Cap. 8

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Fin de semana, antes haría una fiesta por ser fin de semana. Pero ahora me lamento porque no puedo analizar a mis compañeros clichés. Debo conformarme con ver imágenes graciosas en mi celular.

De repente me aparece un molesto anuncio, malditos anuncios que arruinan mi diversión. Me tomo la molestia de leerlo y es la cosa más estúpida que pudieron inventar. Dice que se trata de una aplicación utilizada por hackers, sí claro. Rodo los ojos y quito el anuncio, o eso es lo que creo. Mi dedo resbala, toco algo más y esa supuesta aplicación comienza a descargarse.

–¡No, no! –exclamo mientras trato de cancelar pero es imposible, mi celular comienza a vibrar incontrolable para luego apagarse por completo–. No, seguro es un virus –digo soltando un suspiro y me arrojo boca abajo en la cama.

Unos minutos después despego mi cabeza de la almohada y tomo el celular. Lo enciendo. El aparato reinicia solo, todo parece normal y nada parece andar mal. Todas mis aplicaciones están bien y también están esa maldita aplicación pirata.

Voy a borrarla de inmediato pero un mensaje de WhatsApp me llega, al parecer el profesor nuevo me ha agregado a un grupo. Veo la información de dicho grupo y están todos los números de mis compañeros ahí. Toco el perfil de la nerd y veo su foto junto con su estado.

–Está en línea –murmuro. Tal vez le diga hola. Estoy a punto de escribir pero algo está mal, no puedo hacerlo y veo que ella está hablando con alguien más. ¿Qué es esto?

En mi pantalla va apareciendo su conversación:

Desconocido
Hola

Anaís
Hola, quién eres?

Desconocido
Alguien que conoces

Anaís

En serio? No tengo muchos amigos

Desconocido
No entiendo porqué, eres muy simpática

Anaís
Eh? Gracias.
Pero no me dijiste quién eres

Desconocido
Si te digo no vas a querer saber más de mí.
Sólo quiero que seamos amigos


Aparto mi mirada de la pantalla y rápidamente busco la libreta azul, esto es oro puro. Puedo ver sus conversaciones.

–Es obvio que eres tú, chico malo –digo sonriendo mientras anoto todo lo que dicen. Por suerte no borré esa rara aplicación, realmente es muy útil.

Ellos continúan hablando de cosas triviales hasta que se despiden prometiendo que hablaran mañana a la misma hora. Y yo me conectaré para leerlos. Busco de inmediato otro perfil y decido entrar al del profesor. Su foto está muy bien y lo muestra a él en la playa y con gafas de sol. Tiene una linda sonrisa. Veamos.


*Número de celular*
Buenos días profesor, se ve muy bien en la foto de perfil

Profesor
Muchas gracias

*Número de celular*
Le cuento algo? Me gustan los hombres mayores

Profesor
¿Quién eres?

*Número de celular*
Siempre lo observo, me encanta sus músculos.
Me imagino que usted me sostiene con fuerza mientras murmura cosas en mi oído.
Cosas calientes

Escuela De ClichésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora