Capítulo 10

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"Al fin te encontré, Granger"
S.M Guzmán

Flash Black

Fue un jadeo ahogado lo que inundó la habitación de deseo tan puro y denso que quemaba. Draco, con una sonrisa de lado y frente a él el motivo recurrente de sus sueños húmedos con la falda adornando sus pies descalzos la túnica derrapada pasos atrás, la blusa a mitad de camino entre codos y antebrazos el sonrojo peculiar de sus mejillas, los labios rosados incitándolo al pecado. El motivo de tentación provocándolo a salir de lo meramente correcto según su crianza.

── Se que la pregunta sonara un tanto estúpida pero aún así ¿Que éstas haciendo? ── La ceja alzada, la atención puesta en el pestillo de la puerta del salón de pociones.

── Me desnudo para ti ── El tibuteo de inseguridad que provocaba más morbo ante la imagen de colegiala a medio vestir lo cegaba.

── Termina de cautivarme.

Fin del flash Black

...

El recuerdo la golpeó como una sonora cachetada, Draco estaba volteando a su favor sus propios medios. Aquéllos que utilizo para seducirlo y cautivarlo, consejos propios de Lavander y Ginny, aunque estas creían que aquellos trucos de mujeres serían empleados en Ron. Lo que jamás imaginaron es que eran para un hombre prohibido por la sociedad para ella.

Enfrentó con la mirada aquel muchacho sentado en su emporio con la mirada fija en ella, la imagen cansada, los años acumulados en las facciones y los ojos sellados por el imponente mercurio de su iris. Era un Draco Malfoy, distinto sin duda alguna ha aquel muchacho que ella envolvió con su cuerpo virginal.

── ¿Si me rehusó a tu petición?

── ¿Crees que estas en posición de negarte? ── Chasqueo la lengua ante su propia pregunta. ── No, no y ¡No! Mi querida bruja Esta vez soy yo quien dirige, en esta ocasión son mis reglas ── La mirada gélida la atravesó.── Así que dejame repetirlo... Desnúdate para mí.

No había duda que aquella frase, que aquella petición buscaba las maneras de revivir ese pasado que lo estaba condenando. El pasado del cual ella eligió rumbo. Así que de forma taciturna sus manos tomaron voluntad desabrochando los botones de la camisa revelando de forma lenta el esplendor de su piel canela y el sujetador blanco de algodón.

Draco, se puso en pie casi por inercia dirigido por los instintos de sus hormonas, rodeo el escritorio quedando frente a ella se recostó del metal para evitar cualquier impulso cruzó sus brazos a la altura de la su pecho entre cerrando los ojos cuando la camisa de la castaña falto por completo. Dejándola con aquel brasier blanco que no invitaba a nada y la falda ejecutiva alta que rozaba el ombligo.

Un botón ¡Un jodido botón! Lo separaba de verla casi desnuda y como si Hermione, leyera sus pensamientos alzo la barbilla conectado sus miradas al tiempo que sacaba el botón y baja el cierre de la ejecutiva gris, cerro los ojos rompiendo el contacto visual perturbada ante la ligereza con la que cedió la prenda, la familiaridad de aquella escena. Pero su valentía pudo más alzo sus párpados observando a Draco, con una mano rascándose el mentón.

── Quítate el sujetador ── El tono ronco y áspero caló en lo más profundo fe la castaña pero aun con la convicción fallándole obedeció dejando sus senos desnudos.

Al fin te encontré, GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora