It was on summer ❴DESTIEL❵

«50»

Su reunión con Benny mantuvo su mente ocupada por el resto del día. Castiel no estaba preparado para mantener una conversación así con Benny, pero el resultado fue bastante bueno. Él ya no lidiaba con esos problemas y Castiel se sentía tranquilo con eso. Sí, tranquilo...

Pero recordó que había una persona que no lo estaba. Dean.

El solo recordarlo le hizo pegar un salto de la cama al suelo. Bajó hasta la primera planta para tomar las llaves y salió azotando la puerta estruendosamente. Incluso Mary se vio sorprendida de lo preocupado que Castiel se veía cuando apareció en su puerta, pero sabía que solo podía estar así por una persona.

—Dean está en su habitación.

Castiel le dio una mirada de agradecimiento mientras se adentraba en la casa. Solo bastaron sus rápidos y ruidosos pasos en el ascenso para que Dean se asomara desde su habitación. Al encontrarse con la mirada azul, Dean hizo un esfuerzo sobrehumano para lucir desinteresado.

—¿Ya resolviste tus asuntos?

Recibió un débil asentimiento de cabeza como respuesta. Incluso Castiel llegaba a comprender su molestia.

—Es bueno saberlo. Por cierto, gracias por dejarme un mensaje y quitarme los malditos nervios de encima.

No pudo seguir escondiendo su enfado. Dean definitivamente estaba enojado.

—Dean, en serio lo siento. Juro que iba a hacerlo, pero lo olvidé y...

Dean dejó escapar un lento bufido a la vez que se apoyaba sobre el marco de su puerta. 

—¿Qué problema era, de todas formas?

Fue en ese momento en el que Castiel sintió que caminaba sobre una fina cuerda floja. Él no tenía ningún inconveniente en comentarle a Dean su día, sin embargo, era su palabra hacia Benny lo que lo detenía. Benny le había pedido que no le contara nada a Dean, después de todo, él mismo iba a encargarse de hacerlo. Él no quería mentirle, pero tampoco podía decirle la verdad...

—Prometo que lo sabrás pronto.

—¿Hablas en serio?

—Sé que puede sonar ilógico, pero no puedo decírtelo. No yo.       

Sin embargo, Dean ya se podía hacer unas cuantas ideas sobre ese asunto misterioso. Durante el tiempo que pasó con Alastair  había aprendido a reconocer a un mentiroso, por no añadir infiel. Él ya no estaba dispuesto a soportar otra ridícula infidelidad, y aunque confiaba en que Castiel no era ni por asomo esa clase de persona, la nueva pulsera en su muñeca le hizo creer en algo que jamás había imaginado antes.

—Cas, ¿podemos vernos mañana? Estoy algo cansado.

—Dean, juro que...

—No quiero seguir hablando. Nos vemos mañana, ¿sí?

Castiel y Benny tenían historia, y Dean no sabía qué tan extensa era...

No esperó una despedida de su parte, simplemente se dio la vuelta y cerró la puerta con suavidad. Aún se sentía algo desconectado por las conclusiones a las que su mente estaba llegando, pero la idea era más que clara.

Si lo de ellos había sido cosa de una noche...

—¿Por qué Benny le daría ese brazalete? Él lo adora...

O lo adoraba, porque ahora era su novio quien lo llevaba puesto.

Estaba confundido. ¿Castiel sería capaz de traicionarlo de esa forma? ¿Su mente estaba jugando con el? No lo sabía, pero no le importaba, al menos no en ese momento. Dean se refugió bajo las sábanas buscando algo de sueño, pero las lágrimas no tardaron en aparecer.

Porque confiaba en Castiel, pero no podría soportar otra traición a su corazón...

No otra vez...

No de Castiel.

Fue en verano cuando Dean dudó sobre la fidelidad de Castiel.