CAMILA.

30-mi pequeña hermana

  -debo mostrarte algo- dije con un nudo en la garganta, eso solo me pasaba cuando hablaba de mi pequeña hermana.- vamos- quite la caja de sus piernas dejándola en la cama, y limpie sus lágrimas antes de cogerla en brazos para poder salir de la habitación, ninguno dijo palabra alguna, entre en el despacho de la casa parándome frente al gran retrato de la que solía ser mi familia antes de la muerte de anya, la baje con cuidado y la deje de frente pasando mis manos por su cintura para poder apretarla contra mi cuerpo.

-anya era mi hermana, la melliza de Alan y de Adam – su cuerpo se tensó y luego se volvió a relajar cargando su cuerpo completamente en el mío- ferreri era un amigo que mi hermana conoció en su colegio- le doy una breve explicación de la relación de ellos.

-lo siento tanto – se disculpó en un suave susurro- lamento lo que le paso a anya, eso debió de haberme sucedido a mí y no a ella...ella...- y no pudo seguir hablando pues sus sollozos no le daban tregua, la gire en mis brazos y enterró su cara en mi cuello allí se amortiguaban sus sollozos, mis manos paseaban por su espalda y cabello tratando de que se calmara un poco.

-no debes de disculparte no fue tu culpa, la culpa la tuvo él no tú, y deja de pensar en eso, por favor Camila- deje un beso en su mejilla nos moví hasta sentarlos en uno de los sofás, ella se sentó en mi regazo, así nos quedamos hasta que me asegure de que volvió a dormir, en menos de dos horas tenía la reunión con mi padre y su familia, necesitaba saber que ella estaría bien mientras que no estaba en la casa.

- nos vemos pronto- como ya se hizo costumbre en mí, deje un beso en sus labios, antes de salir de aquella habitación.

-cuida de camilla por favor, se acaba de enterar que anya es nuestra hermana y se siente culpable de habernos arrebatado - comente rápidamente a Alan que era el que estaba subiendo las escaleras.

-claro, pero ¿a donde...- no escuche más pues nunca deje de caminar mientras hablaba con él.

Saque una de las camisas que tenía guardada en el despacho, junto con pantalones, cambiándome rápidamente, me calce nuevos zapatos, pues mi atuendo no era el adecuado para aquella reunión.

Cuarenta y cinco minutos después estaba llegando a la casa de mi padre, pues de allí saldríamos los dos para hablar con los Sáenz.

-jefe- saludaron los guardia antes de dejarme pasar. Estacione cerca de la puerta, y entre sin perder ni un segundo más.

-padre- dije en cuanto lo vi en la sala con una copa de vino en su mano izquierda.

-hijo, ¿me vas a explicar todo esto?- sabía que no era una simple pregunta, sino una orden.

-ferreri era el novio de camila, se hacía pasar por hermano de anya, después de algunos años de relación entre camilla y ferreri este la vendió a unos árabes para que ella fuera su puta, y como ella no fue, él entrego a anya a aquellos hombres- que mejor que ese resumen, su quijada estaba apretada y poco después la copa se rompió. Derramando en vino que quedaba en la blanca alfombra.- hoy recibió una llamada y estoy casi seguro que se trata de él pues se alteró completamente, y Adam me informo que ferreri volvió y la está buscando- listo lo dije todo, este se quedó viendo con mucho interés mis ojos, que eran su copia exacta.- ¿Qué?- dije incomodo como no me sentía hace muchos años.

-¿Qué interés tienes sobre ella?- dijo después de unos minutos de silencio- y no me digas que ninguno porque eso no te lo crees ni tú- me señalo con su dedo como cuando era un crio y hacia alguna travesura, no le respondí nada pues ni yo mismo sabía que me sucedía con ella- no piensas decir nada-

-no tengo nada que responder a eso- fue todo lo que dije- le podrías decir a tus hombres que investiguen este número- dejo cambiando el teme.

-vamos- comenzó a caminar le seguí el paso, pues nos dirigíamos a su sala de computo, allí todo tipo de maquina tecnológica, cuando llegamos se dirigió a su friki que saco su nariz de la pantalla en cuanto nos vio.

-jefe- saludo este-

-necesito que investías todo lo que pues de un número telefónico y de quien lo maneja, alix dicta el numero- y como ordeno yo le dicte el numero.-para mañana a primera hora quiero el informe- sin más salimos de aquel cuarto.

Volvimos a la sala donde el desastre ya estaba recogido y ni rastros de la alfombra, se sirvió una nueva copa y señalo en mi dirección, con un asentimiento de cabeza sirvió otra entregándome la copa con vino.

Hablamos de algunas cosas de negocio, en realidad es de lo único que hablo con ellos, media hora antes de lo acordado tomamos camino en diferentes autos. La gran mansión de los Sáenz se dibuja frente a mis ojos, me gustaría ver la expresión de Camila al saber que su padre posee todo esto y mucho más.

Cuando nos dejaron pasar estacionamos cerca de la puerta, allí nos esperaba una mujer que supongo es una de las mujeres que trabaja aquí.

-los están esperando en el salón principal, si gustan los puedo guiar- en ningún momento dejo de ver el suelo y su voz era suave, con un simple si, ella nos guio por el lugar hasta donde  esta familia nos estaba esperando, no entendí aquí diablos hacían sus tíos y primo aquí, pero me tuve que tragar todo eso, pues ellos son familia.

-Buenas noches- mi padre y yo hablamos al mismo tiempo

-buenas noches- contestaron ellos

-¿cómo está mi hija?- se apresuró a hablar la señora Sandra, se veía verdaderamente preocupada.

-su hija se encuentra bien señora- fue mi simple respuesta.

- ¿Qué es lo que quieren habla? Y por favor siéntense - marco señalo el sofá libre.

- ¿qué tanto saben sobre la vida que llevo Camila desde los 14 hasta los 16?- fue mi pregunta a sus progenitores pues me importaba muy poco el resto de su familia

--asistía a las peleas clandestinas mantenía de fiesta en fiesta y tenía un novio, Jonatán ferreri- todo esto lo dijo su padre, y verdaderamente me sorprendió que lo supiera- puede que dejara a mi hija, pero nunca la abandone verdaderamente a los dieciséis su vida cambio 180 grados- finalizo.

-buen un resumen, Jonatán vendió a Camila, y por la culpa de él mi hermana está muerta- la señora Sandra se llevó las manos a su boca.

-no debiste de decirlo de ese modo- me recrimino el idiota de Nicolás.

-cómo quieres que lo diga, si esa es la verdad- no dijo nada más pues su padre y su tio le dieron una mirada de advertencia.

Durante unos minutos nadie dijo nada, marco tenia abrazada a su mujer mientras esta soltaba algunas lágrimas.

-lo mejor es que Camila salga del país hermano- no mostraba ninguna emoción en su voz.

-Camila no querrá irse, acaba de empezar un nuevo semestre y con lo terca que es no va a dejar convencerse tan fácil, además de que con que excusa le vamos a salir por el viaje- tenía que reconocer lo que dijo Nicolás era absolutamente correcto.

-ella y alexia están esperando que les entreguen un apartamento esta semana, mi hermano Alan se está encargando de la seguridad de este pues, como alexia está embarazada de mi primo, además de que mi hermano desarrollo una extraña relación con Camila, quiere que las dos estén lo más seguras posibles- informe a los presentes que por lo visto no tenían ni la mínima idea de esto.

-insisto en que tiene que salir del país mientras se arreglan las cosas- seguía diciendo el hermano de marco.

-ella no va a querer irse amor- hablo la madre de Camila

-gracias por la información y por la ayuda que nos están prestado- dijo marco sin dejar de abrazar a su mujer.