10. Sonreír.

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2009

—Mamá, ¿ya llegamos? —pregunto por sexta vez Dan.

—No —hablo fuerte mamá mientras miraba por el espejo retrovisor a mi hermano.

Creo que llevamos aproximadamente tres horas manejando, nuestro rumbo es la casa de la abuela Stella para celebrar su cumpleaños número sesenta y dos con toda la familia.

—¿Ahora ya llegamos? —volvió a preguntar Dan.

Mamá gruño.

—No.

—Esto es aburrido –bufo mi hermano—. Hey Dawn, ¿jugamos? —pregunta el mirándome.

—¡Bien! —él sonrió, mire por la ventanilla y un auto azul pasa—. ¡Golpeó al azul! —exclamé y le di un puñetazo a mi hermano.

—¡No es justo! ¡No me dijiste que ya comenzó el juego! —me señaló acusadoramente.

—¡Golpeó al negro! —volví a exclamar cuando pasó otro auto y le di otro puñetazo a mi hermano en el hombro.

—¡No se vale! —se quejó.

—¡Golpeó al rojo! —volví a golpear a mi hermano.

—¡Ya no quiero seguir jugando! —se frotó el brazo y se giró para ver la ventana.

—Aburrido —me burle riéndome—, eres una nenita —me burle.

—¡No soy una nenita! ¡Tú eres la nenita! —me señaló.

Nop, tú eres la nenita —sonreí divertida.

Él bufo sonoramente.

—¡No soy una nenita!

—Si, si lo eres —hable divertida.

—¡No lo soy!

—Si lo eres.

—¡No!

—¡Si!

—¡No!

—¡Si!

—¡Mamá, Dawn, me está molestando! —se quejó.

— ¡No es cierto! ¡Él comenzó! —me defendí.

—Dawn, deja de molestar a tu hermano y dejen de gritar ambos —reprendió.

Volví mi vista por la ventana del auto y las casas junto con unos cuantos árboles aparecieron indicando que ya hemos llegando, mamá sigue manejando durante unos minutos y después aparca el auto en la acera de la casa.

La casa de mi abuela es la que más resalta entre todas ya que de este hay unos cuantos globos en el jardín del frente. Salgo del auto sonriente y mi mamá junto a mí hermano me siguen el paso, toco felizmente la puerta, unos pasos se escuchan y seguido música cuando la puerta está finalmente abierta y mi tío Eric parece tras ella.

—Pequeña Dawn, como has crecido —me carga en sus brazos.

—Hola, tío Eric —lo saludo dándole un beso en la mejilla.

—Tío —llega Dan y los dos estrechan la mano en forma de saludo.

—Hola, Eric —saluda mi mamá dándole un abrazo mientras me deja en el suelo.

—Hola Dalia, mamá está en la sala con Nathaly —informa, Dan y yo nos miramos y corremos hacia dónde está mi abuela.

—¡Abuela! —exclamamos los dos al verla jugando con mis otros primos.

Night » horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora