CAMILA.

13-Sáenz...

-Sáenz, Camila Sáenz-dije recordando el informe que me dio Fabio cuando ella empezó a trabajar en uno de los GYM de mi familia.

-de razón –dijo tronando sus dedos- ella es idéntica a Marco Sáenz- fruncí mis cejas hasta mas no poder.

-él no tiene familia- dijo Adam concentrado en su celular.

-Nicolás es primo de Camila y él es sobrino de marco. Ella tiene que ser hija de él- siguió insistiendo Antón

-ella no sabe nada de su padre desde los siete años –añadió Alan.

-porque estamos hablando de esto, si necesitamos saber qué fue lo que paso hace algunos momentos-dijo Adam para volver a centrarnos en nuestra concentración inicial.

-¿Dónde está mi hija?- por el susto Adam y Antón sacaron sus armas y mi mano se alargó hasta el cuchillo más cercano – donde está mi hija no lo vuelvo a repetir- la voz ronca de Marco Sáenz resonó en la cocina, deje el cuchillo nuevamente y Antón y Adam bajaron sus armas.

-señor Sáenz- dije con voz neutra- no se de quien habla, señor

-donde está mi hija, Camila- dijo con voz enojada- sé que Salió con ustedes así que quiero saber dónde está y si está bien.

-nos pueden dejar, por favor- me dirigí a mi familia, la cual no muy gustosa salió de la cocina dejándome con el gran marcos Sáenz, uno de los más grandes mafiosos- está en mi dormitorio, le dieron algo en el agua que ingirió.

-¿qué tiene?- su semblante cambio por uno preocupado

-se desmayó antes de que pudiéramos salir por completo de aquel lugar, y cuando logre que se despertara si actitud era muy asustadiza. No sé porque- sentí la necesidad de explicárselo.

-necesito que la cuides.- me sorprendió su petición- se alejó de su primo y está muy expuesta, como ustedes acaban de averiguar alguien más también lo hizo y la está cazando, para doblegarme, su madre está segura, ya me encargue de eso, pero ella no sabe nada de mí, así que no puedo hacer gran cosa por ella, sé que mi sobrino y su clan no se llevan, pero necesito que Camila este segura- sonaba como si estuviera rogando.

-sin necesidad que usted lo pida nosotros la cuidaríamos –intervino Alan en la conversación.

- les agradeceré siempre, cualquier cosa que se relacione con mi hija y su seguridad necesito que me informen.

-ya después hablaremos de sus agradecimientos.

-que pasen buena noche caballeros – se despidió y salió por la puerta que daba al patio.

-y tenía razón-entro alardeando Antón en la cocina.

-sí, ya sabemos a quién y porque la estaban buscando.- dije saliendo de la cocina para subir a mi cuarto.

Ella seguía en la posición en la cual se acomodó, me quede viéndola algunos minutos.

Algo dentro de mí se aferraba a protegerla, me molesta que cualquier hombre se le acerque, así sea mi familia, y su cuerpo me vuelve loco desde la primera noche que llegue a esta casa. Dure así viéndola algunos minutos más, me quite la ropa hasta quedar en bóxer y me acosté a su lado, teniendo la oportunidad no la voy a desaprovechar, me acomode cerca de su cuerpo pasando mi brazo derecho por su cintura, y su cuerpo reacciono en acercarse más al mío.

Tenía que estar soñando, de seguro es así, un sueño bastante caliente, sentía que mis manos agarraban algo firme y grande con solo un pequeño rastro de tela, en mi pecho dos pequeñas protuberancias rugosas y duras, como dos pezones, y mi amigo traidor muy contento donde estaba ubicado, apreté lo que tenía en mis mano y esa fricción que se generó en ese punto logro que soltara un gruñido.

El peso sobre mi cuerpo se movió y un pequeño jadeo se escuchó, y fue ahí donde abrí mis ojos, el cuerpo de Camila estaba sobre el mío, sus piernas alrededor de mi cadera y su sexo asiendo fricción en el mío, subí mi mano pasándola por toda aquella piel expuesta, levante mi cabeza un poco y verifique que su cuerpo solamente era cubierta por su braga de encaje negro, no podía creer que la persona que duerme sobre mi cuerpo es la hija de uno de las mayores mafiosos, mi familia también lo es pero la mafia Sáenz es más poderosa

Revise el cuarto con la vista, su vestido y sostén estaban a un lado de la cama mi mano se paseaba por su cuerpo, Sáenz llevan más generaciones que nuestra mafia por lo cual es más fuerte, su familia y la mía está en punto neutro, bueno, exceptuado un problema que tuve con Nicolás, de resto ninguna familia se mete en el camino de la otra, como reaccionaria Camila al enterarse que su padre y su familia es una de las más importante en la mafia, se removió sobre mi cuerpo deje mi mano quieta en el centro de su espalda y cerré mis ojos para tratar de parecer dormido no la quería incomodar, muriendo por poder perderme dentro de ella.

Se quedó quieta nuevamente, y pensar en su familia ayudo a que mi "amigo" se volviera a dormir, el cielo se estaba aclarando, despacio gire para dejarla sobre la cama por más que me gustase ver como se sonrojaría tenía que bajar para hablar con mi familia, me di una ducha fría  rápida, vestí y baje mi familia estaba en la cocina.

-¿Qué va a pasar con ella?-dijo Antón

-la vamos a proteger- mi hermano quito las palabras de mi boca- me niego a dejarla sola- dijo seriamente Alan.

-te estas obsesionando con ella- contesto su mellizo- ella no es anya- dijo serio, pues Adam no era tan apegado a anya como lo era Alan- ella murió ya hace cinco años, supéralo.-después de decir esto un silencio sepulcral se instaló en la cocina.

-voy a reforzar la seguridad de su casa es muy fácil entrar hay, si se despierta pronto denle algo de comer y que no salga de aquí- dije saliendo de la casa, no estaba totalmente claro, use la llave que conseguí de Camila, pero la puerta no estaba totalmente cerrada como ella lo había hecho.

Abrí y entre con sigilo, en la sala había una figura revisando lo que creo que es un álbum familiar, pensaría que es la mamá de Camila pero su vestimenta completamente negra decía que no quería ser visto y no era invitado encendí la luz sorprendiendo al intruso.

-estoy seguro que tú no eres un invitado- dije con voz neutra y cara seria, acercándome a él, sin darle oportunidad de decir algo lancé un puño en su dirección que este no tardo en devolver.

Así nos enfrascamos en una pelea que no alargue mucho, en un rápido y preciso movimiento deje al hombre inconsciente, en los pies del sillón donde él estaba viendo el álbum, había una cuerda y cinta.

Use esos elementos, que me imaginaba no tenían buen fin, lo amarre y amordacé, lo arrastre hasta dejarlo cerca de la puerta, me asegure de que estaba bien amarrado antes de salir.

-tenemos problemas, necesito que me ayuden a sacar a alguien de la casa de Camila- dije en cuanto estuve con mi familia.

-¿Qué sucedió?- dijo alarmado Alan

-un intruso, verdaderamente quieren hacerle daño a Camila- y esa fue el peor momento en que lo dije.

-¿quien me quiere hacer daño?- una temblorosa y pálida Camila apareció a mi espalda – alix ¿que está pasando?-su voz sonaba angustiada.

-Camila ve a mi cuarto, y espérame allí- dije con suplica esperando que obedeciera.

Ella negó repetidas veces con su cabeza- exijo que me lo digas ahora- su voz sonó temblorosa pero en sus ojos mostraba que no se rendiría.

-por favor Camila, hazme caso-

-alix...-

-Camila ve arriba-dije irritándome porque no me obedece