2-nervios.

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-cuantas veces has dicho lo mismo y mírate vuelves a tomar- digo yo con voz calma mientras me sentaba en el sofá- que fue lo que me diste anoche, maldita loca- me levante con cuidado- me está doliendo la cabeza por tu maldita culpa- dije soltándome el cabello para que no doliera tanto.

-Andrés fue el que nos dio las bebidas, quéjate con él- dijo antes de meterse en el baño.

Masajee mi cabeza por unos minutos, hasta que volvió a sonar la puerta del baño.

-toma esto te va a ayudar- alexia ya tenía la cara limpia y su cabello recogido en un moño mal echo.

-tengo hambre, dame comida-

-bajemos y veamos que sobrevivió la noche – me trague la pastilla y la seguí tratando de acomodar el vestido de nuevo a su puesto

El primer piso era un chiquero, botellas tiradas, latas y vasos plástico por todo el lugar, charcos de quien sabe qué cosa en el suelo y la cocina ¡DIOS!, menos mal y no es mi casa sino tendría que correr y bien lejos.

-mis padres me van a matar- estaba horrorizada viendo todo el lugar.

-tranquila, tienes tres días para arreglar este desorden no te afanes- dije conteniendo la risa y como la niña del exorcista giro su cabeza en mi dirección.

-oh, mi querida amiga tú me vas a ayudar a limpiar esto, tú y el resto de vagos que tengo por amigos- me acuso apuntándome con un dedo y con su otra mano en su cadera.

- a mi prácticamente me engañaron y arrastraron hasta aquí, así que no me vengas con pendejadas de que tengo que limpiar- trate de zafarme pero sabía perfectamente que no me dejaría.

-o no Camila, bien que la pasaste anoche...

-está bien, ya te ayudo- dije volviendo a amarrar mi cabello.- ¿dónde está el resto de vagos? Que también colaboren con la limpieza-

-ya voy yo y los despierto- después salió dispara de la cocina pocos minutos escuche el grito de todos desde el segundo piso.

-si ven, que no salió tan mal.- dijo dayana cayendo rendida en el sofá que acabábamos de limpiar.

-me pueden decir la hora-pedí amablemente a mis 4 acompañantes

-son las 7 de la noche- contesto Andrés revisando su celular.

-¡¿Qué?! Mierda, mierda, Nicolás me va a recoger en menos de una hora tengo que llegar rápido a mi casa- dije histérica levantándome del suelo y cogiendo mi celular.-dayana me podrías llevar por favor- estaba tratando de calmarme.

-claro vamos- se levantó y también cogió sus cosas.- bien, nos vemos luego- digo dejando un beso en la mejilla de los tres presentes, yo repetí su acción.

-Andrés lleva a sami a su casa con cuidado- les guiñe un ojo antes de salir, y pues como era de esperarse de ángel no habían ni señales de vida

El camino a mi casa tardaba más de 15 minutos por lo cual me dedique a pensar en que me colocaría y así tener una idea clara.

-gracias, nos vemos.- me despedí agitando la mano y corriendo para entrar en casa.

-Camila, Nicolás llamo y dijo que más te valía estar lista a tiempo para salir - dijo mientras que yo subía las escaleras.

-¡gracias ma! – grite antes de meterme en el cuarto, colocando mi celular a cargar ya que estaba más que muerto y me apresure para meterme en la ducha. Me quite los lentes de contacto dejándolos en su estuche.

Estaba solo con mis bragas puesta, me sentía observada pero sabía que era imposible la casa vecina a estado desocupada por más de cinco años, con ese raro presentimiento termino de colocarme la crema para el cuerpo y mientras esta se seca desenredo y peino mi cabello en una coleta alta, termino de vestirme, me coloco mis gafas y cuando estoy por agarrar mi celular el grito de mi mamá me interrumpe.

-CAMILA, NICOLAS A LLEGADO, BAJA RAPIDO –agarro el celular y cierro la puerta de mi cuarto – hija mañana salgo temprano tengo una entrevista de trabajo.- me dice sentada en el sofá buscando algo en su cartera- y ten dinero.-me dio el dinero el cual no dude en agarrar y guardar mi bolsillo- tengan cuidado, y lleva un juego de llaves.

-nos vemos madre- me despido mientras agarro las llaves. Salgo de la casa y veo a mi primo esperándome en su carro, al ver mi vestimenta niega con la cabeza.

-no digas nada- digo señalando mi cuerpo.

-teniendo tan buen cuerpo y escondiéndolo en ropa tan fea- termina de regañarme mientras se acomoda en su silla- pasaremos por algunos de los amigos que te presente anoche.- me dio una mirada de reojo – recuerdas sus nombres por lo menos, ¿cierto?- dice con voz acusadora.

-yo te quiero mucho primito.

-deja de darme halagos.-

-no recuerdo sus nombres- me encogí de hombros.

-nunca vas a cambiar o ¿sí?- negó con la cabeza y se concentró en el camino.

-hola- saludo entusiasma una de las amigas de mi primo

-hola- devolvimos el saludo a la vez, el camino fue a base de risas de mi parte, pues la chica y yo nos enfrascamos en una grata conversación. Recogimos a otra chica y un muchacho y el camino fue entretenido hasta que me di cuenta a donde nos dirigíamos.

-Nicolás ¿a dónde vamos?- digo nerviosamente

-a un lugar, relájate primita, nada te va a pasar.- estaba hablando muy seguro de sí mismo

-eso mismo dijo Jonatán- dije tan bajo que dudo mucho que me haya escuchado, el auto se detuvo y todos bajamos, paseaba mi mirada por el lugar, no había cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí, y rogaba que por mi vestimenta no llamara la atención, ya que muchas de las mujeres que viene aquí lo hacen relativamente semidesnudas, y una mujer en pantalones y camisa es bastante notoria.

-hola- saludaron el resto de amigos de mi primo, mas no les coloque mucho cuidado, estaba más atenta de no ver a nadie que me pudiera reconocer.

-¡Camila!- Nicolás me saco de mi análisis al lugar.

-estas en las nubes, ya es hora de entrar – acepte la mano que me ofrecía y me aferre a ella, dejándome guiar por el tan conocido y detestado lugar.

Entramos en la cochera a medio derrumbar y bajamos por los túneles fluorescentes, hasta llegar al gran sótano donde se organizaban las mejores peleas clandestinas de la ciudad y por ende las mejores fiestas.

-relájate un poco Camila todo va estar bien – dice en un susurro Nicolás acercándonos a la "pista de baile"

A pesar de que el lugar está bajo suelo es realmente espacioso y para poder entrar aquí tienes que venir con alguno de los que van a pelear o ser muy buen amigo del organizador, se dice o decía que aquí venían algunos a hacer negocios con respecto drogas y algunas cosas más, de las cuales nunca quise averiguar.

-¿quieres algo de tomar?-

-no gracias primo, estoy bien-mis manos no dejaban de sudar y yo las pasaba por mis piernas para quitar el exceso de este.


CAMILA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora