21 de agosto, 2016El inicio de semana y el comienzo de mi pesadilla.
Tal vez no debí despertar ese Lunes.
Tal vez hubiera preferido que alguien me encontrara muerta.
Tal vez me hubiera gustado ser una chica normal sin algo que la atormenta.
Tal vez me hubiera gustado que mi vida fuera otra.
Tal vez me hubiera gustado estar con Niall.
La casa está sola, sin ningún alma rondando por los pasillos y ninguna voz sonar por el entorno, hay un silencio sepulcral en la habitación que hasta puedo escuchar mi respiración acelerada. Mi pecho sube y jadeos salen de mi boca, el miedo recorre mi cuerpo de pies a cabeza, mi rostro está húmedo comprobando que he despertado llorando.
Últimamente la semana pasada las pesadillas volvieron para atormentar mi sueños, las noches se vuelven infiernos y los gritos me acompañan cada mañana al despertar. Lo que una vez viví de pequeña está volviendo ahora.
En mis sueños aparece él. El maldito payaso que me atormento de pequeña, el que está volviendo para destrozarme más. Sus apariciones son sin sentido y pocas las comprendo. Él aparece cuando sueño cosas divertidas y de un momento a otra se vuelven el vivo recuerdo de la tortura.
Esta vez él ha ido muy lejos, por qué esta vez el susurra palabras en mi oído que hace estremecerme.
Te observo, Dawn. Estoy cerca de ti, Dawn. Iré por ti, Dawn. Te mataré, Dawn.
Esas palabras me están matando lentamente, me están hundiendo más, me están haciendo perderme a mí misma.
Creí que aquel día, cuando revele todo lo que sucedió al psicólogo y a mis amigos, creí que él se iría, pensé que los malos momentos se esfumarían, creí que me ayudarían, creí en algo imposible. La desesperación abunda en mi, quiero decirle a alguien lo que ocurre, quiero gritar en busca de ayuda, quiero decir todo lo que pasa en las noches, quiero que me ayuden a salir de esta pesadilla viviente en la que estoy metida.
La habitación se llena del sonido que produce mi móvil anunciando un mensaje, con el cuerpo temblando salgo de las sabanas de la cama y camino hacia donde se encuentra mi móvil. Respiró hondo antes de deslizar mi dedo por la pantalla del aparato y presionar el icono de mensaje. Frunzo el ceño extrañada al ver en letras grandes la palabra: desconocido.
Pienso que puede ser uno de los chicos enviándome un mensaje de otro móvil o incluso pienso que puede ser Ben, mi papá, pero una vez que miro el mensaje dejó de pensar en todo esas suposiciones.
Desconocido: Pesadillas van, pesadillas vienen, falta poco para que la pesadilla se haga presente; 6.
Suelto el aparato como si este me quemara la piel.
Dejó de respirar, puede que esta sea un broma o alguien se haya equivocado de persona, pero sin duda han logrado asustarme. Sin pensarlo dos veces borro el mensaje y bloqueo el móvil.
Con las piernas temblando camino a una de las paredes de la habitación y me deslizo suavemente en ella, pego mis piernas a mi pecho y me aferro a ellas. Y lloro, lloro de la impotencia que siento al no poder decirle a alguien lo que me pasa, lloro por qué sé que él volverá por mi, lloro por qué quiero sacar todo de mi, lloro en silencio.
Debí hacer caso, debí quedarme callada, maldita sea, debí hacerlo. Sin tan solo me hubiera callado y ninguna palabra hubiera soltado sobre el asunto, tal vez no esté pasando por esto.
ESTÁS LEYENDO
Night » horan.
Fanfiction"Un alma triste siempre está despierta después de media noche". ✿ heamixn