Un espeluznante y horrible dolor recorrió todo mi cuerpo. Sentí como mis brazos punzaban de dolor, como mi cara ardía y mi cabeza dolía. Abrí mis ojos soltando quejidos de mi boca para darme cuenta de que estaba en una camilla.El color blanco llenaba cada espacio de la habitación que me encontraba, un maldito pitido me tenía al borde de los nervios y el silencio embargaba. Lleve mis manos a mi cabello y me di cuenta que estos estaban vendados desde las muñecas hasta mis codos, mi cabello estaba hasta mis hombros, toque mi cara suavemente para darme cuenta que tenía algo pegado a mis mejillas.
El sonido de la puerta abrirse resuena, giro mi rostro a ella y la figura un tanto alta de Dan se hace presente, este me mira y veo como sus labios están presionados y sus ojos rojos.
Dan se acerca a mí y sin verlo venir me abraza tan fuerte.
-Tuve miedo de perderte -su voz se quiebra y unas inmensas ganas de llorar me entran.
Lo abrazo.
-No sé qué hubiera pasado si Calum no estuviese ahí -algo húmedo recorre mi cuello.
Él está llorando.
-Dan, no llores -mis ojos se cristalizan-. No llores, Dan. Estoy bien -acaricio su cabello avellana.
-No me pidas que lo haga, Dawn.
-No me gusta verte llorar, Dan. Te ves más horrible cuando lloras.
Él ríe.
-Oye, tonto, ¿cuando me largo de este lugar? -me remuevo incomoda en la camilla.
-Mañana.
-Un día tengo que estar aquí -me quejo-. Ni siquiera hay visitas.
-Te equivocas -mí mellizo sonríe, se levanta de la silla y sale de la habitación.
Genial.
Me he quedado sola.
Bufo y intentó acomodarme en la estúpida camilla.
-Hey -un balbuceo apenas audible escucho y levanto la vista para encontrarme con la chocolate mirada del morocho.
-Hola -devuelvo el saludo y lo miro expectante.
Noto como su mano tiembla en señal de nerviosismo, él al percatarse de mi mirada la oculta detrás de su espalda, carraspea y duda en acercarse pero al fin lo hace, toma asiento a la par de la camilla y me mira.
-Lo siento -su voz sale quebrada, mi pecho se oprime-. Lo siento tanto, Dawn -sus ojos chocolates se cristalizan.
-¿Por qué?
Una lagrima silenciosa baja por la mejilla de Calum y mi pecho se estruja más. El chico que había demostrado hace dos años ser fuerte y valiente ante cualquier situación, se está rompiendo frente a mí y es un tanto irónico ya que yo era la que se rompía frente a él.
-Por ser borde y brusco contigo, lo siento tanto, Dawn. Yo no quería ser así pero... ¡ahg! -se levanta bruscamente del asiento y se lleva sus manos a su oscuro cabello, desesperado.
-¿Qué pasa? -vuelvo a preguntar cuando un par de lagrimas vuelven a caer de sus ojos.
-Pasa... -me contempla un segundos y cierra sus ojos con fuerza.
Lagrimas siguen callando.
-Calum, me estás asustando -hablo suave al mirar como mi amigo muerde su labio.
Él suspira.
-¡Maldición, Dawn! ¿Por qué lo pones tan difícil? -maldice y vuelve a meter sus manos a su cabello.
-Calum, no entiendo qué pasa -digo suavemente, este me mira con una mirada cristalizada y con lágrimas rebeldes bajando por sus mejillas.
-¡Ese es el maldito problema! -gruñe- ¡Tú eres mi maldito problema! ¿Sabes por qué? -pregunta desesperado.
Niego un tanto asustada.
-No...
-¡Por qué me he enamorado de ti, joder! ¡Tú eres mi maldito problema! ¡Tú y tu linda forma de mirarme y sonreírme, me enamoro! ¡Me gusta mi mejor amiga! Esto es tan cliché -confiesa con amargura, mi mente se queda en blanco.
Me he quedado sin habla y seguramente estoy más pálida que las paredes de la habitación, eso no me lo vi venir y ahora no tengo idea qué decir.
-¿Y sabes algo más? El idiota con el cual te encuentras a media noche es nada más y nada menos que Niall, el amigo de Liam -revela y sus palabras me pillan desprevenida- ¿Y sabes mi otro maldito problema? ¡Mi problema es que estoy enamorado de ti y odio verte cerca de él mientras yo solo quiero ir a golpearlo por estar cerca de ti!
Ahora entiendo todo, el chico que estaba aquel día en el estadio que me miraba, era Niall. El chico con el que había chocado saliendo de la casa de papá, era Niall. El chico que estaba dándole comida a los niños fuera de la cafetería, era Niall. El chico que me enviaba aquellas notas en la cafetería, era Niall. El chico que choque por segunda vez que corría de los chicos, era Niall. El chico que hace días lo abrace en el centro comercial, era Niall.
Siempre lo tuve cerca y nunca me di cuenta, por eso se me hacía conocido, él siempre fue.
-Niall es mi amigo y debí suponer que le gustabas cuando me pregunto por ti hace meses atrás -Calum ríe con amargura-. Dawn, solo no me digas que estás enamorada de él -suplica y es muy tarde para negarlo.
Lo miro pidiéndole perdón con la mirada y este suelta una carcajada sin humor.
-¡Maldición! ¡Dime por favor que no lo estas! -suplica.
-Lo sien...
-¡No lo digas! ¡No quiero escucharte! ¡Por favor no lo digas! -cierra sus ojos conteniendo sus lágrimas sin éxito.
-Calum...
Él camina hacia mi rápidamente y estampa sus labios con los míos, me quedo estática sin saber qué hacer, él me estruja en sus brazos y mueve sus labios sobre los mío.
El beso es desesperado y con un toque de ansiedad, sus gruesos labios devoran los míos para bajar el ritmo de nuestros labios y separarnos.
Me separo de él y veo cómo tiene sus ojos cerrados con lágrimas, aprieta sus labios y deja escapar un sollozo, niega agachando la cabeza y lo atrapó en mis brazos cuando se quiebra en mil pedazos, llora aferrándose a mi cuerpo ocultando su rostro en mi cuello.
En mis brazos tengo a un Calum roto y débil. Un Calum que nunca había conocido hasta este momento. Un Calum completamente vulnerable llorando en mis brazos como un niño.
Y no sé qué hacer, no tengo idea como hacer que él deje de llorar, no sé qué hacer ya que él a confesado que tiene sentimientos hacia mí.
No sé.
Un día después me encontraba saliendo del hospital, con ropa nueva y con algunas vendas en mi rostro. Mamá y Dan me llevaron a casa y cuando estuve en lo que yo alguna vez llame hogar, todo me recibieron. Pero yo buscaba en particular al chico que había estado viendo noche tras noche sin faltar.
Y allí estaba, parado a unos pasos de mi, mirándome intensamente como yo a él.
Y lo abrace.
Ambos necesitábamos ese abrazo.

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Night » horan.
Fanfiction"Un alma triste siempre está despierta después de media noche". ✿ heamixn