CAPITULO 17_2

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Hacía rato que había caído el último de los árboles marcados para la tala. Hyun Seung detuvo la motosierra y miró alrededor. El trabajo de dividir los troncos en fracciones había terminado. Ahora, algunos hombres se afanaban en desmocharlos con las hachas y otros en transportar las ramas hasta el camión. Se acercó a Minho, que resopló tras terminar de despiezar el suyo y cargó la motosierra sobre el hombro derecho.

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—¿Bajamos y nos echamos un cigarrito? —preguntó Hyun Seung señalando con un gesto hacia la carretera.

—Tú odias el tabaco —dijo comenzando a descender la ladera.

—Pero un cigarrito no me hará daño, ¿no? —insistió yendo tras él.

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Minho se limitó a reír mientras cuidaba de no tropezar con troncos y ramas. Jamás había visto a su amigo con un cigarrillo entre los labios y dudaba que esta fuera a ser la primera vez.

Dejaron las pesadas herramientas en la trasera del camión y junto a ellas los cascos, las gafas protectoras y los guantes. Después se acercaron a la valla de hormigón que separaba el arcén del río, bien lejos del combustible y cualquier otra cosa de fácil ignición.

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—¿De verdad quieres uno? —dijo Minho al tiempo que abría la cajetilla.

—Me he propuesto entenderte y voy a comenzar por descubrir qué encuentras en esta cosa para que solo te separes de ella mientras duermes o dibujas — inho convirtió su risa en irónica carcajada, pero le entregó un cigarro y lo encendió. La primera inhalación provocó a Hyun Seung un violento acceso de tos —Horrible —consiguió decir con voz ahogada a la vez que el humo irrumpía por su boca— Esto te tiene que hacer polvo los pulmones —cogió oxígeno con teatralidad— ¡No sé cómo puedes maltratar así a tu cuerpo, Bro!

—Te lo he explicado —aspiró de su propio cigarrillo— Me ayuda a no pensar.

—Tal vez ese sea el problema, que no piensas las cosas antes de hacerlas —tiró el cigarrillo al suelo y lo aplastó con el pie— Porque hay un nuevo problema; uno del que no me has hablado, ¿verdad?

—Yo no pienso y tú lo haces demasiado —bromeó, y al instante siguiente recuperó la seriedad— Pero tienes razón. Hay un problema —se apoyó en la barandilla y miró a los compañeros que seguían trabajando en la ladera— Busco su compañía. Independientemente del odio que siento por él, me gusta tenerlo cerca —Hyun Seung no necesitó oír ningún nombre para saber de quién hablaba. Sacudió la cabeza con pesar y se sentó a su lado, hombro con hombro.

—Por una vez en la vida me habría gustado estar equivocado —se lamentó— Pero hay evidencias que no se pueden tapar con nada. Siempre he tenido claro que lo amabas —Minho rio por lo bajo. No se había atrevido a pensar en esas palabras, pero ahí estaba su amigo, que a veces parecía su conciencia, diciendo una vez más lo que a él le aterraba siquiera preguntarse.

—No lo digas ni en broma —consumió una buena parte del cigarro en una sola y ansiosa inspiración— ¿Qué clase de hombre sería si lo amara después de lo que me hizo?

—Uno de verdad —respondió aun sabiendo que no había sido una pregunta— Uno que cuando ama lo hace para siempre y por encima de todo; incluso de las traiciones.

—¡Valiente consuelo sería ese! No. No lo amo. Lo nece... —tragó al sentir que las palabras se le atravesaban en la garganta— Creo que... ¡Dios, no lo sé! —se frotó la cara con energía— En realidad, Kibum fue el motivo que encontré para seguir vivo hasta salir y cobrarme la deuda. Ahora es posible que esté confundiendo las cosas. Me he convencido de que lo necesito y...

Je T'aime Et Je Te Hais _ Adaptacion (MinKey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora