Las personas pasaban a nuestro lado sin dejar de mirarnos, éramos peculiares. Dos chicas cabizbajas con un lúgubre andar.
— No sé cómo paso Bel. Pero si seguimos así moriremos.
La escuchaba pero no sabia que responder, su voz era como una sentencia, y yo sabia que esto nos llevaría a ambas a la perdición.
— Iremos a ver a esta mujer y nos dirá que pasa —anuncio.
— ¿Qué? No. Yo no pienso ir con otra charlatana — respondí.
— Ella no es una mentirosa como la otra, esta mujer sabe lo que hace y lo que dice.
— Rebecca, ¿Cómo puedes estar tan segura? — pregunte.
Sus ojos negros, sus ojeras, esa chica no estaba nada bien.
— Confía en mi. Sé que tienes miles de motivos para desconfiar pero sé que esto saldrá bien.
Asenti, ella comenzó a andar conmigo detrás siguiéndola, pasamos calles y calles hasta llegar a un edificio vistoso.
Toco timbre de unos de los departamentos, una dulce voz contesto del otro lado.— ¿Hola? ¿En qué puedo ayudarte? —pregunto.
— Nosotras vinimos para hablar sobre algo muy serio, ¿Usted es vidente? —hablo Rebecca.
— Algo así... Pasen.
Escuchamos el pitido de la puerta que nos anunciaba que entráramos. Subimos al ascensor, el espejo que este tenia dentro nos volvía a mostrar la niebla que nos acompañaba. La mire fijamente, y por un instante creí ver unos ojos penetrantes que me devolvían la mirada.
— Llegamos...
Bajamos caminando hasta la puerta indicada, Rebecca golpeo y yo solo me limite a estar detrás de ella.
— Bienvenidas — dijo una joven mujer.
Era hermosa, su cabello rojo con rizos llegaba a la cintura. Tenia una sonrisa enorme junto con un tono amable.
Pasamos hacia dentro, nos hizo sentar en sus sillones justo frente a ella.
— Diganme niñas, ¿Cuál es su problema?
Ambas nos miramos, y el silencio reino unos instantes, ninguna sabia por dónde empezar.
— ¿Quién es ese que las acompaña? —pregunto la mujer.
— ¿Qué? —dije atónita.
— ¿Qué hicieron niñas? —pregunto.
— Disculpe pero ¿Qué pudimos haber hecho? — inquirió Rebecca.
— No lo saben entonces...
— ¿Saber qué? —pregunte.
— ¿Qué hicieron esa noche en el cementerio?
Tantas preguntas me enloquecían.
Rebecca le contó lo que sucedió, pero la mujer pedía detalles.
— Fuimos, encendimos una vela, pusimos una flor, algo de música. Nada mas — decía mi amiga.
— ¿Bebieron algo? — cuestiono la pelirroja.
— Si Alexa llevo Wisky.
La mujer suspiro masajeandose las sienes, nos miro con una profunda tristeza.
— Han cometido el peor error de sus vidas...
Mi corazón errático casi se detiene ante sus palabras.
— Una vela fue una invitación, música fue un regalo, una flor fue un elogio y alcohol una ofrenda.
— ¿Qué?
— Esa noche, el alma de esa persona vagaba errática ante la línea de la vida y la muerte, ustedes lo invocaron. Lo invitaron sin saber lo que hacían, ahora esta pegada a ustedes, no importa lo que hagan siempre las encontrará.
— No puede ser...
— Nosotras no queremos que nos siga. Lo queremos lejos.
— Ya no pueden despegarse de él niñas. Deben pagarle.
— ¿Pagarle?
Mis manos dolían de tanto presionarlas.— Lo único que quiere es un pago.
— ¿Qué?
— Las quiere arrastrar con él, las quiere matar.
Si antes estaba por perder la cabeza ahora ya estaba decapitada.
— ¿Cómo puedes saber eso? — dijo Rebecca.
— Digamos que yo fui algo parecido a lo que las persigue.
— ¿Un fantasma?
— Un demonio.
— D-demonio...
Rebecca se levanto de un salto y salio por la puerta.
— Gracias señora.
— Lampy. Mi nombre es Lampy...
—Gracias —dije y salí de allí.

ESTÁS LEYENDO
WILLIAM (Historia Corta)
ÜbernatürlichesBel siempre estuvo enamorada de William, llegó a amarlo en secreto escondiendo todo su afecto por él. Pero cuando creyó hallar el valor para declarase, Will se suicido dejándola destrozada por dentro y sin que pudiera develarle sus sentimientos. Al...