CAMILA.

29-anya

-amore mío- no reconocí para nada la voz de quien me hablaba.

-¿con quién hablo?, si es una bromo por favor madure y deje las pendejadas.

-sigues sin tener paciencia o ¿no amore?

-verdaderamente no se con quién hablo, pido el favor de que me diga ¿quién es?

-me partes el corazón al saber que no te acuerdas de mi amore – y como si un ¨clic¨ hubiera sonado en mi cabeza supe quien hablaba.

-Jonatán...- mi voz salió demasiado aguda y baja para mi gusto.

-veo que ya te acordaste amore, espero vernos prontos.- la llamada se colgó, no podía mover mi cuerpo mi celular se deslizo de mi mano hasta que se estrelló contra el suelo.

Mis sentidos se desconectaron, los ruidos pasaron a ser suaves susurros a mí alrededor y recuerdos que en su momento me hicieron feliz se reprodujeron en mi mente. Y las lágrimas no demoraron en Salir, fui cayendo lentamente hasta que mis rodillas tocaron el suelo, no sé cuánto estuve en ese estado pero fue sentir unos fuertes y cálidos brazos a mí alrededor me gire  y enterré mi cara en su pecho, sentí suaves masajes en mi espalda y cabeza, paso uno de sus brazos por debajo de mis rodillas y me cargo, pase mis brazos por su cuello y enterré mi cara en este.

Alix

Encontrar a Camila en el piso llorando no fue lo que me esperaba al salir.

--Camila- la llame suavemente al ver que no respondió me acerque a ella, pareció volver a la vida cuando la abrace, pero su llanto no paraba cada vez era más fuerte la cargue hasta nuestro cuarto, me senté en la cama con ella en mis piernas y espere a que su llanto se calma para poder saber el porqué de este.

-tenemos que hablar- entro con mala cara Adam, - ahora- no le importo ver el estado de Camila, por alguna extraña razón mi hermano la odia.

-ahora voy- le dije dándole una mala mirada, este salió del cuarto.

-cuando vuelva me vas a explicar que fue lo que sucedió Camila- esta simplemente asintió, la deje en la cama dándole un rápido beso y salí de allí.- ¿Qué sucede?- Adam me esperaba al final de escalera.

-ferreri volvió. Tiene más poder del que nos gustaría aceptar, alguien lo apadrino y creo que volvió por Camila- eso me helo la sangre, en ese momento pasamos donde estaba el celular de ella, me agache para recogerlo, y lo guarde en mi bolsillo.

-explícate-

-Jonatán ferreri volvió y está buscando a Camila, si no me equivoco, tiene a más de un chulo buscándola, e incluso paso por su casa, él se está convirtiendo en una verdadera amenaza, estamos borrando toda evidencia de que ella está vinculada con nosotros, lo mejor es que ella se valla lo más pronto para el apartamento que compartirá con alexia, por eso estas adelantando todo el protocolo de seguridad de su apartamento, para mañana ellas dos tienes que salir de esta casa. – al final sonó más determinado por saca a ellas de la casa.

-hablare con su familia mañana- no dije nada más, entre en la cocina por algo de comer.

Cuando volví a entrar en el cuarto Camila estaba dormida, como buen investigador o curiosos saque su celular, para mi fortuna no tenía ningún tipo de seguridad, revise sus últimas llamadas, y la de un número desconocido fue la que más me preocupo, rápidamente guarde ese número en mi teléfono, seguí curioseando su celular hasta llegar a su galería de fotos, me imaginaba encontrándome mil y una foto de ella pero su galería contaba con escasa fotos de ella y se notaban que ya tenían su tiempo, he incluso encontré una de mi hermana y de ella, no lo dude nada y la pase a mi celular, guarde mi número en su celular y el de ella en el mío, nunca se sabe de pronto me necesite por alguna emergencia y no tenía mi número, deje su móvil en la mesita de noche y Salí de aquel cuarto para poder hablar con su y mi familia sobre el tan detestado ferreri.

-alo, hola padre- dije cuando al tercer pitido descolgó la llamada

-hola, hijo sucede algo- no estaba acostumbrado a comunicarme con ellos, solo cuando se trataba de negocios.

-padre llamaba para decirte que necesitamos reunirnos con la familia Sáenz lo más pronto posible.- le explique el resto de cosas dijo que en la noche nos reuniríamos.

- has visto a cami, la estoy buscando y nada que la encuentro.- hablo Alexia a mis espaldas.

-está durmiendo, pero no la vallas a molestar, recibió una llamada que no le sentó para nada bien- explique cuando vi la clara intención de buscarla.

Volví a subir donde Camila estaba durmiendo, se removía bruscamente en la cama y balbuceaba cosas que no lograba entender, me senté  cogiéndola por lo hombros para que dejara de moverse tan desesperadamente, abrió sus ojos de golpe y reviso donde se encontraba.

Sus ojos conectaron con los míos y volvió a llorar, sin esperar ni un segundo más la atrape entre mis brazos mientras se volvía a calmar.

-me vas a decir porque estas llorando- mi voz era un suave susurro con ella no me sentía bien tratándola de manera bruscas cuando la veo tan vulnerable.

-te dije que tengo pasada, también que no estoy orgullosa de él, por más que las personas tratemos de mantenerlo lo más oculto posible, es ley de la vida este siempre aparece nuevamente- su voz cada vez sonaba menos temblorosa y mientras hablaba abría una de las maletas sacando una caja de ella, para luego volver a sentarse a mi lado- mi vida se descontrolo completamente cuando cumplí los catorce años- soltó un pesado suspiro, tenía sus ojos fijo en un punto muerto y sus manos no dejaban de acariciar la caja – mi madre en esa época trabajaba todo el día y en la noche llegaba tan cansada que dormía profundamente, en una de las muchas noches que me escape con mi primo a un club, lo conocí, conocí a la persona que me destrozaría por completo, pero en ese momento mi parte ingenua, aniñada y positiva estaba más que encantada de que un hombre le prestara atención, en esa época nadie del género masculino me prestaba mayor atención, estaba desesperada por sentirme un poco querida por un hombre, que no fuera mi primo- al decir esto suelta una carcajada seca, sin sentido, sin emoción- intercambiamos números y nos seguimos viendo en ocasiones furtivas, él tenía una hermana- y ahí confirme que me estaba contando su historia con ferreri – congeniamos tan bien que nos volvimos inseparables, él me llevo al mundo de lo ilegal, los siguientes dos años de mi vida fueron un torbellino de auto destrucción, probé drogas y alcohol, he hice muchas cosas de las cuales que no me gustaría recordar, un fin de semana, como cualquier otro, no pude asistir a ese lugar, en ese momento me moleste tanto por no haber asistido, aunque me sigue molestando, ese fin de semana murió ella, anya murió ese fin de semana- me tense por completo al escuchar el nombre de mi hermana- yo debí de haber muerto en vez de ella, Jonatán me dijo que en un descuido la habían forzado tres desconocidos, le creí, como no creer al que creíste que era el amor de tu vida, él me dejo, se alejó de mí, me obligue a creer que la muerte de su hermana lo afecto lo bastante como para alejarse de todo y de todos, nunca supe donde enterraron a mi amiga, pues después de que él me diera esa noticia me culpe, siempre estábamos las dos en cualquier lugar, y nunca nos había sucedido nada, cuando me pude recuperar un poco decidí volver, y lo que me encontré no me gustó nada, él tenía a una pelinegra devorándole la polla, en cuanto me vio me dio una gran y cínica sonrisa, en ese momento Salí con el corazón más roto de lo normal, me estrelle con uno de los muchos que conocí en ese lugar, él me saco de allí y me contó toda la verdad- se quedó calla un momento- el hombre que creí que me amaba me había vendido, me vendió a unos árabes para que fuera una de sus putas y como no asiste ese fin de semana anya fue la que pago, no fue un descuido fue el hijo de puta que la encerró en un cuarto y después dejo entrar a los tres infelices que la ultrajaron de ese modo, por mucho tiempo me culpe de lo que sucedió, ella no debió de ser la que sufriera eso, pero la vida es una perra que le quita ataca a personas buenas y a las escorias las mantiene vivas- decidida abrió la caja y saco una cadena y una foto, reconocía la cadena, pues fui yo mismo el que le ayude a elegir a anya, me entrego las dos.- ella es anya- dijo con una suave sonrisa en sus labios, acariciando la foto de mi hermana.