Dejo al frienzonado en el salón para salir a buscar a la rubia. Ella debe estar loca para ordenarle a Thomas seguirme a todas partes. Rápidamente encuentro a Sarah junto a su grupo de amigas, hablan y rien de cosas sin importancia. Pero al verme venir todas se quedan calladas.
–Shhh... ¿A dónde crees que vas? –una de ella se interpone en mi camino haciendo que me detenga de golpe.
–Debo hablar con Sarah –digo cruzando mis brazos. Esa chica mira a sus amigas y ríe como si hubiera contado un chiste.
–¿Si? ¿Quién te crees para hablar con ella? –Esa chica mira sus uñas postizas en vez de mirarme a los ojos. Que maleducada y lo peor es que se cree perfecta–. Ni siquiera lo que llevas debería ser llamado ropa, es horrible –comenta señalando lo que llevo. No pienso muy bien en estos momento y sólo me arrojo sobre ella para comenzar a golpearla.
–Es el uniforme de la escuela ¡Estúpida! –respondo mientras ella jala mi cabello pero yo aprovecho esto para rasguñar su rostro y darle un par de golpes en el estómago.
Escucho gritos a mi alrededor y alguien me toma de la cintura para alejarme de esa chica, a la que le estaba dando una paliza por cierto.
–Lo siento. Liz no suele ser muy agresiva. –Matt está aquí y es quien me sostiene.
–No hay nada que ver. –Harry también está aquí y ambos se ven molestos. Molestos conmigo. Una vez solos y lejos de la mirada de los demás alumnos me regañan como papá lo haría.
–¿Cómo se te ocurre golpear a una de tus compañeras?
–Eso no está bien. Pueden colocar mala conducta en tu expediente.
–Basta –digo alzando la voz–. Se estaba burlando de mí, ya no lo hará más –murmuro para luego agachar la mirada. Todo el mal humor que tenía desapareció con esa pelea, ni siquiera sé porqué estaba enojada tan de repente.
–¿Por qué? Nunca te metes con nadie –dice Harry cambiando su tono a unos más suave.
–Sólo quería hablar con la chica más popular de la clase y ella no me dejó –les explico sintiéndome frustrada. De nuevo siento ese enojo–. También despreciaron las galletas que hice –agrego al recordar como el chico misterioso arrojaba la caja dentro del basurero.
–Ya entiendo, tuviste un pésimo día –me dice él pero Matt está en contra de mis acciones de todos modos.
–Esa no es razón para pelear con alguien. Pudiste lastimarte. –Mi hermano mayor me continúa regañado y lo hace todo el camino de regreso a casa. Ni siquiera mis padres me hubieran dicho tantas cosas, sólo Matt es capaz de dar sermones así.
Al día siguiente...
Luego de los sermones de mis padres me sentí muy culpable de haber golpeado a mi compañera, sólo debí ignorarla y hablar con la rubia. Ahora no quiero ir a la escuela pero mis hermanos son de lo peor y me llevan arrastras.–Vas a comportarte como una adulta e irás a la escuela –me dice Matt mientras me jala de mis brazos.
–¡No quiero!
–Si quieres. Camina. –Harry estás detrás de mí y empuja mi espalda. Cuando estamos llegando me doy por vencida, suelto un suspiro y dejo de luchar contra ellos.
Por suerte siempre llego temprano al salón y no veo a la rubia ni a sus amigas. Mis hermanos me ordenaron disculparme con mi compañera pero no quiero hacerlo. Es muy vergonzoso.
–Hey tú –el chico malo llama mi atención alzando su voz–. Me dijeron que ayer a la salida peleaste con alguien –comenta mientras se sienta detrás de mí.
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Escuela De Clichés
Teen FictionLa historia de una chica común y corriente que, por simple aburrimiento, termina haciendo estragos en la vida de sus compañeros de clase.