Está de más decirte que te escribo con el corazón muriéndose, la nieve del tiempo poco a poco va cubriendo mi cabello y aún no te he podido olvidar. Es cierto que se puede amar incluso después de la muerte, tan solo mírame, mis sentimientos por ti están más vivos que yo.
No sé si sea absurdo escribir una carta a una persona muerta, después de tanto tiempo, pero necesito hacerlo porque estoy más solo que un náufrago en el inmenso mar.
Es mentira que el tiempo ayuda a superar cualquier cosa, y si es verdad ha hecho excepciones conmigo. Intenté infinidad de veces olvidarte con otras pieles, incluso con caricias compradas, nunca pude olvidarte, no hay estrella en el firmamento que brille tanto como tú, bonita, eras y serás eternamente la primera. Después de ti, no quedó nada.
Me clavaste una daga de la peor manera posible, me destruiste de las formas más crueles que encontraste y en todos los sentidos existentes. Dañaste mis sentimientos con tus mentiras, dañaste mi autoestima al no contarme que eras una adicta al sexo, ¿acaso no me creíste capas de cumplir a tu deseo exacerbado?
No puedo olvidar el sonido de tu voz, el olor de tu cabello, te veo pasear por la casa y la herida sangra ¿eres tú? ¿no te has ido? ¿Porque no me has llevado contigo? Martín es el único amigo que me queda, me aconseja vender la casa y vivir con él y su quinta esposa, pero jamás voy a dejar nuestro hogar, me voy a morir aquí donde pasamos tantas cosas hermosas. Recuerdo tu expresión al ver nuestra nueva casa, estabas tan feliz e ilusionada, fue el mismo día que encontré esa prueba de embarazo, la de Anel ¿verdad?, Porque era de ella ¿cierto?, tú fuiste capaz de matarme a mí, pero no a algo que se convertiría en un bebé.
Me siento miserable y con una culpa eterna por no haber estado contigo tus últimos días, recapacite muy tarde, ya estabas por ser metida a un agujero, fuí un cobarde y lo siento tanto, te deje sola cuando más necesitabas de mí, pero el dolor de tus traiciones me cegó y aparte no quería verte partir, quería recordarte como estas actualmente en mi memoria, como las hojas del verano que tanto te gustaba, no como te miré los últimos días que estuve contigo, viva pero sin vida, fría como el invierno que se marcho y te llevó en sus aires congelados.
¿Sabes? Por eso nunca me atreví a mirar los videos que delataban tu promiscuidad, esos donde fuiste de cientos cuando me pertenecías, los mismo que le pedí a tu mamá que enterrará junto contigo.
Me pregunte tantas veces porque nunca me di cuenta de tus infidelidades, y mi respuesta siempre fue la misma, te amaba, confiaba en ti como un ciego al bastón en su mano, y si tú me decías que el cielo era verde, así lo creía porque pensaba que no tenías porque mentir.
¿Qué hago? Dime cómo mierda sigo avanzando en esta vida sin tí, es que simplemente no le encuentro sentido, mi paladar no le encuentra el sabor que tu le dabas.
Nunca podré ser feliz gracias a ti y no sabes como te he odiado por eso, pero a la vez te sigo amando y te amaré, esta vida la que me robaste, la que ya no existe y Millones de vidas más.
Me da miedo que el tiempo haga estragos en mi memoria y olvide la razón de porque me siento tan vacío, de porque estoy solo en nuestra casa, me da miedo olvidarte porque si algo me mantiene con vida es tu recuerdo, y tú recuerdo duele bonita, curarme.
Los años no han borrado la sensación de tus labios en mi piel, es lo mejor que tengo. La casa sigue oliendo a tu perfume, tal vez porque lo he comprado desde que tú no estás y lo he rociado en cada mueble, en todas las paredes, en tus prendas y en cada rincón de la casa, aunque no es lo mismo, porque no hay persona ni cosa en esta vida que logre portar la fragancia como tú.
Las mil y una noche que desperté gritando tu nombre, abrazaba la almohada que tenía el olor a tu champú, cuando se le borro la tire a la basura, después me sentí el más patético lanzando mi cuerpo contra el camión de la basura para recuperarla. Terminé llorando en la banqueta, abrazando la almohada como si fuera tu cuerpo.
Muchas cosas pasaron desde tu partida; mis padres se separaron a los dos meses de tu muerte. Mi mamá encontró ropa interior de mujer en el despacho de mi padre, ella estaba deshecha por los años de matrimonio que él tiró a la basura, y no conforme con su traición también la humilló, le grito ante todos los vecinos que estaba vieja, que le daba asco estar en la intimidad con ella, que siempre tuvo una amante que lo complacía, que la ponía como él quería y no andaba de ridícula como ella. Esteban se busco una mujer más joven, su cabello era negro y largo, su piel pálida, tenía ojos color marrón y movía las caderas al caminar. ¿Te parece familiar? a mí también, tenía mucho parecido contigo. Él se largó y no volví a saber de él. Mi madre murió hace un par de años, pero hasta donde pudo estuvo conmigo intentando que saliera adelante, que hiciera vida, sé que se marchó con el gran dolor de que yo no estaba bien, pero como estarlo si no estoy completo, me falta algo, me faltas tú, con un carajo, ¡vuelve!
Tuve una hija, la cuál me quitaron, su madre, a la que nunca ame, me prohibió verla porque rechacé a Wendy, mi hija, al no tener el color de tu cabello, el de ella era castaño claro, sus ojos eran grises como los de su mamá, la misma que se largó diciendo que estaba enloquecido. Nunca lo entendió, no era locura, era amor, que son semejantes, en ambos casos pierdes la cabeza.
En una ocasión estuve a punto de encontrarme contigo, pero los doctores me salvaron, le prometí a mí madre que no lo haría nunca más. Ahora solo espero que el tiempo haga su trabajo, aunque corre tan lento que la soledad en mi vida se siente cada vez más intensa.
Tengo un secreto que decirte, no te lo iba a contar hasta verte de nuevo pero es necesario que te enteres que tu mamá y Bruno se conocieron mucho antes que tus padres empezarán el divorcio, fueron amantes y tu papá los descubrió, me enteré el día de tu funeral, tu mamá se culpaba por el desorden que había causado en tu vida, y también la culpe, ella se mudó a esta ciudad ya que tú cuerpo estaba aquí, investigué donde vivía e iba a su casa a gritarle que era una asesina, ella salía a consolar mi llanto y en una ocasión me entrego un sobre, tenía el resultado de unos estudios que te hicieron. Al parecer eras una imán para los tumores porque tenías uno en tu cabeza, estaba alojado en el área que controla el comportamiento sexual, era el causante de tu deseo incontrolable. No lo podía creer, fue como si me estuvieran jugando una broma empecé a reírme como desquiciado, después una furia colosal me recorrió el cuerpo, no entendía porque tuviste que ser tú, la víctima, porque tú pequeño cuerpo cobijó tantas enfermedades. Entonces la culpa de no haber estado contigo en tus últimos momentos se apoderó de mi vida sin piedad. Tu madre se cambió de casa no sé a dónde fue, pero los nuevos habitantes no soportaron que les gritara asesinos y llamaron a la policía.
Tuviste una hermana, ya es una adulta, pero no tiene ni la mitad de tu belleza.
¿Sabés? Creo que el dolor me ha vuelto cada vez un poco más loco, en una ocasión acudí a tu florería y a lo que queda de lo que una vez fueron flores hermosas, les rece con fervor que te regresarán a mí, llore hasta que pensé que mis lágrimas las iba a hidratar al grado de hacerlas florecer de nuevo.
Wendy no puedo más con el dolor de tu ausencia, vivir así es estar en el mismo infierno y no aguanto más ¿cuándo vas a venir por mí? estoy viejo y no tengo a nadie, y no necesito a nadie, solo a ti. Te quiero pedir un favor, espérame en la eternidad, ahí te amaré sin condiciones, sin enfermedades, con la fuerza guardada de todos estos años y el dolor de un enamorado que se quedó sin nadie a quien entregarle su amor.
Extraño tus besos llenos de traición, tus abrazos que me hacían sentir amado y el más afortunado, me hace falta de una manera enferma tu cuerpo de diosa. Muero por ti bonita, te necesito como cada día de mi existencia y sigo esperando que regreses, aunque sea todo una mentira, aunque no seas solo de mí, aunque tenga que compartir tu cuerpo porque tú deseo sea más grande que tu amor por mí, vuelve, no importa las consecuencias, vuelve aunque seas una ninfómana.
- - - - - - - - - - ♥
ESTÁS LEYENDO
Ninfómana.
General FictionSiempre pensé que no había sentimiento más fuerte que el amor, pero no conocía el deseo. «El deseo es una sed loca que no se apaga con beber; se apaga con otro cuerpo que tenga la misma sed» Registro en SafeCreative: 1002201604113