Capítulo 45

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Han pasado seis meses desde que mi hija se fue, desde que tengo ese gran vacío en mi corazón, desde que me siento un asesino.

Desde que tengo las manos manchadas de sangre.

- Cada día es peor, otra vez cumple dos días sin comer.

Mi hermana, quien ya vivía nuevamente con nosotros, daba lo mejor de sí para ayudar a Lucy. Ella parecía estar muerta, no hablaba, ni siquiera tenía esa actitud tan extraña, ahora solo lloraba en el cuarto de mi hija, todos los días estaba ahí, encerrada.

- Tú también debes comer - ella me animó mientras se sentaba en la mesa conmigo - Se que aún sigues con ese tremendo dolor, pero la vida no acaba aquí, debes continuar.

- Maté a mi hija - Miré la taza de té, la cual apretaba en mis manos para calmarme - M-mi hija...

- Hermano - me abrazó y besó mi cabeza con comprensión - Debes continuar, nadie tuvo la culpa.

- Eso mismo - mi madre entró y Wendy se separó - Continua Hija. La muerte de mi nieta nos dejó un profundo dolor, pero ahora lo que importa es que puedes seguir adelante, y debes hacerlo.

- Madre.. - Wendy iba a hablar.

- Hija, déjame a solas con tu hermano - Wendy asintió y salió.

- ¿Cómo? - no tenía motivos para seguir viviendo.

- Cásate.

- ¡Para de una vez con eso! - me paré bruscamente - ¡Estás viendo que sigo destrozado porque mi hija ya no está conmigo! ¡Y tú solo piensas en esa boda que no se llevará a cabo nunca!

- ¡Pienso en tu bien! - gritó enojada - ¡Pasaron seis meses! ¡Seis meses y sigues ahí como un desperdicio!

- ¡Perdí a mi hija! ¡Quieres que olvide eso! ¡Que siga con mi vida sabiendo que Lucy está sufriendo por mi culpa!

- ¡Lucy ya no es mas tu esposa! - Ella era muy egoísta - Escucha bien. Lisanna te ama, quiere estar contigo, y ella no está enferma. Ustedes dos pueden ser felices, ella te dará más hijos, te hará feliz.

- Mamá - la detuve serio - Aunque quisiera, no puedo. No es justo para Lucy.

- Si no te casas, también perderás a Lucy - frunci el ceño - Si no aceptas el matrimonio, cancelare sus citas con el Psicólogo y le dejaré de dar sus pastillas.

- No te atrevas, madre.

- La echaré, la dejaré tirada en la calle - ella hablaba muy serio - y aunque corras para ayudarla, les cerraré a ambos todas las oportunidades. Haré lo necesario para que no te arruines tú mismo tu vida.

- Madre, por qué.. - la miré asombrado, ¿Por que había tanta maldad en ella?

- Porque ustedes nunca debieron estar juntos - mascullo - Tú eres mi hijo, un hombre importante, pero Lucy... ¿Qué? - se puso fría - Ella es solo la hija de quien te arrebató de mis brazos. Lleva en sus venas la misma sangre del desgraciado que me provocó años llenos de dolor, preguntándome si mi niñito estaba bien, atormentandome mientras pensaba que él te podía lastimar en cualquier momento.

- Lucy no tiene la culpa, ella sufría más que yo encerrada.

- No me importa, ahora ya no tienen nada que los una. Así que más vale que te cases el mes que viene, y le des a esta familia el heredero que sí merece.

Tragué duro.

....

Si que arruine la vida, aunque ya no había nada mas porqué seguir. Mi madre era malvada, ahora veía con mis propios ojos la clase de madre que tenía.

La noticia de mi boda se propagó rápidamente, fue el centro de atención para los medios de comunicación. Me vi obligado a hacer entrevistas muy incómodas al lado de Lisanna, fingiendo ser feliz.

Me derrumbaba cada vez que los periodistas preguntaban algo sobre mi pequeña.

- Natsu, sé que no te gustó que te bese. Pero lo hice para que nos dejen en paz - Lisanna entró apenada - Prometo pedirte permiso la próxima vez.

- Dime Lisanna - ella borró ese sonrojo de su rostro - ¿En serio quieres casarte conmigo?

- Natsu - se puso delante mío y sonrió - Siendo sincera, yo te amo desde que soy una niña y quiero que me des la oportunidad de hacerte feliz.

- Sabes que amé con todas mis fuerzas a Lucy - ella bajó la mirada - que tuve una hija con ella, y que estuve apunto de tener otro.

- No es que me alegre, pero... - tomó mis manos y me vio a los ojos - pero yo puedo darte la familia que perdiste, yo te daré hijos. Claro que no tienes porqué olvidar a tu hija, ni al que iban a tener Lucy y tú.

- No sé si pueda amarte, de hecho no sé si llegue amar a alguien de nuevo... - fui sincero - Yo solo vivía por mi hija, sin ella yo...

- Yo también quise mucho a Luna - susurró - Fue una gran pena lo que le ocurrió, y aunque no hubiera sido así, aunque ella seguiera con nosotros, yo estaría dispuesta a ser su madre.

- ¿Hablas en serio? - ella asintió.

- Sí, yo en verdad quise mucho a tu hija - dijo triste - me encariñe tanto con ella que estaba dispuesta a olvidar mi amor por ti.

- Tengo miedo de lastimarte como lo hice con Lucy - me sentí miserable - Verla ahora me rompe el corazón. Le hice tanto daño, no sabes cómo me lastima saber que me odia...

- Te prometo que aunque nos casemos, yo no me enojare si tú la quieres seguir ayudando - sonreí un poco por sus palabras - Soy consciente de que ella necesita ayuda, perder un hijo es fatal y ella tuvo que vivir lo mismo dos veces.

- Si yo me siento horrible por ello, no me imagino lo que ella debe estar pasando - Solo pensar en ella hacía que mi corazón se encogiera.

- Lucy tendrá nuestro apoyo, yo también aportare para que ella siga adelante - aseguró - ella aún es muy joven y merece ser feliz.

- Gracias, lisanna.

- No tienes nada que agradecer - ella bajó su mirada a mis labios, no supe si corresponder cuando los unió con los suyos.

Lisanna siempre me pareció una chica linda, atractiva. Pero eso nunca significó que estaba enamorado de ella, o que me guste.

- Lisanna.. - la alejé - Por favor, necesito tiempo.

- Está bien - susurró un poco desanimada por mi rechazo.

- Lo siento- me disculpe y salí de la habitación.

No me sentía bien con esta mentira...

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Continuará***

◇ En esa Habitación Contigo... ◇ [Nalu] ( Lemmon) #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora