Cap. 28

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Como la exposición será dentro de una semana no podemos dejar de trabajar, así que ahora organizamos reunirnos nuevamente en la casa de Alexis para avanzar. Pero nuevamente nos encontramos esperando a Rayita ya que siempre llega tarde.

–Mary tarda demasiado, debemos comenzar sin ella. –me dice él mientras mira la hora por última vez.

–Bueno, por razones que no importan pude comprar las semillas hoy. Espero que crezcan para el día de la exposición. –hablo sonriendo nerviosa. Todo es por culpa de Harry y su nuevo amor, pero tampoco puedo enojarme con él.

Alexis asiente tarareando –Si, lo harán. Yo ya preparé la solución que tendrán las macetas. –agrega tomando una gran botella del piso la cual contiene un líquido transparente parecido al agua.

Ya tenemos toda la información y los carteles hechos, sólo faltan los especímenes. Con Alexis trabajamos con cuidado en preparar las macetas de vidrio y los llenamos de agua con esa solución. Por último colocamos las semillas y ahora sólo queda esperar.

–Terminamos rápido. –murmura él para luego soltar un suspiro. Parece molesto.

–Eh... Seguramente Mary tuvo otras cosas que hacer, por eso es que no vino. –hablo subiendo y bajando los hombros. Él me mira por un momento y luego asiente –Y además... Pienso que presentar ilustraciones sería genial, no sabía que dibujabas muy bien. –comento y puedo ver por unos momentos el rosado de sus mejillas. ¡Lo hice sonrojar, que tierno!

–No es gran cosa, es un hobby nada más. –comenta mirando a un lado. Lo incomodé bastante.

–Si no quieres está bien. Pero es una lastima que nadie pueda ver tus dibujos. –hablo de forma desinteresada. Espero unos segundos y Alexis buscar rápidamente ese extraño libro, el cual resulta tener páginas en blanco. Donde él ha dibujado todo tipo de cosas.

Alexis pasa algunas páginas y me enseña varias ilustraciones de plantas acuáticas –Bueno, s-si Mary y tú están de acuerdo podremos mostrar éstos y... –me indica varios dibujos mientras lo observo sonreír.

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No le presto ni la más mínima atención a lo que está diciendo, sólo observo su sonrisa y la forma en la que se mueven sus labios al pronunciar cada palabra

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No le presto ni la más mínima atención a lo que está diciendo, sólo observo su sonrisa y la forma en la que se mueven sus labios al pronunciar cada palabra. Él continúa hablando luego de humedecerlos y no puedo apartar la mirada, son casi hipnóticos.

Escuela De ClichésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora