estado me rompía el corazón.

- Oye, estoy aquí, deja de llorar... - Natsu estaba a un lado de su madre mientras ella le quitaba las prendas a mi niña.

- La fiebre está aumentando.

- ¿Mi bebé se pondrá bien?

- Tranquilo, Hijo. Tengo años de experiencia, haré que mi nieta se alivie.

Me sentía culpable, si no hubiera salido mi hija no se habría enfermado, por un capricho mío mi bebé estaba sufriendo. Ya no quería ver, no sabiendo que era mi culpa.

Fui a la habitación que compartía con Natsu y me puse en un rincón abrazando mis piernas, ahí comencé a llorar. No podía con esto, no estaba preparada, yo no servía para nada...

Pasé la noche así, lamentando que por culpa de mi egoísmo mi hija se enfermó. Ella no tenía porqué pagar mis errores, no tenía que sufrir las consecuencias.

◇ En esa Habitación Contigo... ◇ [Nalu] ( Lemmon) #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora