— Esto te ayudará para detener el sangrado —Nayla pasa alrededor de mis brazos unas vendas delicadamente.Había pasado un largo tiempo desde que había salido de la habitación, de tantos golpes quede inconsciente y cuando desperté hace unos minutos no me sentía nada bien. Cada parte de mi cuerpo dolía horrores. No sentía mis brazos por tantos cortes y me sorprende no estar muerta. Ni siquiera podía moverme, solo me quedaba estar tirada en el suelo lleno de moho, agua y suciedad como todos estábamos, a excepción de la pelirroja que ahora que la miraba tampoco se miraba bien, pero creo que yo me miraba peor.
Ella también tenía vendado uno de sus brazos y cada vez que hacía contacto algo con la venda de ella hacia una mueca de dolor. La entendía, pero ella me trababa con tanta delicadeza que por un momento sentí que no me estaba enrollando la venda en mis brazos.
—Listo, ya he terminado —anuncia dándome una débil sonrisa y poco a poco se deja caer a mi lado—. Solo trata de no moverte —murmullo pasando su vista por todos los que estábamos en la sala.
Yo hice eso y al fondo de esta se encontraba Caleb. Lucia igual, no tenía ningún rasguño resiente, pero parecía cansado y débil. Aún lado de él estaba Percy jugando con sus dedos y de vez en cuando miraba a Dalia, ella tenía los ojos cerrados y la cabeza apoyada en la pared. Después está la pelinegra: Ellin que estaba junto a Adi hablando entre susurros.
Después mire a Nayla con el rostro neutro, solo la miraba y pronto ella se giró y quiso poner en su golpeado rostro una sonrisa, pero fue una mueca que terminó convirtiéndose en una fina línea.
—¿Cómo es que consigues estas vendas? —pregunte clavando la vista en mis antebrazos vendados.
—Él las deja en una caja —respondió pasada la yema de sus dedos por su vendaje.
Asistí lentamente.
Al estar en la habitación fue como una bomba, por qué él confiese estar loco y tener una obsesión con torturar a las personas y admitir que él me vigilaba después de haberme sacado de aquel lugar y dejarme tirada en la carretera a mi suerte hace diez años.
Simplemente enfermo.
—Nayla...
—¿Si?
—¿Cómo fue que conseguiste la llave para abrir el candado? —curioseo, siento como a mi lado se tensa y pasa un buen rato hasta que responde.
—Se la robe a uno de esos hombres —susurra, en su voz percibo terror—, pero me costó caro la acción.
—¿A qué te refieres?
Espere que contestara, pero la pelirroja se me quedó viendo y en sus ojos se podía ver la duda, era como si estuviera teniendo una batalla interna.
No sé cómo fue que un pequeño fragmento de un recuerdo paso por mi mente, era el día en que había chocado con Calum por accidente y él estaba enojado conmigo por un motivo que sigo desconociendo.
A mi lado Nayla se mueve y concentro mis ojos en ella. La chica parece que las emociones la está dominando en este preciso momento, por qué una amarga lagrima sale de su ojo y se desliza por su mejilla. Cuando vi a esta chica por primera vez nunca pensé verla llorar, por qué ella se mira tan optimista, pero ahora este no es el caso, se mira rota.
Igual que yo.
Irónicamente me recuerda a mi. Esos días cuando pasaba encerrada en mi habitación mirando por la ventana y en mi cabeza estaba maldiciéndome por haber nacido, llorando por tener esa vida. Y ahora, al verla a ella me recuerda a mi, es como ver mi propia imagen pero con diferente aspecto.
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Night » horan.
Fanfiction"Un alma triste siempre está despierta después de media noche". ✿ heamixn