27-celos.

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- no está pasándome nada, vuelve con los ejercicios- estaba completamente serio, medio la espalda y se fue a otro saco de box para golpearlo. Di por terminados los ejercicios para sentarme a observar al hombre que cada vez ocupaba un espacio más grande en mi cabeza.

Su cuerpo estaba rígido y sus golpes siendo más fuertes que lo de costumbre, dure varios minutos más de ese modo, decidí que mejor me cambiaba de ropa, como estaba haciendo de su enfermera privada mi ropa y demás cosas las habíamos pasado a su cuarto, me demore mi buen rato en la ducha cuando salí alix tenía su vista fija en mí.

-¿porque no me dijiste que tenías novio?- su semblante era serio y sus ojos estaban un poco más oscuros de lo normal.

-porque eso no es cierto, no he tenido un novio en más de cinco años- me quede quietecita en mi lugar, apretando la toalla a mi cuerpo.

-no seas hipócrita Camila, ahora me dirás que el tio de esta mañana no es tu novio, por favor queda más que evidente que él te quiere.- estaba realmente confundida por lo que estaba diciendo.

-definitivamente no tengo ni idea de quien me estás hablando-

-el rubio con tatuajes en su brazo- inmediatamente la imagen de Andrés se reprodujo en mi cabeza.

-waaa, estás hablando de Andrés, él es solo un muy buen amigo, él tiene algo con la pelirroja que está con nosotros esta mañana, y compartimos la mayoría de clases, y es un perfecto caballero- lo defendí pues todo lo que dije es muy cierto.

- porque te fuiste esta mañana, no te volví a ver ni a él tampoco- su cuerpo se relajó solo un poco.

-tuve un problema con la pelinegra que estaba con nosotros, y preferí irme antes de arrancarle las extensiones, no sabría explicarte porque no lo volviste a ver, ese ya no es un problema mío.- el ambiente dejo de ser tan tenso entre nosotros- mejor ve a báñate que debo curarte y limpiarte la herida- sin discutir se levantó de la cama caminando en mi dirección, pues estaba parada en la puerta del baño, dejo un beso en mi frente y me movió para entrar y encerrarse en el baño.

Aturdida por su repentina actitud saque una camisa grande y un par de bragas, después de estar vestida saque lo necesario para curar su herida, mientras esperaba aplique la pomada para que mis moratones terminaran de sanar. La venda de mi muñeca hace tiempo que la había olvidado pues me impedía hacer muchas cosas y eso no me gustaba.

-debes dejar de andar con bragas, y es enserio- me sobre salta por el repentino sonido de su voz, al tratar de levantarme me di en la cabeza con la mesita de noche- verdaderamente eres muy patosa- ayudo a que me levantara.

-mejor siéntate- sobe mi cabeza y él se acomodó sobre la cama estirando su pierna para poder limpiarla- ¿cuando sacaran los puntos?, se están encarnando- negaba con la cabeza mientras veía

-mañana viene Justin a eso-

-eso espero- comencé con la limpieza de su herida.

-¿Dónde aprendiste todo esto?- su voz era la curiosidad viva.

-yo tengo un vida, una historia que no me enorgullece y me avergüenza, de esa vida aprendí muchas cosas- no dije más y él tampoco presiono por saber, termine de vendar su pierna y me separé de él.

--gracias- otro beso en la frente fue lo que me gane.

No respondí nada simplemente me levante con las cosas que había utilizado para deshacerme de ellas.

Cuando volví a entrar en el cuarto mi lado de la cama está esperando para acostarme, alix ya estaba acostado con uno de sus brazos sobre su abdomen y otro detrás de su cabeza, me acosté dándole la espalda y como se había hecho costumbre, poco antes de dormirme sentía su brazo pasarse por mi cintura, y su calor termino de llevarse a la inconciencia del sueño.

Sentí pequeños besos en mi cuello, e inmediatamente mi piel se erizo, eso pareció motivar más a la persona a mi espalda, la mano que estaba en mi abdomen se movió en círculos subiendo hasta cubrir uno de mis pechos, mordí mi labio inferior tratando de tragarme mis gemidos. Mis caderas involuntariamente se movieron en círculos y cada vez estaba más excitada. Los besos pararon y las caricias también obligando me a abrir los ojos.

-¿por...porque paras?- unos ojos oscuros como una tormenta era lo que estaba viendo.

Alix me acostó boca arriba para después el acomodarse entre mis piernas.

-no quieres que pare, ¿cierto?- las palabras quedaron trabadas cuando su erección toco mi sexo, logrando que arqueara mi espalda- te gusta, ¿no es verdad?- solo logre asentir pues nuestras caderas empezaron a chocar más seguido. Incrementando la excitación de ambos

- alix...- necesitaba más, llevaba mucho tiempo en sequía, aunque Jonatán nunca me logro dar el máximo placer.

-¿qué quieres?- dejo de mover sus caderas presionándolas contra las mías.

-aaa ti... dentrooo- mi espalda se arqueo cuando una de sus manos comenzó a jugar con mi pezón.

-tomas la píldora- su pregunta me dejo congelada.

-no

-¿eres virgen?- su tono era de sorpresa.

-no lo soy- pareció molestarle mi respuesta, así que tratando de recuperar el control de la situación lo empuje para levantarme de la cama y encerrarme en el baño.

Estaba molesta conmigo misma, no debí de perder el control de ese modo, me duche rápidamente para salir del baño, él tampoco dijo nada, se encerró en el baño, me vestí rápidamente, aplicando la pomada y alistando las cosas para limpiar la herida de alix, este apareció con un bóxer después sentándose en la cama, ya sabíamos la rutina simplemente la seguimos, lo deje solo en el cuarto encontrándome con Alex en el inicio de las escaleras.

-¿buena mañana? Tienes mejor cara que ayer- dijo dando leves golpes en mi brazo.

-tengo mejor ánimo eso es todo- forcé una sonrisa para tranquilizar, pues estaba mucho más sensible que de costumbre.

- no me creo esa mentira, nunca te ha gustado despertarte temprano, así que algo emocionante sucedió en ese cuarto- sus cejas no paraban quietas.

No dijimos nada más, esperamos algunos minutos y alix con Alan y Adam bajaron, esta vez alix no se fue en el auto con nosotros, él se fue en moto, aprovechando lo que nos quedaba de camino decidí volver a dormir un poco pues ni siquiera se veía inicio de que el sol comenzara a salir.

El portazo que escuche fue lo que me despertó, el día ya estaba claro y estábamos a menos de una cuadra de la universidad pues allí dejábamos el auto.

Estire mi cuerpo cuando salí del vehículo, mi piel se erizo por la brisa fría, cruce mis brazos tratado de darme un poco más de calor, iba de ultimas pues Adam no espero a ninguno y alexia se engancho al brazo de Alan dejándome botada, mi paso era pausado a comparación con el de ellos, de un fuerte golpe termine en el suelo con el dolor de mis costillas regresando nuevamente, lleve mis manos a ese lugar retorciéndome en el suelo.

-lo siento, verdaderamente lo siento- unas grandes manos agarraron mis caderas para poder ayudarme a levantar, era verdaderamente fuerte, ya que hizo todo el esfuerzo- ¿te encuentras bien?- deje de sentir sus manos en mi cuerpo obligándome a abrir mis ojos. Me atragante con mi propia saliva- te encuentras bien- tenía una pequeña sonrisa mal disimulada en el rostro, y esa sonrisa ya la conocía, con una leve sacudida de mi cabeza asentí.

-si estoy bien, gracias por ayudar a levantarme, soy algo torpe en las mañanas- le di mi más inocente y falsa sonrisa, el pareció tragarse el cuento pues dejo de disimular su sonrisa.

-en parte también fue mi culpa, andaba distraído, segura que estas bien- sus ojos bajaron hasta mis costillas, donde todavía tenía mis manos.

-si es solo que anteriormente me había golpeado y esta resentida la zona- baje las manos tragándome el quejido que quería soltar.

CAMILA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora