Luego de la muy poca convencional confesión de Alexis, él se separó de mí para luego disculparse. Decía que hizo eso por impulso y que tal vez yo ya estaba con alguien. Pero lo detuve sosteniendo su mano. Siempre había soñado con eso desde los 15 años, tomar su mano y caminar juntos.
–Descuida. –le dije sonriendo. Entonces hice puntitas de pie para poder besarlo. Incluso ahora él es mal alto, mientras que yo sigo siendo enana.
Los días pasaron mientras él y yo compartimos mucho tiempo juntos. Casualmente Alexis está estudiando arte y me ayuda a hacer mis diseños, los cuales ahora son un poco más coloridos gracias a él. Hoy es un día normal en la tienda de Sarah en la cual trabajo, ella resultó ser una de las empresarias más grandes de esta era en el mundo de la moda, tiene campos en donde cosechan algodón y fábricas que se ocupan de transformar ese algodón en telas de muy buena calidad. Con esas mismas telas trabajo y ya veo porqué todos la prefieren. Al parecer ser rubia y popular no significa ser una muñeca de plástico sin cerebro como yo pensaba.
–Buenos días. –Alexis entra a la tienda y da un saludo general para el resto de los empleados que trabajan aquí. Dos chicas y un chico, los cuales empezaron hace poco y están bajo mi cargo.
–Buenos días, búho. –respondo mientras levanto mi cabello. Estaba haciendo unos bordados para un vestido de gala.
Él se acerca a mí y rodea mi cintura con sus brazos mientras me abraza por la espalda –¿Búho? –pregunta levantando una ceja.
Yo lo miro desde abajo y sonrío –Sip, es un apodo cariñoso como gatito o pastelito. –le explico. Entonces él se separa lentamente de mí mientras tiene una mirada de confusión en su rostro.
–Pero...
–Tú eres elegante, alto, con una mirada fría y sobretodo misterioso. Eres mi búho bebé. –digo mientras subo sobre un banquillo que está a mi lado y así quedamos a la misma altura.
Él continúa con esa mirada confusa, entonces toma mi mentón con una mano y aprieta mis mejillas al mismo tiempo –Entonces tu eres mi ardilla.
–¿Eh?
–Pequeña, ágil y con grandes mejillas. –al escuchar eso junto a la risa de Alexis, no puedo evitar sonrojarme y bajar la mirada apenada.
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Escuela De Clichés
Teen FictionLa historia de una chica común y corriente que, por simple aburrimiento, termina haciendo estragos en la vida de sus compañeros de clase.