Capítulo 22

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"Al fin te encontraré, Granger"

S.M Guzmán

Aflojo el nudo de su corbata con su mano derecha al tiempo que su mano izquierda se ocultaba en el interior del  bolsillo del pantalón. Se detuvo en el umbral de la puerta del salón observando el beso que era aplaudido por muchos de los presentes.

No se había equivocado, aquello era lo más idóneo posible y más que destruirla como quiso en un principio ahora solo ponía estabilidad en su vida. Sonrió a medias sin ganas, los sentimientos colisionados en su interior le hacían creer que aquello fue lo correcto. Entregar a Hermione, al mundo que se paralizo en su ausencia y seguía viéndola como un héroe, era lo mejor para ella aunque su decisión le quitara parte del aire en su vida.

 Hizo un ademán de caminar para terminar de irse de aquel sitió pero la mención a su apellido lo hizo revocar su andar.

  ── ¡Malfoy! ── Le llamo Harry Potter, sonriéndole con gratitud exorbitante que translucía sus poros. ── ¡Gracias! ── La euforia seguía presente, la mirada de Draco, se desvió a la mano del azabache extendida en su dirección. Dudo en responder el gesto pero termino aceptándolo.

  ──No fue nada Potter. ──  Aquellas palabras le costaron mucho más que estrecharle la mano. Porque si le costo, le costo parte de su vida y alma sacrificar su felicidad. Harry, negó en su dirección aun con una sonrisa puesta en su boca. 

  ── No lo minimices Malfoy, ayudaste a Hermione. Darle trabajo en tu empresa, ayudarla a recordar y mostrarle poco a poco quien era. Eso, eso vale mucho para nosotros. 

Cerro los ojos por inercia ante el parloteo que brotaba de Potter. No necesitaba que le recordara el fiasco de mentira que había armado para organizar aquella reunión. No necesitaba que le diera las gracias una vez más porque sabia que perdería el control. Levanto su mano haciendo callar de abrupto la oración del azabache.

  ── Tómalo como mi obra de caridad Potter, algo así como la suma mensual de galeones que mi familia dona voluntariamente al ministerio.

── Ambos sabemos que eso no es igual Malfoy,  has dejado aun lado tus principios de sangres.

  ── Esos  principios fueron dejados hace mucho tiempo. Ahora me dedico hacer obras benéficas, si no te importa, debo retirarme tengo cosas importantes por hacer. ── Y antes de perder los estribos salio de salón chocando con la noche fría que recrimino su soledad.

Los ojos le picaron, pero al levantar la vista se encontró con Pansy, sosteniéndole la mano a Blaise, la muchacha le sonrió abiertamente. Recobro su postura cuadrando todo lo posible sus hombros y irguiendo su orgullo. Acorto la distancia que los separaba y empezó a andar junto a ellos perdiéndose entre los callejones. Con ella fielmente atada a su mente, con el corazón galopando con más fuerza para que regresara sus pasos e impidiera ese beso que lo arrastro al infierno.

Porque por más que fuera lo correcto, y aunque no lo admitiera en voz alta, lo corrector dolía y las esperanzas destrozadas ardían con más fuerza en su pecho. Las esperanzas que se volvieron añicos cuando ella no grito su nombre y no le imploro que se quedara, las esperanzas que se prendieron en llamas consumiéndose cuando su cuerpo salio del salón y se echó andar esperando escuchar su voz pidiéndole que se detuviera.

...

Sus labios se sellaron rechazando por completo esa boca que reclamaba la suya con prisa, sus manos buscaron el pecho del responsable y con la mayor de sus fuerzas lo empujaron lejos de ella. Sus ojos se encontraron con los azules enigmáticos quienes le reprochaban su rechazo.

Al fin te encontré, GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora