CAMILA.

6-buena noche vecina

El cielo estaba nublado sabía que estaba por comenzar a llover, cuando sentí que mi pie se mojaba, saque la mano por la ventana para sentir si caían gotitas pero callo un chorro de agua en ella, un poco sorprendida, fije mis vista en la ventana de mi vecino y un sonriente Alan asomaba la cabeza por allí.

-no es un poco tarde para estar leyendo – dijo este.

-cualquier hora me sirve para leer, ¿fuiste tú el que me está mojando?-dije levantando una ceja

-culpable- me mostro una pistola con agua- pero es que es raro ver que los pies de alguien cuelguen por la ventana- trato de ocultar su risa

-tienes a una vecina única...- mi frase quedo cortada por que el cuerpo de alix se materializo detrás de su hermano.

-bien Camila, no vemos después, que descanses, mi hermano ya me está echando de su cuarto- me dedico una última sonrisa y se fue.

Alix me dedico una gran sonrisa antes de girarse y comenzar desvestirse, se quitó la camisa y el pantalón, quedando en solo bóxer.

-que pase buena noche vecina-dijo antes de apagar las luces del que parecía ser su cuarto.

Mis mejillas se calentaron violentamente, trate de concentrarme en el libro pero mis ojos viajaban constantemente a la ventana de mi vecino. Me di por rendida, cerré mi libro y acomode de nuevo el sofá y quitándome mi ropa hasta quedar en bragas me lance a dormir.

La alarma de mi celular fue la que me despertó, recordando que tenía que salir a encontrar algún trabajo, me aliste rápidamente, de la nevera saque una manzana y yogur y ese iba a ser mi desayuno, los guarde en el pequeño bolso donde tenía mi celular, dinero, las llaves de la casa y la libreta donde tenía anotadas las direcciones, estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando un carro seguía mi paso

-buen día Camila- la voz de Alan llego desde el interior del coche logrando que me calmara- espero no haberte asustado.

-tranquilo no pasa nada, y buenos días- me agache a la altura de la ventanilla.

-¿a dónde vas?-pregunto curioso.

-voy a ver algunos lugares donde me puedan dar trabajo, necesito buscar trabajo para matar un poco de tiempo y de paso ganar algo de dinero.

-si quieres te llevo, yo voy al GYM, te puedo acercar donde necesites- ofreció, pese a que lo conocí apenas ayer, me sentía tranquila y segura a su lado.

-me harías un gran favor- dije abriendo la puerta del auto y acomodándome en el asiento del copiloto.

-y a ¿donde nos dirigimos? sabia dama- me causo risa que en vez de "bella" dijo "sabia dama".

-voy a ir a un GYM de primeras si me puedes llevar te lo agradecería.

-como se llama.

-ummm... se llama triple A- dije cuando por fin pude leer la libreta.

-JAJAJAJJAJAJA, yo voy al mismo GYM, ahí entreno-su risa me desubico un momento pero cuando se explicó quedo más claro.

-pues valla que hoy si amanecí con suerte- dije y el resto del camino consistió en una agradable charla de cosas sin sentido.

- llegamos a su destino sabia dama- dijo estacionándose fuera de este.

-gracias, caballero nos veremos después –dije saliendo de auto y entrando rápidamente al lugar.

-buenos días que se le ofrece- dijo una joven recepcionista.

-buenos días, vi el anuncio que necesitaban a alguien para un trabajo de recepcionista y vine a ver que necesito para el trabajo-dije lo más profesional que pude.

-o claro pasa, eres una de las primeras en venir, en unos minutos el señor la atenderá- ella me sonrió y me indico donde podía esperar.

-bueno días- dijo Alan entrando, y guiñándole un ojo a la recepcionista.

-buenos días- dijo ella completamente roja.

Espere unos minutos, viendo las cosas que tenía a mí alrededor, no sé cuánto tiempo paso pero fue la recepcionista la que me devolvió al mundo real-

-disculpa cuál es tu nombre

- me llamo Camila, Camila Sáenz – dije con voz firme, ella desapareció y poco después apareció un hombre mayor.

-buenos días señorita Sáenz, soy Fabio Cortez- me extendió su mano derecha la cual estreche mientras me levantaba – y dígame señorita que tanta experiencia tiene atendiendo gente.- dijo mientras empezaba a caminar y yo lo seguía.

-legalmente mi experiencia es nula- su cara fue de asombro- extraoficialmente tengo más de tres años de experiencia debido a que los padres de una amiga tienen un negocio, y también contando que he servido de recepcionista en el hotel que maneja mi familia.- le dije segura de mis palabras.

-tiene en mano su curriculum- mi cara perdió algún grado de color.

-disculpe usted pero no estaba al día de los papeles que me solicitan por lo tanto no traje nada de eso preparado- mi voz siempre fue profesional.

Seguimos hablando y caminando subimos unas escaleras y estas eran como un segundo piso solo que en los costados y de ancho para que dos personas puedan caminar a la par y ver a los que se están ejercitando, me pidió los datos de los padres de alexia para verificar si había trabajado con ellos, lo cual es verdad, también el nombre del hotel, de los padres de Nicolás y por ultimo e di mis datos personales

-bien señorita, consultare esto con mi jefe y tendrá noticias nuestras que pase buen día.- fue lo último que me dijo antes de dejarme nuevamente en la recepción.

-listo primer lugar ya, vamos por las otras dos- dije tachando el GYM de la lista de lugares para el posible trabajo. Estaba tan concentrada guardando mi libreta que no vi el hombre con capucha puesta que se acercaba, fue cuando sentí un raponazo que me di cuenta que me quería robar mi bolso.- ¡mierda! – Exclame comenzando a correr en dirección del ladrón, que para mi suerte fue detenido por otro hombre- ¡gracias!-dije, cuando levante mi vista alix me miraba con el ceño fruncido y mi bolso en su mano, pues el ladrón salió corriendo dejando mi bolso.- me lo podrías regresar- dije viendo que no tenía intenciones de devolvérmelo.

-con una condición- sus labios se movieron hasta formar una sonrisa juguetona.

-¿Cuál?- pregunte un poco dudosa.

-acompáñame esta noche a un lugar- dijo afirmando más mi bolso en sus manos.

-y si no quiero.

-no te devuelvo el bolso- no tenía más opciones en ese bolso tenía todo lo que necesitaba.

-está bien, pero necesito mi bolso, en este momento voy tarde.-dije ya que era cierto tengo que llegar a la cafetería donde tengo la otra opción de trabajo.

-te lo devuelvo esta noche como la garantía de que me vas a acompañar- su sonrisa era triunfal.

-no me entiendes hay tengo prácticamente mi vida y necesito el dinero para poder pagar el transporte, y además las llaves de mi casa... todo esta hay dentro- digo un poco desesperada.

-tranquila te llevo a tu casa ya termine mi sesión de ejercicio- y fue cuando detalle su vestimenta, una completamente deportiva, y en su hombro colgaba un morral deportivo.

-no, tu ni entiendes nada, tengo más entrevistas de trabajo y necesito lo que tengo hay dentro.-

-vale lo capto- lo pensó unos segundos y saco algo de mi bolso- esto será mi seguro de que me acompañaras esta noche-dijo mostrándome el colgante con todas la llaves de mi casa.