Cap. 29

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No, no, no. Esto no me gusta nada. ¿Él? De todos los chicos del planeta, por qué Harry debió enamorarse de él.

Ese tal Charlie es el mismo que usó al profesor Evans y supongo que ahora su objetivo es mi hermano. Pero no se lo permitiré, conocerá la ira de Elizabeth Diana Ferrer –Hola. –respondo mientras abrazo la cintura de Harry.

–Charlie, ella es mi hermanita Liz. –me presenta.

Ese chico se inclina un poco hacia mí para darme un corto abrazo –Es preciosa, pero debemos irnos Harry porque no queremos llegar tarde a ver la película. –con ese movimiento hace que me separe de mi hermano y ambos salen de la casa dejándome paralizada.

–Demonios, es bueno. –murmuro seria. No quedo sentada y decido buscar información sobre Charlie. Rápidamente subo corriendo a las escaleras hacia mi habitación, en ese momento veo que Harry olvidó su celular sobre la cama –Veamos. –al revisar el aparato descubro que Harry ha estado enviándose mensajes con Charlie desde hace unos días.

Así que agrego el número de celular de ese pervertido en mi agenda para ver con quién más ha hablado. Al entrar a la aplicación pirata me llevo la sorpresa de que ha estado hablando con trece personas diferentes, todas ellas son hombres –Maldito. –murmuro al ver que a todos los llama "Daddy" o "Papi", les pide sexo pero cuando ya tiene lo que quiere simplemente desaparece y bloquea a estos hombres –Oh no. No dejaré que Harry sea uno más de tu lista, yo seré tu "mami".

A las 23:30...
Estoy esperando a que Harry llegue y le enseñaré los mensajes para que abra los ojos. Su amado es en realidad una persona falsa y manipuladora, ya quiero ver su cara cuando mi hermano lo sepa todo.

En ese momento los veo acercarse, cierro un poco las cortinas de la ventana y observo lo que pasa en silencio. Incluso me esfuerzo para escuchar su charla.

–Fue una gran noche. –dice Harry mientras camina a su lado. Charlie ríe y hace puntitas de pies para dejar un beso en la mejilla de mi hermano. ¡No, Harry, no caigas en sus encantos!

–Si, la mejor. –responde. Ambos se acercan a la puerta de casa y Harry intenta despedirse, pero Charlie coloca las manos en su pecho –Pero supongo que aún no termina, ¿Verdad? –él se acerca mucho y lo veo lamer el cuello de Harry. Esa es mi señal y corro rápidamente para terminar habiendo la puerta.

Como estaba recostado por ésta, Harry cae de espaldas y Charlie me mira con el ceño fruncido –Gatito, ¿Estás bien? –él se apresura a ayudarlo. Mientras me cruzo de brazos.

–Dijiste que regresabas a las 22:00, llegas media hora tarde. –digo seria mientras mi hermano se pone de pie y revuelve mi cabello.

–Pero ya estoy aquí linda. –contesta él. Entonces le doy un abrazo para evitar que Charlie vuelva a acercarse.

–Bueno, yo ya me voy. –Harry se despide de ese estúpido con un corto beso en los labios. ¿No sabe que puede contraer alguna enfermedad?

–Espera. –lo detengo haciendo que gire sobre sus talones –Richard, Edward, Luca, Marco, Joel, Sasha y Evans. ¿Continúo?

El semblante de Charlie se vuelve más pálido y su sonrisa desaparece por completo. Ya no se siente tan confiado como al principio –¿De qué hablas, Liz? –me pregunta Harry totalmente confundido.

Cuando estoy a punto de responderle, Charlie suelta un sollozo haciendo que mi hermano lo tome de la mano –S-Son... Son mis antiguos novios. Todos me pr-prometieron que me amaban y terminaron dejándome... Tal vez ella conoce a alguno, no lo sé. –él comienza a llorar, entonces Harry le da un abrazo mientras lo consuela y me ordena no volver a hablar sobre ese tema.

Pero... Esto no debió pasar. Él giró la situación a su favor.

–Ya, tranquilo. –murmura Harry arriesgándose demasiado a ser descubierto por Matt o papá –Te iré a traer un poco de agua. –él se separa dándole unos cortos besos en las mejillas para luego ir a la cocina.

Yo sigo a mi hermano con la vista hasta regresar la mirada a Charlie y él me intenta asesinar con la mirada –No sé cómo sabes todo eso, pero esto no es un juego niña. Mejor déjame en paz, no me obligues a lastimarte. –me advierte cambiando su tono de voz suave a una cortante y fría. No sé porqué pero un fuerte escalofrío recorre mi cuerpo en este momento.

Domingo a la mañana...
Esto es extraño, usualmente no me acobardo con nada pero ahora tengo miedo. Ese tipo me da mucho miedo, es capaz de cambiar la situación a su favor con mucha facilidad, es manipulador y mentiroso. No sé si pueda contra él, pero tampoco puedo rendirme. No debo permitir que use a mi hermano y luego lo abandone dejándolo con el corazón roto, porque cuando Harry quiere a alguien lo hace de verdad y con todas sus fuerzas. Me dolería mucho verlo deprimido por alguien tan despreciable como Charlie y ese ni siquiera es su verdadero nombre. Parece que le ha dado diferentes nombres a cada uno de sus novios temporales.

Debo sacar todas mis armas para detenerlo. Avanza rápidamente y puede que en algunos días convenza a Harry tener sexo. Anoche incluso le envío varias fotos de su trasero con ropa interior de encaje. Maldito. No creí llegar a extremos tan rápido pero debo hacerlo, por el bien de Harry.

–¿Qué quieres Liz? ¿Por qué estás en mi habitación?

A la tarde...
Revisando los mensajes entre Harry y el pervertido vi más fotos de desnudo pero también que ambos se encontraría en el parque de diversiones esta tarde.

Para que nadie sospeche nada invité a Anaís a ir a al feria también –Esto es hermoso. ¿Sabías que muchas parejas viene aquí a esta hora para ver el atardecer desde la noria? –comenta ella pero no le presto atención ya que busco al pervertido con la mirada.

–Tú tienes con quien venir. –comento de la nada haciendo que detenga el paso y me mire seria.

–No estás hablando del bruto de Patrick, ¿O sí?

–Si, digo, él parece estar muy enamorado de ti. –hablo sonriendo un poco. Pero ella se cruza de brazos, negándose a creer la realidad.

–Patrick me hizo la vida imposible en primer año, ahora me explicó que yo le gustaba desde el principio y que hacía eso para llamar mi atención. Qué estupidez.

Es muy testaruda, se niega a creer que él ha cambiado por ella –Escúchame. –coloco mis manos sobre sus hombros y la miro a los ojos –Patrick no es el príncipe azul que siempre has buscado. Él es un guerrero que está para ti y que luchará por ti. Ni con todos tus rechazos se ha dado por vencido, dale una oportunidad. –termino de hablar y le hago una seña con mi cabeza a Anaís para que observe a cierto muchacho que nos está siguiendo. Él nota nuestras miradas y finge estar comprando algo a un vendedor.

–Está bien. –Anaís me da una pequeña sonrisa para luego caminar hacia Patrick, los veo hablar pero no escucho lo que dicen. En un momento ella ríe y él le entrega un algodón de azúcar.

Yo miro la hora y al ver que ambos caminan de la mano, rápidamente corro en busca de Harry. Pero me encuentro con Charlie, quién está hablando con Matt.

Escuela De ClichésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora