retrocediendo, me acerque a ella antes de que se callera, su llanto era bastante fuerte, hasta el punto que su cuerpo se sacudía fuertemente por los sollozos, la abrece y no dudo en esconder su cara en mi cuello, no me gustaba verla de este modo.
-me quiero ir- dijo en un suave murmuro que provoco que me erizara, pues sus labios estaban a milímetros de la piel de mi garganta.
-está bien- le respondí cerca de su oído- será mejor que vuelvas en otro momento marco- le dije sin dejar de verlo, guie a Camila hasta mi cuarto seguían bajando lagrimas por sus mejillas, la senté en la cama y ella termino de acostare, cerré la puerta me acosté a su lado, no demoro mucho cuando volvió a esconder su cara en mi cuello, pasando uno de mis brazos por debajo de su cabeza y el otro por su cintura la abrace y así nos quedamos hasta que ambos nos dormimos.
Nunca en mi vida había dormida tan cómodo como lo estaba es ese momento, el cuerpo junto al mío se removió hasta que sentí que abandonaba la cama.
-alix, despierta—sentía como me daban pequeños golpes en mi brazo.- tengo hambre despierta.- con mucha flojera abrí mis ojos para ver a Camila con los ojos rojos e hinchados- además ¿Dónde están mis gafas?- me senté mientras estiraba mi cuerpo
–en aquella repisa – señale el lugar donde había dejado sus gafas, aproveche para terminar de levantarme y entrar en el baño.
-podemos ir por comida, por favor- tenia un leve puchero, logrando que toda mi atención se dirigiera a sus labios
-si, vamos por comida- dije sacudiendo levemente la cabeza para volver a centrar mi atención
Deje que saliera primero, unos lo hacen por caballerosidad otros más pervertidos por verle el trasero a las mujeres, yo lo hice por las dos cosas, desde la primera vez que la vi en bragas no he podido sacar la imagen de ese gran trasero de mi mente.
-vamos por Alex, ella también tiene que comer algo- dijo sacándome del recuerdo caliente que estaba teniendo con su cuerpo.
-ese es su cuarto- señale la puerta y Camila se acercó a está tocando enérgicamente la puerta
- Alex vamos por algo de comer, te unes- dijo sin necesidad de entrar por completo en el cuarto, no escuche su repuesta pues estaba a algunos pasos de la puerta, segundos después apareció la embarazada y entrelazando sus brazos comenzaron a caminar para bajar en busca de comida.
No sé cómo se tome Camila las cosas cuando sepa que su amiga sabia sobre que su padre estaba vivo, ni tampoco que la familia de ella también pertenece a la mafia, por eso supo manejar lo del tiroteo en la casa.
Llegamos a la cocina allí estaba mi madre con los mellizos junto con mis primos Antón y Alfred, Camila en cuanto vio a los dos últimos quedo quieta en su lugar y con el cuerpo totalmente rígido, Alex en comparación siguió normal hasta sentarse cerca de Alan.
-tranquila nada va a suceder-susurre en su oído para posicionar mi mano en su espalda baja y guiarla hasta las dos únicas sillas disponibles, así dejando a mis primos frente a nosotros, se situó un silencio incomodo en la mesa, la peli teñida junto con una castaña trajeron el almuerzo, cada uno sirvió lo que quiso.
Mi primo Antón no dejaba de matar con la mirada a Camila, pues su rostro estaba inflamado en la ceja izquierda y pómulo derecho y eso debe tenerlo molesto, pues que una mujer te de tremenda golpiza, es un golpe bajo para cualquier hombre, en cambio el que me miraba molesto a mí era Alfred, quien mantenía intercalando la vista entre Camila y yo.
-y dime Antón que fue lo que te sucedió en el rostro-dijo mi madre señalando su propio rostro, estuve a punto de estallar en carcajadas, mientras que Camila a mi lado tenso todo su cuerpo.
-tuve una pelea tía algo sin importancia- dijo con los dientes apretados.
-tuvo que ser muy buen oponente, mira cómo te dejo la cara- sin abandonar el tema mamá siguió.
-la verdad tía, preferiría dejar el tema-finalizo forzando una sonrisa.
Después de eso nadie dijo nada más, la tensión era palpable, cuando cada uno termino se levantó sin decir nada, Adam, Antón y Alfred, fueron los primero en irse y cuando salieron la tensión se dispersó.
-tienes que ir a un médico alexia- dijo Alan sumamente contento.
-que te sucede linda- pregunto mi madre, ya que ella y la suya tenían muy buena relación.
-estoy embarazada- dijo ella feliz
-tus padres lo saben- dijo mi madre con una pequeña sonrisa.
-no, me entere hace tres días- contesto ella borrando su sonrisa.
-el padre del bebe ya lo sabe.
-sí, pero no reacciono de buen modo cuando se enteró, me echo la culpa por no tomar algún anti conceptivo e incluso me acuso de acostarme con otro-su voz era de verdadero dolor.
-si no quería un bebe que él también se cuide, es un bastardo machista- dijo con los labios en una fina línea.
-ese bastardo machista es su sobrino- intervino Camila con sorna en su tono de voz.-Antón- termino de decir ya que mi madre se veía confundida.
-mañana vamos con mi ginecólogo para saber el estado del bebe – le dijo a una cabizbaja alexia.
-si señora- contesto sin más, las tres mujeres se enfrascaron en una conversación sobre bebe y niños.
Los ojos de Camila brillaron durante toda la conversación, hablaba con tanto cariño sobre los niños, mi madre se veía feliz, me imagino que porque alexia y Camila tendrían la edad de anya si todavía siguiera viva.
Terminamos de comer y seguimos por algunas horas más sentados allí, no fue sino hasta que mi madre se tuvo que ir que nos levantamos de allí.
-tengo que hablar con mi madre, me puedes prestar tu celular. —Volvió a hacer puchero y sin más le di mi celular con una sonrisa de idiota.-gracias- dejo un beso en mi mejilla, tratando de darle un poco de privacidad entre en la sala para entretenerme con la televisión.
Pase los canales simultáneamente sin encontrar ninguno que llamara realmente mi atención, me di por vencido dejándolo en un canal donde estaban pasando un partido de baloncesto, dure viendo tranquilamente el juego hasta que un ruido me sobresalto, me acerque rápidamente al lugar de donde provenía el ruido, un jarrón roto, las flores esparcidas por el suelo y Camila llorando nuevamente, me volví a mover cuando vi que le daba un puño a la pared, dejo caer mi celular y volvió a golpear la pared dejando escapar un sollozo ahogado.
-te vas a lastimar mas, para Camila- dije abrazándola por su espalda e inmovilizado sus manos con las mías-te vas a lastimar peor la muñeca cálmate.
-COMO QUIERES QUE ME CALME SI TODO MUNDO SABIA SOBRE MI PADRE, TODOS USTEDES SABÍAN SOBRE ÉL- dijo moviéndose en mis brazos hasta que logro soltarse.- TODOS ME HAN MENTIDO, MI MADRE, MI PRIMO, TODAS LAS PERSONAS QUE ME RODEAN ME MIENTEN. SON UNOS MENTIROSOS- seguía gritando sus lágrimas seguían cayendo, antes de poder acercarme nuevamente a ella, paso corriendo por mi lado para después salir de la casa.
No la seguí por el simple hecho de que sabía que no podría salir de esta propiedad, y que estaba bien protegida, la deje sola, para que se desahogara y volviera a recuperar su equilibrio, pues yo sentí algo parecido cuando murió mi hermana, quería estar solo, y esa es la mejor solución.
-¿Dónde está Camila?- pregunto alexia
-salió, es mejor dejarla sola- dije recogiendo mi móvil del suelo
-¿Qué sucedió?
-hablo con su madre, algo tuvo que decirle para que ella se colocara de ese modo.
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CAMILA.
Teen Fictionsu vida fue una montaña rusa y cuando estaba en un tramo plano volvió a desequilibrarse +++++ portada echa por: xbluehoodiex. **** #998- 15-04-2018- novela juvenil