3-que buen trasero te gastas

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-¡hey!, Nicolás donde está tu sexi prima- dijo unos de sus amigos alzando la voz sobre la música que estaba más baja de lo que recordaba. Yo solo pude elevar una ceja, ya que el tipo me estaba dando la espalda.

-preguntabas por mi cariño-dije con la voz tan aterciopelada, me asuste ya que no la usaba hace bastante tiempo, el tipo se dio la vuelta y se quedó viéndome con la boca abierta- sé que soy bella pero no es para tanto- me halague como toda una diva frente a muchas cámaras- cierra esa boquita de pronto te comes una mosca- y con eso los que nos rodeaban soltaron una sonora carcajada.

La música subió un poco de volumen, el tiempo comenzó a transcurrir deprisa, y el lugar se comenzó a llenar, algunos tenían pañoletas amarradas a alguna parte de su cuerpo, y recordé el porqué de esto, hay dos colores, cada color representa a un boxeador y según el color de pañoleta que tenga eres por el luchador con el que está.

-ten ponte esto- Nicolás me dio una pañoleta de color gris, ya casi era momento que empezaran las peleas.

-no me la pienso colocar Nicolás- dije seria con los brazos cruzados.

-o por favor Camila colócatela- insistía en eso

-que no me la voy a colocar, yo no vine por ningún luchador yo vine porque mi primo me invito...- y tan rápido como dije esto me arrepentí, por acto de reflejo lleve mis manos a mi boca y agrande mis ojos.

-Camila...- su tono era de advertencia, pero la música se paró de repente y la voz de un hombre lleno el lugar.

-¡buenas noches, que ya comienza la diversión! ¡hoy tenemos una de las pelas más esperadas por todos nosotros!- mi primo me jalo del brazo para acercarnos, con sus amigos, más al cuadrilátero, así quedando en "primer fila", su mano paso instintivamente por mi cintura para que no pudiera separarme de él.-¡aquí tenemos a Marco "el demente"-se escucharon gritos y abucheos, me percate que la pañoleta que el tenia puesta era de color gris como la de mi primo y sus amigos, miro en nuestra dirección y lanzo un beso a una de las chicas la cual le contesto con un" tu puedes mi vida" ha de ser la novia -¡y aquí tenemos a alix "la tormenta"!- como paso con marco paso con él se escucharon algunos gritos y también abucheos, registro el lugar y su mirada se conectó con la mía, sin importar lo que decía el tipo que anunciaba se acercó a las cuerdas en el lugar que yo estaba.

-que buen trasero te gasta.- me dijo dejándome con la boca abierta y a mi primo tenso a mi lado, volvió al centro del cuadrilátero y la pelea comenzó, y mi sufrimiento con ella.

- ¿de dónde lo conoces?-

-no lo he visto nunca en mi vida- y era verdad nunca lo había visto. No dijo nada más se dedicó a apoyar a su amigo, que lastimosamente después de más de media hora cayo noqueado al suelo por un gancho que le propino alix.

Sentí el jalonaso en mi brazo izquierdo, Nicolás me jalaba por el lugar hasta volver cerca de la pista de baile, nos acomodamos en las sillas que estaban allí, algunos se levantaron a bailar yo solo saque mi móvil y me concentre en mis redes sociales, poco después me aburrieron, acomode mis gafas y me adentre en la pista de baile, que más podía hacer, contonee las caderas hasta que sentí unas grandes manos en ella

-te mueves muy bien linda- una voz ronca llamo mi atención.

-pues gracias, pero quita tus manos de mi cuerpo – dije zafándome bruscamente de su agarre, me acerque a la barra de bebidas.

-dame un ron con Coca-Cola- le pedí al barman mientras me quitaba la gafas y apretaba el puente de mi nariz.

-aquí tiene señorita – dejo el vaso con mi bebida.

-¿el rojo sigue siendo el color neutro?- mi pregunta lo descolo.- que si el color rojo sigue siendo el color neutro- le repito dando un trago.

-si- contesto él.

-perfecto, gracias- le digo dándole fondo blanco a mi baso y pagando el trago

-Camila ya nos vamos- dijo Nicolás cuando volví con ellos.

-perfecto, estoy cansada- agarre su mano y salimos de allí, y sabía que él estaba enojado o frustrado.

-tenemos una conversación pendiente- dijo cuándo me dejo en la casa.

-como quieras- masculle, bajándome del carro y cerrando fuertemente la puerta, saque las llaves de mi bolsillo junto con mi celular viéndola hora, las tres de la madrugada. Con el sigilo de un gato, atravesé toda la casa hasta mi cuarto.

Tenía mucha calor por lo cual abrí la ventana de par en par, confiada de que al día siguiente nadie me vería, me quite mi ropa que dando solo en bragas, deje las gafas en su estuche y me lance a mi cama cayendo rápidamente en un sueño profundo.

Pestañee varias veces antes de abrir mis ojos por completos, me estire en la cama antes de levantarme, saque una camiseta muy ancha que usaba de pijama y me la coloque junto con mis gafas antes de salir, en la casa solo vivíamos mi mamá y yo por lo cual me importa muy poco andar en bragas y una camisa puesta, vi el reloj que colgaba en la cocina y me indicaban que eran las 3:30 de la tarde, pues valla sí que he podido dormir.

-hija, si estás leyendo esto significa que no he llegado a la casa, estoy en mi entrevista de trabajo y después voy comprar comida, en el microondas esta tú desayuno, aprovecha.- termine de leer la nota pegada en la nevera.

Y como dijo allí estaba un plato con huevos revueltos con salchicha y pan tajado, enciendo la televisión y coloco el canal que más me gusta, después de terminas con mi comida seguí viendo la televisión por un rato más. Escuche la puerta principal abrirse y pocos segundos después mi madre entro en la sala.

-hola cariño- saluda alegremente mientras entraba con algunas bolsas.

-hola ma, te ayudo.-dije levantándome y acercándome a ella.

-por favor, hay más bolsas en el carro- dijo dándome a entender que fuera por ellas.

-he, mami- le llame para que viera mi vestimenta

-ya entendí cariño, lleva esto a la cocina, yo voy por las del coche- cogí las bolsas que tenía en sus manos mientras que ella volvía por las que quedaban en el auto.

- como te fue en la entrevista, de que va el empleo- pregunte mientras que organizaba las compras, se quedó callada un momento dándome a entender que algo andaba mal- ¿ qué paso?- dije deteniendo mis movimientos y viéndola fijamente.

-si consigo el trabajo tendría que viajar mucho Camila, casi no pasaría tiempo contigo-me entristeció y al mismo tiempo me alegro- el suelto es espectacular pero no me convence el dejarte tanto tiempo sola.

-es una fantástica oportunidad mamá, cuando se acaben las vacaciones yo voy a volver a la universidad, en unos días voy a empezar a buscar trabajo, tienes que aprovechar, podrás viajar y conocer distintos lugares, si te dan el empleo no lo desaproveches, eso es lo que yo aria tomaría el trabajo y viajaría por donde pueda- le dije sin dejar de verla.

-voy a preparar algo de comer, mejor quítate de ahí- dijo levantándose de la silla, sabía que lo hacía para pensar más tranquila, salí de allí y subí a mi cuarto, para continuar con la lectura que me interrumpieron.

El cielo ya estaba oscureciendo me senté en el sillón que tenía pegado a la ventana, perdiéndome de nuevo en el mundo que me pintaba mi libro.

Pase varias horas leyendo, hasta que mi estómago volvió a pedir comida, revise mi celular y marcaba las 10 de la noche, Salí de mi cuarto y vi la puerta del cuarto de mi mamá entre abierto dejando escapar una fina línea de luz, baje las escaleras y de la nevera saque el plato con comida que mi madre me preparo, una manzana verde junto con un vaso de jugo. Devore todo esto sin dejar de leer, deje la losa de lado y volví a acomodarme en mi ventana, me gustaba el cielo nocturno.

CAMILA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora