O C H o

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Un pelinegro añorando poder dormir todo lo posible se encontraba tirado junto a un cuerpo menudo en la cama de su cuarto. No era nuevo que Taehyung se abrazara al mayor mientras dormía para entrar en calor, es más, era algo seguro de cada noche. Sin embargo, no lo era sentir sus orejitas y su cola haciéndole cosquillas en las partes donde se movían.

—Ngh... Tae no muevas la cola... da cosquillas.

—Hobi me duele todo... mi cabeza va a explotar.— Expresó antes de aprisionar sus piernas en plan Koala a la desnuda figura de su amo. Hoseok no tuvo palabras ni fuerzas para decir algo en contra, sin más besó la manta de cabello frutilla de su chico. Adorando el olor que desprendía, era como una aglomeración de frutos rojos y limón. Fantástico olor.

—Hobi me duele mucho...— Dijo con un gemido lastimero de acompañamiento. Era muy real que no era capaz de mover sus piernas ni la espalda correctamente.

—Ah, iré por medicina pequeño.

Unos metros alejado, Hoseok se daba golpes en la cara. Muchos recuerdos con imagenes pasadas en la noche anterior lo atormentaban. Había caído en tentación, y se había apoderado del inocente cuerpo de su pequeño. ¿Él lo recordaría? ¿En su estado lo habrá disfrutado tanto como él? Si no lo recordaba, cuando lo hiciera ¿lo odiaría?

Todo eso lo aterraba.

Con los pocos días de conocerse había sido un completo imbécil, peor. No negaba un cariño exorbitante, ni tampoco la atracción física y mental hacia Taehyung. Pero ni siquiera le había pedido ser novios y ya se habían expresado todo de la manera corporal.

Muchos dirán que ¿Cómo no se controló? Pero eso se hace imposible si tienes a un chico hermoso y tierno bajo el techo de tu casa, agregando que terminas absulutamente todos los días con una erección por la manera inocente de provocarte sin siquiera saber el significado de la palabra. Ese chiquillo lo mataría. Rogaba que si Tae recordaba lo anterior no tomara una decisión en donde no le hablara o algo peor.

A la vista de muchos, sería estúpido y débil pensar que sin la compañía de alguien que hace una semana llegó, su mundo y la manera de vivirlo cambiaría drásticamente.

Ese era el efecto que Kim Taehyung provocaba en él.

—Toma pequeño, solo te puedo ofrecer un café cargado por las recomendaciones de cero medicación adicional de tu doctor.— El menor tomó el recipiente, regalando una sonrisa cansada a su dueño. —Puedes, si lo deseas, dormir todo el día. Es lo mejor para tu estado de resaca Taehyungie.

—¡Pero tú debes dormir conmigo y darme mimos Hobi! Eso dijo Jimin anoche.— Maldito gato entrometido, al parecer todos ya sabían que caería ante los encantos del híbrido. —También me dijo que me hicieras masajes en las zonas con dolor.

—¡Ven Hobi quiero estar contigo!— Contra el aegyo de Tae nadie podía salir ganando.

Una vez metido en la cama, ya tenía encima haciendo pucheros al menor para que le diera masajes en la espalda. Podría repetirlo mil veces, pero aun así no se cansaría de decir que su cuerpo era una belleza. Suave y fomado. Un manjar a la vista.

—Eres maravilloso TaeTae.—El nombrado seguido de una risita avergonzada, se sonrojó. Hasta se podía camuflar con el pelo.

Hoseok daba tiernos masajes por el frágil cuerpo, tomandose todo el tiempo necesario para no dejar desatendido ningún espacio de la espalda, partiendo por los hombros y terminando en la parte baja de un chiquillo hecho un manojo de una especie de ronroneos, por lo extraño que se viese al no ser un felino. Su cola juguetona se movía acariciando las piernas de Hoseok que estaban acomodadas por los lados de su cadera. Nunca me había tomado el tiempo completo para admirarla, parecía sedosa y esponjosa. Se aventuró a tomarla entre sus dedos y Taehyung pegó un brinco, su cola era preciada y sensitiva. No dejaba que nadie la tocara, a excepción de Lay, su veterinario. Pero por algo desconocido el toque de Hobi no le desagradaba, sino que hasta le encantaba y producía los mismos síntomas que la noche anterior. Ese cosquilleo que hacía que su pene se levantara.

—Hobi, quiero hacer lo de ayer... pero me duele.— Ansiaba tener toques placenteros, sentir como su interior era llenado.

¿Qué Hoseok se ahogó tres veces? Para nada.

—Si te duele no lo haremos Tae. No te lastimaré.— El pelirrojo era obstinado, y el contrario lo sabía perfectamente así que se rindió producto de su mueca en desacuerdo. —Te haré sentir bien, pero sin penetrarte. Lo mereces Tae.

Sin preánbulos tocó por encima de los pantalones de tela fina lo que ya le pertenecía, su dulce trasero y no contento con eso, el pelinegro bajó de un tirón las dos prendas que lo cubrían. Quedando expuesto un joven delicado que rogaba ser ayudado con el dolor de su lindo y rosado miembro. Tomó las nalgas y las amasó a su gusto, de vez en cuando con los dedos pulgares tocando superficialemente esa entrada que ayer había sentido alrededor de su pene.

En el cajón aun quedaba del lubricante sabor fresa obsequiado por Jungkook, así que lo sacó y esparció una cantidad ápta para jugar un poco. Ver caer el líquido sobre aquella tentadora parte anatómica, hizo que sus ganas de probar cosas nuevas aumentaran, por lo que tomó las caderas de su amante para que las pusiera en alto y luego las separó lo suficiente para tenerlo a su entera disposición. Con su lengua probó la mezcla de los líquidos, fascinándose por lo bien que sabían. Recorría ese anillo con la punta de la lengua, mientras que una mano estaba sobre la nalga izquierda, misma que recibía de vez en cuando palmadas moderadas. Su mano derecha estaba firmemente puesta sobre aquella erección que tanto amaba. Sintiendo al zorro cerca de su final, Ho presionó su lengua contra la entrada, abriéndose paso y arrancando un grito de placer en Taehyung. Así fue su panorama durante unos minutos más, donde su bebé se corrió con un gemido que hizo palpitar su miembro un poco más.

Él por su parte, solo necesitaba de su mano y la vista preciada de su zorrito tratando de recuperarse. Tomó algo de lubricante y lo esparció por su erección dura como roca, comenzando a menear de arriba hacia abajo en movimientos acelerados, luchaba por su orgásmo en silencio. Hasta que sintió como una manito suave de dedos muy largos se colaba al agarre de su pene, llevándolo con un gruñido a correrse alcanzando sin darse cuenta, a manchar con su semen la barbilla de su menor. Por lo que cuando consiguió abrir los ojos se topó con Taehyung limpiándose y llevando la sustancia viscosa hasta su lengua para degustar.

Esa sola imagen, hizo que se levantara su miembro de nuevo.

Hybrid; Vhope [폭스] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora