No tuve otra opción que decirle a Matt la verdad, sobre Harry, Charlie y la aplicación pirata. Él si creyó en mí y ahora lo enfrenta a él.
–¿Te conozco? –le pregunta Charlie mientras mira de arriba a abajo a mi hermano –Si es así te aseguro que jamás te olvidaría. –ahora le coquetea a Matt, no tiene límites.
–Es él. –llamo la atención de ambos haciendo que Charlie maldiga al verme caminar hacia ellos.
Él se cruza de brazos y me mira como si fuera un asqueroso incesto –Debí imaginarlo. Tu amiguito y tú están perdiendo el tiempo.
–Yo quiero a Harry y no voy a permitir que alguien lo lastime. –comenta Matt, pero olvidó decir que ambos no dejaremos que lo lastimen.
Ese pervertido sonríe de lado mientras toca los brazos de Matt –Mmm... ¿Eres su ex? Podríamos hacer un trío.
¿Cómo se atreve? Es un desgraciado.
De repente Matt toma sus muñecas para alejar sus manos de su cuerpo –Me das asco, todos los de tu tipo. –murmura serio mientras saca su celular y le enseña algunos contactos a Charlie –Mira, tengo los números de los hombres que tú usaste. ¿Qué pasaría si supieran donde estás?
–¡No! Por favor, no se lo digan. –ahora su sonrisa desapareció por completo y muestra miedo.
–Dejarás en paz a Harry. –digo manteniéndome igual de seria que Matt. El pervertido asiente rápidamente prometiendo que no volverá a esta ciudad, pero guardaré los números de esos sujetos por si acaso.
Yo suelto un suspiro al creer que todo terminó pero noto a Matt muy tenso –¿Qué tienes? –le pregunto para luego recibir una mirada cortante de su parte.
–Harry es gay, eso pasa. –responde molesto para luego marcharse de la feria.
Una hora después...
Harry regresa a casa decepcionado por no haber encontrado a Charlie, sólo para encontrarse con nuestro furioso padre.–¿Dónde estabas? –le pregunta haciendo que Harry baje la mirada e intente sonreír.
–Con mis amigos pero hubo un problema y...
–No debes mentirme, no te educamos así. –papá da una pausa para tomar aire –Ya sabemos que te gustan los chicos y tu hermano y yo estamos muy molestos contigo. También con tu madre y Liz por haber guardado el secreto.
–Y-Yo... Tuve que decirlo. –hablo mirando a Harry, siento un gran nudo en mi garganta. Él tiene los ojos brillantes y unas cuantas lágrimas bajan por sus mejillas.
Da unos pasos atrás mientras niega –Tú lo prometiste. –murmura haciendo que me sienta muy mal por haber roto mi promesa. Harry está a punto de quebrarse pero corre a su habitación antes de que eso pase, el lugar queda en silencio cuando él cierra la puerta y ninguno sabemos que decir ahora.
–Amor, fuiste muy duro con él. –mamá interrumpe el silencio. Pero papá la mira con el ceño fruncido.
–Tú lo sabías y no dijiste nada. Ambas lo sabían. –reprocha él para luego ir a la cocina por un vaso de agua y una aspirina.
Esto es un desastre. Harry me odia, nuestros padres están peleados y Matt no quiere ver a nuestro hermano ni en pintura. Y todo por mi culpa, no debí abrir la boca.
Lunes, en la mañana...
Me encuentro sentada en mi banco mientras tengo la libreta azul entre mis manos. Allí tengo anotado todo sobre mi investigación, pero ya no quiero seguir. Jamás sabré si la santa y mi vecino guapo terminarán juntos o si Thomas se quedará con Jessica o Sarah. Ya nada de eso me importa, me siento mal por lo de Harry y ahora todos en mi familia están molestos. Incluso papá nos dio la noticia de que lo trasladaron a otra empresa, en otra ciudad. Así que el cliché de la mudanza me afecta ahora, nos iremos en dos días.
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Escuela De Clichés
Teen FictionLa historia de una chica común y corriente que, por simple aburrimiento, termina haciendo estragos en la vida de sus compañeros de clase.