◇ En esa Habitación Contigo... ◇ [Nalu] ( Lemmon) #Wattpad

Capitulo 32

Pov Natsu

Aún no podía recuperarme de la fuerte impresión que me dio Lucy con su cambio. Mi rubia siempre vestía, mejor dicho vistió, ropas grandes, viejas y de colores poco llamativos. Pero ahora no era así, Lucy no parecía la niña que estuvo conmigo en esa habitación, ahora era una chica que parecía haber crecido entre las personas de la alta sociedad.

- Te ves muy bonita - ella se puso roja mientras agarraba los utensilios para comer.

- Natsu, ya para. Es la tercera vez que se lo dices - Lisanna me miró molesta - No es para tanto.

Ella estaba sentada frente mío, mientras que Lucy a un lado cargando a nuestra bebé, mi pequeña sonreía feliz al ver las caras graciosas que hacía su madre.

- Es cierto Lisanna, tienes que admitir que detrás de esa niña sucia había una princesa de verdad - Gray miraba a Lucy con una sonrisa que no me gustó para nada, y él notó mi disgusto por lo que se puso nervioso - ¡Tranquilo! ¡No te quitaré a tu chica, primo!

-... - gruñi molesto.

- ¿Ya te cansaste de estar aquí? - Lucy le habló a Luna como siempre - Lo sé, es grande pero aburrido, ¿Quieres que vayamos al jardín?

- Te acompaño - me levanté en cuanto ella lo hizo.

- No, ninguno de los dos terminó de almorzar, sientense y vuelvan a comer - mi padre estaba enojado - Deben aprender modales.

- Ya no tenemos hambre - dije mirando a Lucy con una sonrisa - Iremos a dar una vuelta para entretener a nuestra bebé.

- Natsu, he dicho que... - Antes de que mi padre siguiera molestando, Lucy y yo nos dirigimos a la salida.

Ella dejó a Luna en su cochecito y empezó a empujarlo por el gran espacio que tenía el jardín. Yo estaba a su lado haciéndole compañía, de vez en cuando nos deteniamos para ver lo que hacía nuestra bebé.

- Te ves muy linda - Lucy miraba a nuestra hija con una linda sonrisa.

Nos detuvimos en la puerta trasera de la mansion. Encontramos una mesa pequeña de madera junto a cinco sillas a su alrededor y tomamos asiento.

- Wendy te puso una ropa muy llamativa - Lucy dejó de mover el cochecito ya que nuestra pequeña se durmió.

- ¿Acaso me estás diciendo que antes mis ropas no eran...?

- No, la verdad me importa muy poco como te vistas - ella bajó el mosquitero del cochecito - A mi me gustas por como eres, no por como te arregles.

- Bueno... - ella jugó con su dedo en su mejilla de forma tierna.

Su linda e inocente voz, al igual que su mirada hicieron que ya no aguantara, la tomé del brazo y agarré su cintura para que me viera a los ojos. No hubieron más palabras que decir así que me tomé la libertad de dirigirme a sus labios en un beso necesitado y podría decirse brusco.

Ella se quedó quieta, asombrada, pero luego empezó a corresponder con la misma necesidad que yo. Lucy se puso de pie sin romper el beso y yo la tomé de la cintura mientras la acomodaba en mis piernas.

- Mm... No... - rio cuando bajé a su trasero, con ese vestido ajustado quien no quería acariciarlo.

- Me vuelves loco... - susurre en medio del beso, seguí tocando su hermoso cuerpo y deciéndole cosas lindas en el oído.

- Oye... te dije que no - Quitó mi mano de su pierna, pues yo la había acariciado por debajo de su falda.

Yo quería, ella estaba sintiendo como me volvia duro ahí abajo. Gray me dijo que se llamaba erección, y que me pondría así cada vez que me excite.

- Viene alguien - ella se quitó de encima rápidamente y bajó su falda que se subió un poco.

- Mierda... - gruñi.

Luego apareció mi querida hermana con una sonrisa radiante mientras se apresuraba en ver que hacía mi pequeña. Pero se decepcionó al verla dormida.

- ¿Me la puedo llevar a mi habitación? - ella miró a Lucy - Quiero pasar más tiempo con mi sobrina, es muy divertida.

- Sí, despertará tal vez dentro dos o más horas - Lucy sonrió y Wendy tomó el cochecito para empujarlo en dirección a la entrada de la mansión.

- Por cierto, la casa de depósitos esta abierta - sonrió de manera pícara y luego se fue.

- ¿Vamos? - Lucy se sorprendió - Ven - tomé su mano y tiré de ella para ir a la casa de depósitos.

Una vez dentro cerré con seguro y la tomé de la cintura para acercarla a mi. Su olor me estaba llevando al paraíso, ya la quería tener debajo mío como otras veces.

- No - hizo a un lado el rostro cuando la iba a besar - Tu madre dijo que no podíamos hacerlo hasta estar casados, y menos en pleno luz del día.

- Aquí esta oscuro - tomé su barbilla - Y mi madre no está - sonreí travieso y la besé.

Ella se resistió al principio, pero me siguió la corriente poco después. Me atreví a levantarla agarrando sus piernas para rodear mi cuerpo y luego la acorrale en la pared. Ella dejó salir esos sonidos que se llamaban gemidos y respiró agitada cuando le metí mano.

- Ah...- bajé a su cuello y di unas cuantas mordidas con besos que le dejaron marcas.

La giré y ella se recargo en la pared con las manos. Levanté su faldita y bajé su ropa interior, la cual llamó mucho mi atención por lo pequeña que era, eso sólo causó que mi "erección" creciera.

- ¿Qué harás? - era cierto, nosotros solo lo hacíamos conmigo arriba suyo en la cama.

Pero Gray se encargó de enseñarme algunas otras posiciones y que ahora pondría en práctica.

- Tranquila, te gustará... - quité la correa de mi pantalón y bajé el cierre.

Ella temblaba de lo ansiosa, salir tenía sus bajas, ella y yo ya no podíamos acariciarnos como antes.

- A-ah... - Su cuerpo me recibió sin problemas.

Yo gruñi de placer al sentirme resbalar dentro de ella una vez más, pero de una forma más rica.

La agarré bien y comencé a moverme, primero fue de forma suave, delicada y lenta. Pero no aguanté y fui más rápido, un poco brusco y descarado, ya que agarré sus pechos mientras la hacía mía de forma ruda.

Ella nunca se quejó, sólo gimió de placer mientras yo me movía dentro suyo una y otra vez.

Abrí su pequeña camisa y metí mis manos bajo su sostén, sus pechos eran tan suaves y grandes que se me hacían agua en la boca con solo pensar que yo era el único con derecho a probarlos.

Salí de ella y la giré quedado cara a cara, volví a entrar pero ahora con un beso incluido, sus labios eran lo que más deseaba a la hora de hacerlo.

Estaba por terminar así que acelere mis movimientos y entré hasta donde ella me lo permitió. Lucy ahogó el grito mordiéndose el labio cuando sintió que me liberé dentro de ella. Luego me abrazó para no caer al suelo y correspondí mientras le daba un beso en la frente.

- ¿Te gustó? - ella tenía la respiración agitada - Lucy...

- S-si... - me miró con las mejillas rojas.

- Te amo...

- También te amo, Natsu...

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Continuará***