Me acomodo en la cama dejando descansar mis piernas a doloridas, la casa está sola y por un momento pensé que Dan estaría pero me equivoque. Ya anochecido pero no me siento con ganas de andar por las calles, así que decidí por esta vez quedarme en casa.La soledad es mi única compañía en estos momentos, mi mejor amigo se está alejando de mí, mi hermano ya no pasa tiempo en casa, mamá ya ni siquiera la veo por su trabajo. Solo estoy yo hundiéndome en el hoyo de la oscuridad dejando que mi cuerpo se consuma más en ella.
Siempre tuve aquel presentimiento de que Calum se alejaría de mi, pero cada vez él decía todo lo contrario me segura de que no, hasta que pasó. Él se alejó completamente de mi evitándome a toda costa.
Hay veces que pienso en suicidarme, que solo quiero desaparecer de este mundo, ya se que soy una carga pesada para todos, las únicas personas que pueden aguantarme son Dan y mamá, pero ya hasta pienso que mi propia familia está aburrida de mí.
Un sollozo se escapa de mis labios junto con unas lágrimas acompañadas, he perdido al chico que se hacía llamar mi mejor amigo y es horrible el sentimiento que tengo. Él siempre estuvo para mí y yo para él en los momentos difíciles que teníamos al rededor de estos dos años. Perder a la única persona que se había ganado un lugar en mi corazón al estar conmigo se fue por mi culpa. Yo misma lo ahuyenté de mi. Esas sonrisas que me regalaban tal vez eran falsas, esas palabras que él decía tal vez eran falsas, esos abrazos que él me daba eran falsos, ese 'te quiero' era falso, quizás tuvo lastima de mí y quiso ayudarme y se fue al darse cuenta de que no valía la pena ayudarme.
Al paso del tiempo lágrimas sin control caen de mis ojos sin poderlo evitarlo. Solo me queda abrazarme a mí misma para no hundirme más en el estúpido hueco de la oscuridad y la soledad en el que al pasar del los días me adentro en el hasta el punto de no tener salida. No es mucho lo que pido cuando las personas están conmigo, solo un abrazo y una sonrisa basta un poco para olvidar la vida que tengo.
Me aferro a la almohada sin cesar mi llanto, sollozos salen de mi boca y muerdo mi labio para evitar que salgan, cuando más necesito un amigo no está. Yo sólo necesito un misero abrazo, solo eso.
La habitación se ilumina y elevó un poco mi cabeza para ver de donde proviene la luz; mi móvil.
Lo tomo de la mesa con mis manos temblorosas, quito un par de lagrimas que caen de mis ojos y leo el mensaje que a llegado.
Es él otra vez.
N: Asómate a la ventana.
Al leerlo dudo entre ir y con la manga de mi camisa limpio mi rostro para ir a la ventana.
Una silueta se aprecia debajo de una de las farolas de la calle, sin pensarlo dos veces salgo por la ventana apoyándome en la rejilla para tomar la rama del árbol y llegar de un salto al suelo.
Su silueta se mueve hacia mí con pasos firmes y decididos hacer lo que sea que hará y una vez frente a mi.
Me abraza.
Sus brazos me atrapan pegándome a su cuerpo, se aferran a mí como si tuviera miedo de que me desplomé en cualquier momento, dejó escapar un sollozo y él me estruja más a él delicadamente.
Me abraza y siento mi pecho oprimirse.
Me abraza fuertemente pero a la vez con delicadeza.
Me abraza y mis lagrimas vuelven a descender por mis ojos
Lo abrazo como si mi vida dependiera de ese abrazo, un sentimiento aparece en mi pecho y mis lagrimas caen descontroladas por mi rostro.
—Odio esto —solloce aferrándome a él. Tratando de buscar seguridad.
—¿El qué?
Mis manos aprietan su camisa, arrugándola. Entierro mi rostro en su pecho queriendo ahogarme en su aroma.
—Odio sentirme así —me relamo los labios—. Odio llorar, pero es lo único que queda para poder dormir durante las noches. Odio llorar hasta quedarme dormida. Odio ser así. Odio lamentarme. Odio mi vida —mi voz salió temblorosa y mis manos apretaban firmemente su camisa.
—¿Sabes qué odio yo? —él me separa de él unos centímetros, su mano se mueve de mi cintura hasta mi rostro, sus dedos toman mi barbilla alzándola para verlo.
—No —sollozo aún con mis lagrimas bajar despiadadamente por mis ojos.
—Odio frustrarme al ver como te rompes en mis brazos sin poder juntar las piezas rotas y solo me queda abrazarte y susurrarte al oído que todo estará bien —hablo a centímetros de mi rostro limpiando las lágrimas que caían.
—Y-Yo solo quiero un abrazo —mi vista se nubló nuevamente y sollocé nuevamente.
El chico frente a mí me envolvió nuevamente en sus cálidos brazos y me permití romperme en mil pedazos en ellos.
Llore y sollocé en sus brazos.
Me lamenté en sus brazos.
Y él cada vez me abrazaba.
Susurraba en mi oído que todo estará bien.
Y esa misma noche sentí como en mi corazón creció un sentimiento que no supe interpretar.
—Niall.
—¿Qué?
—Me llamo, Niall.
Y mi pulso se aceleró ante aquella revelación, mi corazón iba a mil y con ella una sonrisa aparecía en mi triste rostro.
—Gracias, Niall.
—¿Por qué?
—Porque estás cuando ya no soporto mi vida. Tú llegas y me abrazas, mientras hablamos en las noches. Tú me haces olvidar mi vida y por pequeños segundos sonreía —mi voz se quebró—. Tu eres la razón por la cual salgo a media noche.
Él se separó para verme y tomo entre sus manos mis mejillas—: Y tú eres la razón de porque me haces feliz.
Y sus labios se posaron en los míos evitando cualquier palabra. Me quedé estática al sentirlos pero al pasar unos segundos me deje llevar y le correspondí.
Sus labios eran tan suaves y cálidos sobre los míos, las yemas de sus dedos acariciaban mis mejillas llevando pequeñas descargas. Sus labios iban al compás con los míos. Con su mano libre la llevo a mi cintura y la enrollo en ella pegandome más a su cuerpo, su mano viajó a mi nuca profundizando el beso para saborear mis labios.
Besaba a un chico en toda la oscuridad al rededor.
Lo besaba.
Y lo mejor es que con ese beso, mis problemas se esfumaron, mis ganas de llorar se fueron, mis miedos desaparecieron.
Por qué solo podía sentir el cosquilleo que él me había dejado en mis labios.
Niall es ese chico. Y aunque no lo conozca físicamente él a dejado el calor de su cuerpo en mi y por una sola vez pude dormir feliz.
Sin llorar hasta quedarme dormida.
Sin lamentarme.
Sin sentir miedo.
Pude dormir feliz.
Y con eso me basta.

ESTÁS LEYENDO
Night » horan.
Fanfiction"Un alma triste siempre está despierta después de media noche". ✿ heamixn