Capítulo 25

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"Al fin te encontraré, Granger"

S.M Guzmán

Estiro las piernas cuando sintió que su cuerpo ya estaba agotado por mantenerse tanto tiempo engarrotado en aquella silla de hospital. Dos días donde podía jurar que el tiempo pasaba por su cuerpo haciendo estragos de forma catastrófica. En aquellos instantes él debía ser el hombre fuerte y frió que siempre mostró ante su madre y del cual en aquellos instantes ella se apoyaba. 

No había una conclusión exacta en cuanto al diagnostico, seguramente Hermione, no revelo toda la información. Aquel estado se debía  ha que estuvo a punto de hacerlo o que contó la verdad a medias. Una mueca de disgusto se figuro en su cara, era una mujer terca incapaz de medir las consecuencias de sus actos. 

Dudaba seriamente de que aquella muchacha tuviese la inteligencia de la cual se atribuía, probablemente le gano el corazón noble que caracterizaba a los de su casa pero aun así él no se sentía culpable de aquella situación. Esos dos seres estaban asumiendo las consecuencias de sus actos, de ocultarle tantas cosas por tantos años.

Sus dedos acariciaron la mejilla de la muchacha, la sobriedad en sus pupilas se contagio con la nostalgia que le alcanzo el pecho. Su corazón se comprimió y sus esferas se ataron aquellos ojos marrones que se abrieron con pasividad ante él. Contuvo la emoción de sonreír.  

  ── Hermione ──  Aquellas letras escaparon de forma taciturna de sus labios al mismo tiempo que se alejaba de a camilla recobrando su postura aristócrata. La aludida se alzo en la camilla tomando una posición distinta. Pese al poco esfuerzo inmediatamente sus fuerza se vieron debilitadas. ── Una vez más te negaste a escucharme. Tomaste la decisión sin importante lo que los demás pudieran opinar sobre la misma.

  ── Tengo sed ──  El murmullo estropeado de la castaña hizo que el rubio se concentrara nuevamente en ella.  Se acerco a una de las mesas de la habitación donde reposaba una jarra con agua, sirvió el liquido en pequeña cantidad en uno de los vasos. Con la mayor de la paciencia se acerco hasta ella con cuidado sus dedos alzaron e mentón de la chica hasta que sus labios tocaron e borde de cristal que su otra mano le ofrecía. Paro su acto cuando los dedos de ella acariciaron de forma imperceptible su dorso.

  ── ¿Mejor ahora? ──  Aunque su pregunta quisiera sonar con preocupación, el sarcasmo socarrón en su voz delato su mal genio.   

  ── Draco, se que...

  ── No ──  Se atrevió a interrumpir postrándose a los pies de a cama y sosteniéndose del barandal de la camilla. ──  No estoy pidiéndote explicaciones esta vez Hermione. Y no lo hago porque quisiera omitir tu intento de homicidio, lo hago porque creo conocer mejor que nadie tus razones.  

  ── Estas juzgándome de nuevo ──  Su tono de voz fue vacilante. ── Yo ya no podía seguir así. No me señales cuando quise enderezar mi vida, porque me sentí a tiempo de dejar as cosas en claro.

── Pudiste morir, mi padre pudo morir contigo. Te arriesgaste cuando yo te pedí que no lo hicieras, te deje para que continuarás...

── Fue ese tu error. ── Sopeso interrumpiéndolo ella. ── Tu error fue creer  que después que revolvieras el pasado yo podía quedarme a mitad de camino ── El silencio reina cuando ella se calla pero muy a pesar de su debilidad y el resentimiento en su voz continua hablando. ──  Deje que me humillaras, que descargarás tu rabia e impotencia en mí. Deje que me trataras como la basura que me sentía en el instante que diste conmigo Draco. ── Una lágrima se desliza por su mejilla y el dolor con el que habla es tan tangible que el hombre frente a ella se aferra con más fuerza del barandal de la cama. ── Yo estaba en el peor momento de mi vida, asumí responsabilidades de las cuales quise huir en su momento. En aquellos momentos deseaba más la muerte que nada en el mundo, pero me mantenía viva mi madre y después tú.

La carcajada que retumba en la habitación la hiere con más fuerza. Pero aquella risa seca y ronca no tiene ni una pizca de gracia.

  ── Fui tu salvanción en medio de la tormenta ¿Es lo que dirás no? ──  Le cuestiono con hostilidad.

── No ──  Negó al tiempo que limpiaba las lágrimas que bañaban sus mejillas. ──  Fuiste el juez y el verdugo de mi vida al igual que fuiste a víctima de mis actos. No solo tú Ron, Harry, Ginny. Todos ellos, por eso hable necesitaban saber la verdad. 

  ──  ¿A costa de tu vida? ──  El siseo soberbio la atravesó al igual que aquellas esferas glaciales se aferraron a su silueta maltratada. ── ¿Y tú madre ya no importaba?

  ──  Acaso crees que no se que la internaste en una casa de retiros. Ella me lo dijo en la última llamada. Velarías por ella mejor que yo, ya no existen deudas. Te encargaste ellas. Tú me dejaste aún lado porque así lo quisiste.

── Es egoísta de tu parte que pongas en tela de juicio mi amor por ti Hermione. ──  Trago en seco soltando el barandal de la cama para erguir su postura. ── Yo actué conforme a mi naturaleza, te hice daño tal y como lo hiciste tú. Aunque calibrando las acciones me falto mucho por cobrar pero simplemente no pude porque... ── La sonrisa lasciva que interrumpió sus propias palabras le dieron paso a su verdad. ── Porque aun te quiero.

Como si el tiempo se hubiera detenido delante de ellos pasaron cada uno de sus recuerdos. Cada caricia en medio de un aula escondidos, cada risa silencio. Aquellos guiños imperceptibles para los estudiantes. Su boda, la noche en que prometieron siempre pertenecerse sin palabras que salieran de sus bocas. 

La opresión en el pecho de la castaña la hizo sonreír con tristeza porque más que querer gritar de felicidad aquello la desgarro interiormente. Conocía muy bien al hombre frente a ella, estiro su mano pidiéndole con el acto la suya y así fue. Cuando sus pieles se tocaron cerro los ojos liberando el llanto que le producía aquel golpe.

  ── No sé que decirte ──  Confesó aferrandose con más fuerza a él. ──  No quiero que te vayas.

──   La vida en resumidas cuentas tiende a dar muchos giros. Cuando menos te lo esperas los planes cambian, las situaciones se transforman. Nos paso. Tú tomaste la opción de afrontarlo sola y desde ese instante me sacaste de tu vida. No puedo negar el que me quisieras o el que lo hagas aún. Pero aún me cuestiono el porque no hablaste conmigo desde un principio. ──  Le regala una sonrisa, esta vez es tan sincera que le duele al mismo. ──  He tomado la decisión desde el día de la fiesta Hermione, por tu bien y sobre todo por el mío. Porque te amo, pero jamás creo poder olvidar que otros hombre te tuvieron. 

El contacto de sus manos se rompió y Draco, se alejo lo suficiente ocultando sus manos en la gabardina. 

<< No puedo así. Aunque suene como un perfecto imbécil, no puedo con el pasado. Prefiero quedarme con los recuerdos de juventud. Con las cosas buenas que viví a tu lado. No te dejaré desprotegida voy a introducir la petición de divorció. Tratare de que salgas beneficiada.

  ── No quiero tu dinero.

── De igual forma lo tendrás. Voy ha ayudarte porque serás la ex esposa de un Malfoy...

La puerta de la habitación se abrió callando la replica de la castaña. El sanador carraspeo un poco para terminar de ingresar.

  ──  Buenas. Me alegro verla consiente señora Malfoy, como le dije señor Malfoy. Su esposa no tardaría en despertar, su estado era sumamente estable. Le traía dos noticias a usted señor Malfoy, pero en vista de los acontecimientos me parece muy idílico que su esposa se encuentre  despierte.

  ── ¿De qué se trata?

 ──  El agravante del  hechizo con el cual estamos lidiando no afecto el estado de su esposa. ── El mundo de Draco, se desmorono en su entorno.

  ── ¿Que quiere decir con eso?

──  Que a pesar de que debemos tratar con mayor cuidado los efectos de tal hechizo en su esposa no afecto el estado en que se encuentra. Enhorabuena señores Malfoy, serán padres. 

Al fin te encontré, GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora