D I E C I S E I s

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Taehyung se había planteado varios minutos abortar su misión y quedarse con ese rubio platinado que le sentaba bastante bien. No obstante deseaba que al momento de conocer a su bebé, este lo hiciera con su cabello al natural y castaño. Por lo que con ayuda de un bol y unos cuantos utensilios de peluquería repartía el tinte más parecido a su cabello original.

Hoseok había salido hace algunos minutos a comprar algún pastel. En su defensa como buen zorro, los bebés eran muy hambrientos y amaban lo dulce. No era nada raro que el pelinegro despertara producto del híbrido haciendo pucheros tiernos y pidiendo chocolates a las 3 AM. Todo el esfuerzo por despertar lo canjeaba al ver a su tierno Tae comer muy contento.

El resultado del tinte era raro. Hace más de una década de que no se veía a sí mismo como el Taehyung de 8 años que cuidaba híbridos gatitos aprendiendo a caminar. En esas instancias había conocido a Baek, el niño que más llegó a adorar. Ese pequeño era otro de los pocos ejemplares de zorro en el recinto. Hasta el día de hoy no sabe que fue de él luego de ser adoptado a los 8 por una familia. Antes de irse había prometido ser feliz y recordarlo siempre, el pequeño estaba muy emocionado por estar junto a sus dos papis.

Un año después con la noticia de que por fin un humano lo quería consigo, supo de corazón que podría hacer reales sus sueños de engendrar bebitos y que sería feliz con ellos.

—Amor, no escondas tu pancita... Me hace feliz verla todos los días junto a mí en nuestra casa.— Hoseok se acercaba con una bella sonrisa en la cara. Al momento de estar de pie frente a su chico dejó las bolsas de comida en la mesita de centro, se arrodilló frente al chico que extrañamente estaba castaño y fue desabotonando la camisa orquídea que cubría a sus bebés. Taehyung se dedicó a mirarle desde lo alto, analizando que haría.

Jung terminando sus acciones, observó ese gran abultamiento que le anticipaba un gran futuro, con una familia grande y feliz. A la par que tocaba la piel tibia, esta le respondía con pataditas certeras. Aunque por su puesto que no era la primera vez que lo hacía, el sentimiento era espectacular y le alegraba el día por completo. Él y Tae habían formado las dos maravillosas vidas que esa barriga albergaba en tranquilidad.

Todo había sido algo rápido, pero nunca se arrepentiría. Su menor era una persona envidiable, ¿o Hoseok lo era por tenerle?

Su piel tersa, cálida y su rostro endiabladamente perfecto eran una perdición asegurada. Al conocerlo la resistencia seguía manteniéndolo dentro de sus cabales, mas todo debe terminar en algún minuto. En el fondo Hoseok creía fielmente que ambos estarían conectados de alguna manera entre sí. Se complementaban en la más adecuada forma, se enamoraría de él tarde o temprano.

Para el híbrido era más fácil de entender que estarían unidos siempre, el amor no se acabaría debido que así estaba ya predestinado. Cuando conoció a su nuevo dueño supo de verdad que podría tener experiencias estupendas. La emoción que se desplegaba en su cuerpo al verle feliz le encantaba. Él amaba como su amo tocaba su corazón con un par de palabras. Amaba como Hoseok le tocaba con suavidad. Aquel que besaba con ilusión a sus cachorritos era todo lo bueno que soñaba presenciar en su infancia con respecto a su pareja ideal.

—Hobi... Quisiera contarte algo.— Al mencionar tales palabras, toda la atención se concentró en sus ojos. El tono de sus mejillas con furor se encendió, y es que deseaba que su ¿novio? Aceptara. Tomó su mano y se dirigió hasta su habitación para tener un ambiente más íntimo y prosiguió a hacerle sentar en la cama que compartían.

—Yo... Estuve pensando y... Amaría que uno de nuestros pequeños se llamase Baekyun.— Captando sus reacciones lo inspeccionó con la mirada hasta recibir una mirada y una sonrisita que le daban tranquilidad. —Así se llamaba el bebé que cuidé hace unos años... Y te lo agradecería mucho Hobi.

El humano no contestó de inmediato. Claro que sería una bella idea, el nombre era muy lindo y haría de todo por su lindo zorro. Cariñoso fue hasta el gran bulto de nuevo y comenzó a hablarle a sus bebés. —Uno de ustedes será el afortunado de complacer a su papi. La otra cosita que me escucha me hará sentir recuerdos a mí. Jung Baekhyun y Jung Jiwoo.

—Me encanta como quedan esos nombres para nuestros hijos.— Unas cuantas lágrimas escapaban de esos ojos preciosos, por lo que Hoseok arrastró sus cuerpos hasta hacer quedar la cabeza del zorrito sobre su pecho para dar cómodamente caricias en su cabello y orejitas. —Ahg, ya quiero que nazcan Hobi.

—Falta muy poco cariño, en menos de dos meses tendremos dos cositas muy tiernas entre nuestros cuerpos para mimar mucho.

Hybrid; Vhope [폭스] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora