Cap. 25

78 8 8
                                    

Ninguno dice nada y el lugar está en silencio. Uno un poco incómodo, debería decir algo pero no se me ocurre nada. Absolutamente nada.

–Ya se está tardando demasiado. –dice Alexis mientras toma su celular. Él busca el contacto de Rayita y le envía un mensaje preguntándole si se encuentra bien.

Mary
Si, estoy muy bien.
Gracias por preguntar

Alexis
Pues ven a mi casa, te estoy esperando.

Mary
A tu casa?
Esto está pasando muy rápido

Alexis
Vienes entonces o lo dejamos para otro día?

Mary
No, voy enseguida.
Besos

Él deja el celular sobre el escritorio y hace una mueca –Tal vez se le olvidó que debíamos juntarnos para el trabajo. –comenta pensativo.

–Parece que si. –respondo aún teniendo las respuestas de Rayita grabadas en mi mente. Creo que ella malinterpretó a Alexis demasiado mal y ya quiero ver su cara cuando me vea aquí.

–¿Cómo está tu mano? –murmura él haciéndome levantar la mirada.

Luego miro mi mano lastimada, aún continúo con los vendajes –Está mejor. Sólo es un pequeño corte. –respondo sonriendo –¿Cómo estás tú?

–Como siempre, aunque las heridas me pican un poco y tengo mucho calor con las camisetas de mangas largas. –me explica mientras pellizca su ropa.

–Estás mejorando bastante y eso es muy bueno. –lo apoyo haciendo que me sonríe de esa manera que me encanta. Es mi debilidad. Pero todo termina cuando habla de Rayita.

–¿Qué piensas de ella? –la pregunta de Alexis me toma por sorpresa y pienso un momento en qué responder.

–Es un poco distraída, tiene prejuicios como todos pero también intenta ayudar. Además le cae bien a todos en la clase e incluso a otros alumnos de la escuela. La vi hablando con los amigos de Harry. –digo omitiendo la parte de que ella me causa muchos celos.

Él me escucha con atención para luego comentar –Si, es muy agradable. –mi corazoncito se rompe al escucharlo hablar de Rayita de ese modo. Pero está diciendo la verdad, a la única que Rayita no le cae bien es a Sarah. Y eso es muy normal entre los clichés.

–Oh, entiendo. –murmuro mientras tengo la vista sobre mis libros de biología –Supongo que te gusta.

¿Qué? ¿Eso lo dije o lo pensé? Lo pensé, ¿No?. Mi cara está muy caliente y rápidamente me oculto detrás de mi libreta azul.

–Ese es el problema, está acostumbrada a tener amigos con quiénes puede salir, divertirse y reír. Yo no soy así, también es muy ruidosa. No digo que la odio, sólo que somos muy diferentes y que su personalidad no me agrada. –me explica con un tono de voz suave para luego sonreírme –Y no, no me gusta porque no puedo querer a nadie hasta que estos cortes desaparezcan. Tú lo dijiste.

–Bueno, pero yo fui muy dura contigo en ese momento. Estaba asustada y no sabía como reaccionar. –intento disculparme de nuevo a pesar que ya lo había hecho con las galletas que le preparé especialmente para él.

Alexis arquea una ceja para luego negar –No, yo fui quién te besó de la nada. Dos veces. A-Ahora sé que fue muy extraño para tí, lo siento. –al mencionar el beso mi corazón comienza a latir rápidamente, mi rostro se vuelve a un más caliente y siento mi cuerpo más liviano. Como si estuviera en las nubes.

–Descuida. –es lo único que puedo responder ahora y estoy haciendo lo imposible para ocultar mi sonrojado rostro. Luego doy una profunda respiración –¿Puedo pasar al baño?

Escuela De ClichésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora