La clase de hoy fue sumamente pesada, pero por suerte el recreo llega y tengo un momento para descansar de las miradas de odio de esos tres chicos, el nuevo, el malo y del misterioso. Los comprendo, cada uno tiene sus razones para odiarme.
Debo pensar en algo para solucionar todo lo que hice, no fue mi intención molestar a todos. Lo bueno es que ya sé por dónde empezar, primero ayudaré al chico malo a confesarse con la nerd. Luego intentaré que mis hermanos se disculpen con el nuevo por humillarlo, aunque no se lo merezca y por último haré que el chico misterioso deje de auto lesionarse.
Esos son mis objetivos y los anoto en mi libreta azul, aunque tampoco dejaré de investigar a nadie. Por ejemplo ahora, el frienzonado lleva todos los libros de la rubia en sus brazos, ella la trata como a un esclavo y él sigue enamorado de ella. Es como la historia de la nerd y el chico nuevo. Muy triste.
La campana indica que el recreo terminó, así que regreso a mi clase tranquilamente, no hay casi nadie en los pasillos ya que todos corren a lo bestia para llegar a sus lugares a tiempo. En ese momento comienzo a escuchar unos extraños sonidos que provienen de un salón a mi derecha, el mismo no tiene uso ya que lo están pintando. Me asomo a pasos sigilosos y veo a través de la puerta semi cerrada a una pareja dentro, se están comiendo a besos y esos son los ruidos que escuché.
–N-No pueden hacer eso en la escuela –me digo en mis pensamientos, esto es muy incómodo y mi rostro está muy caliente. Me sorprendo al ver que se trata del chico nuevo con una alumna del segundo año, ella está sobre una mesa mientras él se encuentra entre sus piernas. La ropa de ambos está desarreglada.
Doy un profundo suspiro y dejo mi vergüenza a un lado diciéndome que debo ser profesional con mi trabajo. Tengo mi libreta en mano, muevo la lapicera sobre la hoja y anoto todo lo que veo, aunque no es mucho ya que el chico nuevo está de espaldas. Ella tiene sus manos en la nuca y en el cabello de él, dándole caricias mientras que su acompañante la besa desesperadamente.
Sus manos le acarician el pecho bajo la ropa y ella no puede evitar gemir bajo. La camisa que él lleva puesta cae de sus hombros dejando descubierta su fuerte espalda. Es guapo pero todo lo bueno termina en la basura gracias a su personalidad y actitud, e inesperadamente él se detiene para luego pedirle a la chica que se largue.
–¿Qué pasa? Nadie nos verá aquí –le dice ella dándole un par de besos más. Lamento contradecirla pero yo los estoy observando.
–¡Dije largo! –exclama él dándole un susto. La chica se apresura a acomodar su ropa y cabello para luego salir corriendo del salón. Yo me oculté detrás de la puerta y ella no pudo verme al salir.
–Es extraño –me digo mientras miro hacia el chico nuevo. Él se ve molesto o desesperado, además termina pateando un par de sillas. ¿Será que tiene impotencia sexual?
Él también sale del lugar sin siquiera notar que estoy escondida detrás de una de las puertas. Se arregla la camisa mientras se aleja y yo continúo escribiendo sobre su reacción. Realmente fue muy extraño.
–¿Hum? –Alguien se encuentra detrás de mí. Cierro mi libreta al mismo tiempo que trago saliva, siento la adrenalina correr por mis venas. Al girar la cabeza me encuentro con los ojos negros del chico misterioso, la adrenalina aumenta y estoy a punto de salir corriendo. Pero delataría que si estaba espiando.–H-Hola –digo intentando formar una sonrisa verdadera, es bastante difícil ya que él me mira de esa forma terrorífica. Trago saliva nuevamente.
–No le diré a nadie que los estabas espiando –comenta haciendo que mi corazón lata rápidamente.
–Gracias –murmuro mientras juego con mis manos–. Igual fue un accidente, escuché ruidos y los vi haciendo eso –intento explicarme de algún modo y eso fue lo que realmente pasó.
