◇ En esa Habitación Contigo... ◇ [Nalu] ( Lemmon) #Wattpad

Capitulo 20

[Pov Lucy]

Dejé a Natsu en la cocina para que haga la limpieza luego de insistir tanto, era muy bueno y me gusta que se preocupe por mi, eso lo hacía más lindo. Pero aún no sabía a que se debió ese horrible dolor, nunca había sentido algo así, fue como un dolor de estómago intenso, tenía miedo de que tuviera relación con lo que crecía en mi.

- Pronto ya no tendré que ponerme - Buscaba un vestido suelto en mis cajones, tomé uno rosa de tirantes y la ropa interior.

Entre al baño y dejé las prendas a un lado, me desnude con cuidado de no tropezar, pues la última vez tuve suerte de que Natsu estuviera presente ya que evitó un accidente.

-... - Disfruté el agua mientras me duchaba, pase el champú por mi cabellera larga y frote lo que más pude mi cuerpo.

Gracias al agua mi cuerpo se vio libre de la espuma y quedó limpio como siempre. Tomé la toalla y la envolví en mi cuerpo mientras buscaba el cepillo dental.

- ¡Natsu! - Un grito desgarrador se escapó de mis labios, el dolor insoportable había vuelto.

Bajé la mirada encontrándome con un charco de lo que parecía ser agua bajar por mis piernas.

- ¡¿Qué sucede?! - Natsu abrió de golpe la puerta, al verme quedó impactado, en cambio yo lo vi con los ojos llenos de pánico - Te llevaré a la cama - Me ayudó a caminar hasta la habitación, con cuidado me dejó acostada en el colchón y aún así el dolor no desapareció.

- ¿Q-qué.. me sucede? - Estaba aterrada, los fuertes dolores me empezaron a molestar más, era horrible y lo peor es que no sabía a qué se debían.

- Estarás bien, debes descansar y los dolores pasarán... - Natsu trató de animarme, pero nada quitaba el hecho de que esto no era normal, no para mi.

El tiempo transcurrió y el dolor no paró. Intenté varias posiciones, pero aún así nada parecía funcionar.

- ¡No puedo más! - Las lágrimas brotaban de mis ojos, el dolor se hacían cada vez más intenso - ¡Me duele!

- Joder, llevas más de tres horas así - Natsu entró con un vaso de agua y un pañuelo - Lucy.. - Me miró con lástima, yo respiraba agitada mientras él limpiaba el sudor de mi frente.

Cambié de posicion y me recargue en mis piernas, agarré mi panza y rogué que el dolor desapareciera.

- No, No... - Comencé a sentir como si lo que tenía dentro estuviera bajando.

Él dolor no paró, pero mi miedo aumentó.

- ¡Qué estás haciendo! - Natsu veía todo ya que estaba en frente mío mientras yo continuaba con la toalla enrollada en mi cuerpo.

- ¡Por qué no te callas! - Chille de dolor, mi cuerpo empezó a hacer fuerza para que "eso" saliera de una buena vez.

Yo también lo sentía, sentía como estaba saliendo.. como me provocaba un dolor horrible.

Jamás en mi vida sentí tal dolor, apenas podía mantenerme consciente.

Natsu trataba de no desmayarse, de no dejarme sola, pero también tenía impotencia al ver que no podía ayudarme.

Me sentía culpable de como lo estaba tratando, pero mi cabeza sólo pensaba en una sola cosa.

- ¿¡Sabes lo que haces?! - Gritó, pero no respondí.

Continúe sintiendo como eso iba bajando causandome temblores. No sé de dónde sacaba fuerza para mantener la postura, ya que estaba tan adolorida y cansada.

Estuve unos minutos en esa posición, tratando de respirar y pensar que todo iba salir bien. Pero entonces me dieron unas ganas de sacarlo ya, no podía pensar en otra cosa y menos con ese dolor torturador.

Hubo un momento en que mi cuerpo me gritó que terminara con todo en el próximo ataque de dolor, usé las fuerzas que me quedaban para sacar lo que quería salir de una maldita vez.

Nunca pegué un gritó tan extenso y fuerte en toda mi vida.

Todo acabó cuando por fin pude tener fuera aquello que había crecido en mi, era lógico porque mi estómago volvió a ser plano como antes. Natsu se acercó cuando hice un esfuerzo para echarme en la cama con el cuerpo lleno de sudor y la respiración agitada.

- ¿Qué es? - Susurre.

Él tomo en brazos aquello que nunca había visto en mi vida, era pequeño y no se movía.

Natsu observó con preocupación aquella cosa cubierta de sangre, lo recargo en su pecho y le dio unas palmaditas asustado. Aunque más me asusté yo cuando esa cosa pequeña empezó a llorar de repente.

Natsu dejó ir un gran suspiro de alivio y sonrió mientras se levantaba para salir, dejándome a mi sola en la habitación.

Al oír sigue ese llanto agudo por el corto pasillo, un par de lágrimas resbalaron por mis mejillas, ¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba esa cosita en mi estómago? ¿Cómo llegó ahí? Y lo más importante... ¿Qué era?
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Continuara***