Segundo día de clases... Mis hermanos se encargan de traerme a la escuela, Matt tiene 18 años y este es su último año en la escuela, después está Harry de 17, él sólo es dos años mayor que yo y me trata como una bebé. Luego se disculpa cuando le recuerdo que estoy a la altura perfecta para golpear su entrepierna.
–Vas muy animada –comenta al verme sacar una pequeña libreta azul de mi mochila. Decidí tomar nota de todo lo que sucede con mis compañeros, soy una gran observadora y ahora usaré mi poder para el mal.
–Si, voy a espiar a mis compañeros de clase –respondo. Cuando nos vamos acercando a la institución mi corazón comienza a latir de la emoción, últimamente he estado muy aburrida.
–Tú y tus bromas –ríe Matt, luego acaricia mi cabello, desarmando mi peinado como si fuera tan sencillo volverlo a hacer. Por suerte siempre uso una cola de caballo alta y mis hermanos pueden revolver mi cabello todo lo que quieran.
–¿Por qué los vas a espiar? –me pregunta Harry. Él si me toma en serio y eso me gusta.
–Quiero saber como se relacionaran con los demás, cada uno es muy diferente al otro y están todos juntos en un sólo lugar –respondo teniendo apoyada mi lapicera por mis labios.
–¿Cómo un experimento?
–Algo así –miento. Su cerebro es muy pequeño para entender algo tan complejo.
–Ella va a espiar a los demás porque no tiene una vida propia y está aburrida –comenta Matt teniendo los brazos cruzados. Odio que sea tan observador e inteligente.
No tengo tiempo de insultarlo porque veo que el chico misterioso llega a la escuela con minutos de sobra. Es muy puntual. Anoto todo lo que veo sobre mis compañeros, cada mínimo detalle.
–Suerte entonces –Harry se despide revolviendo mi cabello al verme tan concentrada y Matt sólo me ordena que tenga cuidado. Así cada uno va a su clase.
Reviso las notas que tengo hasta ahora y en lugar de colocarle su nombre a mis compañeros decido llamarlos de una manera más sencilla. Como "la rubia", "el chico malo nuevo", o "la nerd". Así es mucho más sencillo reconocerlos. Ya van los primeros minutos de la mañana y tengo suficiente material. El chico malo viene en una motocicleta a la escuela, completamente negra y de alta cilindrada. La rubia llega en su auto lujoso. La nerd caminando al igual que el chico misterioso, mientras que el chico nuevo tiene un Jeep rojo. Por poco me olvido del profesor y el frienzonado, ambos llegaron en autobús.
También me pregunto como rayos mis compañeros tienen autos o motocicletas si apenas tenemos 15 o 16 años. Mis padres apenas me dejan pasear en bicicleta frente a la casa y siempre me repiten que tendré algo más cuando sea adulta. Ni siquiera Matt tiene una motocicleta o un auto y él ya es prácticamente un adulto.
En fin, yo continúo anotando todo lo que ellos hacen disimuladamente. Los observo en silencio sin que lo noten. La nerd está muy concentrada en hacer su tarea cuando el chico nuevo se le acerca para pedirle ayuda, pero no, quiere que haga su tarea completamente. Es un abusivo y lo peor es que ella acepta.
Al chico malo no le gusta eso, él siempre fue el guapo y deseado de la clase. Lo escucho maldecir entredientes ya que se encuentra sentado detrás de mí, el profesor nuevo le llama la atención. Así que rápidamente le escribo una nota y se la paso disimuladamente.
"Tranquilo. ¿Quieres te que castiguen el segundo día?"
Él incluso se molesta aún más y rompe mi nota. Yo sólo quería ayudar.
–¡Déjame! –exclama mirándome con el ceño fruncido. Parece que alguien tiene problemas de ira, lo anotaré.
–Ferrer y Tyler, a la dirección –dice el profesor nuevo bastante molesto. Yo no hice nada pero lo pienso desaprovechar está oportunidad para saber más del chico malo, estaremos a solas por un tiempo.
–¡Si! –respondo animada mientras me pongo de pie. No olvido llevar mi mochila con todos mis útiles y la libera azul en mano. Allí anoto toda mi investigación.
–Profe –habla el chico malo–. Yo sé más que nadie que está prohibido obligar a los nerds hacer tu tarea pero él lo hizo y no es castigado –comenta refiriéndose al chico nuevo. Vaya, eso no me lo esperaba.
–¡Cierra la boca, no soy como tú! –contesta éste en un tono agresivo. Es otro con problemas de ira. El profesor le pone un alto a los gritos y también envía al chico nuevo con nosotros. Que suerte la mía, podré ver a ambos de cerca y también el profesor nuevo demostró ser firme y seguro al controlar a los muchachos.
Los tres somos expulsados de la clase pero para ambos muchachos sólo están ellos dos en los pasillos y no se molestan en pelear frente a mí con toda libertar.
–¿Por qué carajos me delataste? –le pregunta el chico nuevo. Ambos son igual de agresivos. El chico malo no se queda atrás y le da un fuerte empujón. Nosotros deberíamos ir a la dirección pero ellos están más ocupado, yo no interfiero porque están arreglando sus diferencias y tendré más material. Siento que cada vez los conozco más.
–Anaís es una buena chica, no puedes abusar de ella –responde teniendo los puños apretados. Eso me recuerda a la infinidad de veces que él mismo explotaba a la nerd con tarea, ella es la razón por la cual él llegó al tercer año. Pero hace un tiempo, el año pasado, noté que casi ya no se acercaba a ella por alguna extraña razón.
–¿Te gusta también? –cuestiona el chico nuevo con una sonrisa de lado. Eso hace que el chico malo gruña de la rabia–. Me encantó cuando la vi, pero debe ayudarme si quiere algo se mí –agrega con un tono egocéntrico.
Increíble. Ambos están enamorados de la nerd, aunque el chico nuevo sólo la quiere si puede sacar algo de provecho de ella y no estoy segura de qué forma la quiere el chico malo. Siento un poco de envidia, porque la última vez que dos hombres se pelearon por mí fue cuando dejé una rebanada de pizza. Harry y Matt casi empezaron la tercera guerra mundial entre ambos.
Mis recuerdos son interrumpidos por unos fuertes ruidos, al despegar mi vista de la libreta veo como ambos están peleando como salvajes. Debería ir a buscar ayuda. Estaba a punto de gritar pero veo como el chico nuevo golpea al chico malo, éste pierde el equilibrio y viene sobre mí. Termino en el suelo con él sentado sobre mi espalda, me duelen las rodillas y tengo un ligero golpe en la cabeza. Que suerte la mía.
–¿Te lastimé? –me pregunta él. Ni siquiera se mueve y es bastante pesado.
–No, s-sólo quise a-amortiguar tu ca-caída –respondo en un tono sarcástico. Esto me pasa por estar demasiado cerca. Poco a poco mi vista se hace borrosa hasta que todo se vuelve negro.
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Escuela De Clichés
Teen FictionLa historia de una chica común y corriente que, por simple aburrimiento, termina haciendo estragos en la vida de sus compañeros de clase.