–Te creo. Yo te estaba siguiendo por accidente –dice bajando su tono de voz cada vez más. El escalofrío vuelve a recorrer mi espina dorsal al sabe que él me estaba siguiendo. Mierda, porqué él tiene que ser tan... tan misterioso.
Yo doy unos pasos hacia adelante, intento volver a clases.
–La campana ya sonó y... –me callo cuando el chico misterioso toma mi muñeca para impedirme avanzar. Su manga se levanta un poco dejando a la vista unos dolorosos cortes, eso toca mi lado bueno y no lucho para liberarme.
Él mira su mano y sus ojos se sorprenden, tal vez me detuvo por impulso, entonces me suelta lentamente para luego bajar su manga.
–¿Qué tienen tú y Patrick? Él me obligó a dejar una nota en tu asiento –me pregunta manteniendo su mirada abajo. Si, el chico malo le ha hecho la vida imposible desde que llegó a esta escuela, desde el primer año hasta ahora. Entiendo porqué Alexis es tan cerrado y tímido, hasta estoy segura que esos maltratos lo llevaron a cortarse.
–Él está enamorado de Anaís y lo estoy ayudando a ser mejor persona –contesto haciendo que la expresión del chico misterioso se relaje. Al parecer le gustó mi respuesta.
–Oh. Entonces... ten cuidado con él y suerte. –Una pequeña sonrisa aparece en su rostro. Es adorable.
Yo asiento pero me detiene una vez más, ahora me sostiene de mi ropa para evitar que me vaya.
–¿Hay algún problema? –pregunto suspirando. Debo tener paciencia y recordar que lo ayudaría porque se la debo.
–No sé tu nombre.
¡¿Sólo me detuvo por esa estupidez?! Yo le sonrío lo mejor que puedo.
–Es Elizabeth. –Ya mi paciencia se está acabando y no quiero pensar en la tarea extra que el profesor me dará por llegar tarde–. Camina de una vez, el recreo terminó hace 15 minutos –gruño mientras lo jalo del brazo. Prácticamente lo arrastro hacia la clase y, como temía, el profesor nos dio tarea extra a ambos.
A la hora de la salida...
Que día más interesante, desde que comencé a analizar a mis compañeros mi vida se a puesto más activa. Descubrí que el chico nuevo tal vez padezca de impotencia y que el chico misterioso es un poco impulsivo pero no malo. Sólo ha pasado por cosas terribles.–Liz, espera. –Anaís viene corriendo hacia mí mientras abraza unos cuantos libros contra su pecho. Típico de la nerd.
–¿Qué pasa?
–¿Puedo acompañarte a casa? Yo vivo a unas casas más adelante de la tuya –me dice sonriendo. Si, ella vive más adelante y nunca me había pedido si puede acompañarme. ¿Por qué ahora?
–Si, vamos. Pero mis hermanos nos molestaran en todo el camino –digo al ver a ambos en la entrada. Me están esperando como todos los días.
–No hay problema, ellos son lindos y parecen pareja. –La nerd rie nerviosa mientras se oculta detrás de sus libros. ¿Qué demonios? ¿Pareja?
Ah, debe ser ese tipo de chicas obsesionadas por las parejas gay. Que loca, ellos dos son hermanos y...
–Claro –me digo y saco la libreta azul. Ellos serían el cliché de insecto forzado, no me sorprende, aunque nunca harían nada entre ellos, se odian pero no tanto para pasar al amor.
"Del odio al amor hay un solo paso"
–Bueno, vamos –suspiro al ver que ella está sonrojada y se limpia la nariz por una extraña razón. Su forma de ser y como se expresa me agrada, tal vez si podremos ser amigas.
ESTÁS LEYENDO
Escuela De Clichés
Ficção AdolescenteLa historia de una chica común y corriente que, por simple aburrimiento, termina haciendo estragos en la vida de sus compañeros de clase.