Capítulo 21

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"Al fin te encontraré, Granger"

S.M Guzmán



Una de las asistentes asignadas para su arreglo termino de colocar el último repaso del labial, la admiro unos segundos para después sonreír en aprobación. No comprendía porque tanto alboroto, únicamente para una cena benéfica a la que Draco, demando su compañía ahí estaba ella enfundada en un hermoso vestido blanco y arreglada cual mujer de alta sociedad. Una que seriamente dudaba ser.

La puerta de la habitación fue abierta dejando ver a su paso a la imponente mujer vestida de negro neutro. Pansy, sonrió a medias y sin muchos ánimos de ser simpática levanto el mentón con naturalidad y se acerco lo suficiente a la castaña.

──Tiempo sin verte Granger o mejor dicho Malfoy. Porque si no me equivoco y raramente lo hago tú jamás dejaste de ser la esposa de Draco. ── La tremulante ira de sus palabras avasalló por completo el rostro calmado de Hermione.

  ── Pansy...

── Pansy, nada Granger. Ahora se todo lo que debí saber y déjame felicitarte leona por tu carácter recio aunque difiero contigo en la forma de proteger a quienes quieres. Le hiciste mucho daño a Draco ──  Ambas soltaron el aire retenido.  ──  Ya que estas lista es momento de irnos. Draco, nos esperara en el salón  ── Hizo una señal en dirección a la puerta, Hermione se levanto y siguió el rumbo indicado sin poner objeción alguna.

El presentimiento de traición la embargo al encontrarse en la cima de la escaleras a dos hombres que fácilmente le doblaban la estatura por instinto retrocedió sus pasos chocando con dos manos que la sostuvieron por ambos hombros.

Su rostros se encontró con el de  Pansy, quien la miro sin emoción alguna. 

   ── Cálmate por favor  ──  Pidió en un susurro casi imperceptible cuando sus miradas se enfrentaron se acerco lo suficiente hasta que su barbilla roso el hombro descubierto de la castaña para así darle confidencialidad a sus palabras.  ── ¿No es necesario que mis amigos deban hechizarte o neutralizarte de alguna forma verdad?  ── Cuestiono recibiendo una negativa por parte de la muchacha.  ──  Muy bien Hermione, ahora vas acompañarnos y harás todo lo que este tu alcance para que todo funcione a la perfección. Llevaras la corriente y sonreirás cuando te lo pidamos al final de cuentas lo mejor que se te da es mentir  ──  El desdén propio y natural en su voz hizo temblar de impotencia a la castaña. 

Nunca había tenido resentimientos por Pansy, pero que se estuviera comportando como la perra fría  que solía ser con los demás compañeros de colegio le hacia hervir la sangre. Nadie tenia derecho a juzgarla ni siquiera él con todo el daño que ella reconocía le había causado.

Sus piernas le fallaron cuando bajo del auto y se encontró de frente con una de las cabinas telefónicas que eran utilizadas como medios de conexión entre el mundo mágico y muggle. Uno de los mastodontes la empujo levemente hasta obligarla a entrar en el pequeño espacio. 

La ansiedad creció en ella de forma avasallante encerrándola en un casi ataque de pánico que ella misma se impidió. Su cuerpo se apretujo contra el de Pansy, y el hombre de dos metros en aquel diminuto espacio, el vértigo se hizo presente como un vació en su estomago cuando la cabina decenio de forma rápida, muy rápida para lo que ella recordaba.

Estrangulo el pequeño bolso negro que la asistente insistió que llevara, y pudo sentir el sudor en sus manos frías. Trago hondo cuando las suelas de los zapatos resonaron en el callejón después de salir de la cabina y levanto el mentón para que ninguna lágrima corriera de sus ojos. Estaba de vuelta en el mundo al que una vez decidió renunciar.

Camino una distancia larga antes de encontrase de frente con un salón que no recordaba que estuviera allí, era ingenua al pensar que nada aquel mundo cambiaría era más que obvio que no era así. Pansy, se detuvo en la entrada al mismo tiempo que el hombre  abría la puerta frente a ellas.

   ── En honor a ti ── Indico Pansy, haciendo un ademán a lo que indudablemente era una reunión o algo similar a una fiesta.

Aquella frase no la dejo procesar, pero en vez de detenerse o congelarse se abrió paso entre los presente quienes le sonreirán complacidos de su presencia. 

Como si su cuerpo lo detectara inmediatamente dio con el responsable de aquel circo. Draco, se encontraba a unos metros de distancia sosteniendo una copa de vino de elfo entre sus manos. Le sonrió alzando dicha copa en su dirección y aunque era una de las sonrisas más radiantes la felicidad no llegaba a sus ojos. Avanzo hacia él sin importarle las viejas caras que insistían en saludarla. 

Sus labios se abrieron dispuesta a insultarlo pero aquellas palabras murieron en su boca cuando un hombre de cabello rojizo y con muchas pecas se coloco al lado del rubio. Detuvo su paso de abrupto para fijar su atención en la melena negra que situaba a la par del pelirrojo. 

La alegría en ambos la ahogo, su mirada se centro en el hombre rubio, quien trago el nudo de su garganta y se retiro sin dedicarla una palabra. Avanzo por instinto en la dirección donde se marcha pero sus brazos se vieron sujetos por los recién aparecidos. 

Ron y Harry, le sonreían con fervor mientras ella se destrozaba por dentro otra vez. Se soltó con fuerza causando sorpresa en sus viejos amigos y cuando logro alcanzarlo las palabras sobraron. Sus miradas hablaron por si solas el dolor, tan latente y vivo como si no hubieran pasado cuatro años, la culpabilidad tan presente como el mismo día de lo ocurrido. Y fue ahí justo ahí cuando comprendió que ocasiones como la que ambos vivían era mucho mejor dejar correr los días y separarse. Curarse solos, lamentarse solos y quizás, solo quizás buscar a alguien más con quien crear nuevas historias.

Soltó un jadeo antes de asentir y lo vio confundirse entre la multitud. Un perfume poco conocido la embargo al mismo tiempo que sentía unas brazos rodearla por inercia se alejo pero el dueño de aquella fragancia repugnante poso sus labios en los suyos y como en años anteriores no sintió nada por Ronald. Ahora mucho menos.

 Ahora mucho menos

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Al fin te encontré, GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora