40-practica.

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-aparta tus manos de mi hija...

-no tienes derecho a decir nada, así que di de una buena vez que es lo que quieres- no podía creer que después de todo ella estuviera enfrentando a su padre.

-es respecto a lo que sucedió anoche, pero es algo que voy a tratar con el señor Andrade.

-estoy harta de que me dejes fuera de sus conversaciones, es mi vida a que esta vuelta mierda, es mi cabeza la que tiene un puto precio, sin contar que el puto demente de mi ex me está buscando y me quieres dejar fuera de esa puta conversación – si no llega hacer porque la sujeto de sus caderas no se que le hubiera hecho a su padre.- y tu ¿porque carajos estas aquí con él?- ahora su cuerpo se dirigía a Andrés.

-eso después te lo explico Cami...

- ¡quiero una respuesta ahora mismo!

-mi padre trabaja para el tuyo, y hace algunos años yo trabajo cuidándote- se excusó este sin moverse ni un pelo.

-lo que me faltaba, tienes a alguien más haciendo de niñera.- dejo de pelear para librarse de mi brazo, lo cual aproveche para abrazarla por completo.

-no pienso decirte quien más, pues me imagino que estás pensando el modo de como esquivarlos y librarte de ellos, hacías eso de pequeña con las niñeras, siempre fuiste inteligente y escurridiza.- declaro su padre con un toque de orgullo en su voz.

-bien, nos hemos desviado del tema principal, señor marco ¿que es lo que necesita? - interrumpo viendo que esta discusión no nos llevara a ningún lado.

-por tu bien hija, no saldrás sin respaldo, te guste o no vas a tener otro niñero más y ese no se despegara de ti ni para cuando vayas al baños.

-no pienso dejar que ningún hombre sea su niñero- un gruñido fue lo que remato mi frase.

-¿Quién dijo que tiene que ser un hombre?-

-tengo suficiente con Andrés y con los Andrade como para que también me pongas a una mujer de niñera, si te dije lo del mono fue para lo investigaras por medio de él se llega a ferreri, no para que pusieras a alguien más para que me cuide el culo.- su voz era de mando, como si estuviera hablando con alguien que está a su cargo y no con su padre.

-ferreri es una rata que se sabe esconder, no se puede encontrar de la noche a la mañana Camila...

- no me interesa, haya ustedes con la búsqueda, estoy diciendo a que no tienes que mandar a nadie más.

—Eso no está en discusión—

--hazlo y me deshago de ella en cuestión de segundos-

--no es tema de discusión Camila-

-sabes ¿qué?, Olvídalo siempre haces lo que se te da la regalada gana y si no es más alix y yo tenemos cosas más importantes que hacer, dile a mamá que la quiero- dándome una última mirada marco y Andrés salieron de la casa.- tenemos que hablar- lo que todo hombre teme, esa simple frase que puede acabar con relaciones.

-te escucho.-no podía decir más simplemente acomodarnos en los sillones.

- cuando estuve con Jonatán el me enseño un poco de defensa cuerpo a cuerpo y uno de sus chicos, me enseño manejo Pistolas y cuchillos, una de las tantas noches que salimos juntos, para mi suerte anya no fue ese día, nos pensaban atracar, yo llevaba una pistola en mi bolso y eran cinco contra dos, esa noche mate a la primera persona, alix, de hecho mate a tres de ellos, eso fue lo que nos salvó, ferreri se encargó de que no sintiera culpa alguna por eso, pues lo planteo de modo que me convenció de que era su vida o la nuestra, mi cerebro está un poco más desarrollado que el de la persona promedio, lo cual me permite retener más información y aprender más rápido que los demás, soy una pequeña genio, o eso dice mi madre.

-¿Por qué no estudiaste otra cosa?, si eres una pequeña genio porque escogiste psicología- me enojaba de sobre manera lo que me conto, pero que le podría reprochar yo, si mis manos estaban más manchadas que las de ella.

- porque es como los números, se utilizan en todos los aspectos de la vida y más en los negocios, estoy a un semestre de graduarme, tengo veinte años puedo realizar otra carrera si lo deseo, eso no es lo que me preocupa. Lo que me preocupa en estos momentos es llegar a mi próximo cumpleaños.

-entonces vamos a trabajar en eso, te quiero viva algunos años más- nos levantamos a la ves- pero debemos cambiarnos primero- subimos y cada uno se colocó su ropa deportiva.

Camila

-bien enséñame lo que sabes- estábamos en la parte trasera de la casa con cinco botellas en fila a diez metros de donde estoy, en mi mano una pequeña arma con cinco balas.- vamos cariño necesito saber que tal manejas las armas para así saber que enseñarte- cinco disparos después todas y cada una de las botellas estaban destrozadas.

Desnudar tu alma, tus más oscuros secretos, tus temores y anhelos, en ese punto me encontraba yo, le rebele todo lo que nunca le había dicho a alguien, por voluntad propia y en mis cinco sentidos.

-no está nada mal, pero necesito que te quites las gafas, en una pelea las puedes perder y eso es una desventaja- para mi pesar me deshice de mis gafas mientras que este acomodaba botellas nuevas, recargue y espere a que llegara a mi lado, para poder apuntar y disparar.- dos de cinco, tendrás que estar con los lentes de contacto la mayor parte de tiempo que sea posible no nos podemos arriesgar.

-en una semana me opero de los ojos, lo cual debe lograr que no tenga que usar gafas o lentes de contacto por el resto de mi vida –

-¿Por qué no me lo habías dicho?- hay si su tono de voz no me gustó mucho.

-es algo que está planeado mucho antes de que entraras en mi vida, así que no me puedes reclamar por eso- de mal modo solté la pistola y me acomode las gafas- ¿algo más?- como no dijo nada comenzó a caminar para entrar de nuevo en la casa- bien.

Para mi desagrado los idiotas estaban en la cocina apurando a la pobre peli teñida.

-eso está mal hecho vuelve a repetirlo.- gruño botando la comida que la peli teñida acaba de servirle.

-sí, señor- sus ojos se posaron en mí y temerosa hablo- desea algo señorita.-

-sí, me podrías ayudar con algo allí arriba que yo no puedo sola – y antes de que pueda decir algo más la arrastre hasta salir de la cocina y perdernos en uno de los cuartos del primer piso.

-que es lo que desea señorita- pregunta inquieta.

-¿Por qué dejar que te trate de ese modo?- estaba molesta con ese par de idiotas.

-son sobrinos de los señores de la casa y yo simplemente les sirvo, no puedo responderles- sus ojos esquivaban los míos.

-bien, ya has dicho la respuesta que le das a todo el mundo, ahora quiero saber la verdad- su rostro se levantó alarmado en mi dirección.

-rechace a Antón hace tres meses, él quería que tuviéramos sexo pero yo me negué, no me gustan los hombre, y él desde ese momento me trata como una escoria. Se siente tan bien poder decírselo a alguien- soltando un pesado suspiro se recostó en una de las paredes.- pero tengo que volver a esa cocina, ya es hora de preparar el almuerzo y no quiero problemas.

-te acompaño, y de paso te ayudo.- sin más las dos volvimos para encontrar a alix hablando con sus primos- y bien ¿qué hay que hacer?-

-es más trabajo del que crees, aquí no solo se cocina para los señores y su familia, también hay que cocinar para los guardas- creo que mi quijada estaba rozando el suelo.- tranquila después de un tiempo uno se acostumbra- me dio un mandil que me ate a la cintura.

CAMILA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora