Al fin te encontré, Granger

Capítulo 11

"Al fin te encontré, Granger"

S.M Guzmán

Flash Black

Exhaló tomando asiento a su lado su precencia en aquellos instantes no la calmaba empeoraba más aun sus ánimos, su voz profunda le atravesó los tímpanos con un murmullo lleno de disgusto.

-Se arrodillo en medio del comedor y te pidió matrimonio - Farfullo con la mandíbula apretada.- Por los comentarios tu respuesta fue afirmativa.

Sus miradas se conectan en unos escasos segundos ella baja la cara huyendo del imponente mercurio de su iris que se ha tornado más oscuro.

-No dije que sí, no yo al menos - Reconoció con la misma pena que él.- Ginny, soltó un grito con un si donde él se levanto y dio por contestada su pregunta. No me dio tiempo a reaccionar.

-No justifiques tu cobardía Granger, deshonras tu casa. Tuviste el tiempo suficiente para acabar con este conflicto te pedí que eligieras antes de que las cosas se enredaran - Sonríe sin ganas, una mueca carente de humor muestran sus labios. - Es más que obvio que ya elegiste.

Se puso en pie para retirase porque aunque no lo quisiera admitir aquella situación logro derrumbar ciertas barreras que se había impuesto, logro mostrarle que la quería más de lo que pudiera ella imaginar incluso él mismo.

La mano de ella atrapo la suya aferrándose con afán de su dorso, sus ojos nuevamente se conectaron mostrándose indefensos ante aquel sentimiento inefable que los estaba arropando, con aquel deseo critico que había consumido por completo la racionalidad y la cordura de ambos.

- ¿Se termino lo de nosotros? - La pregunta dudosa que escapo de sus cuerdas vocales la estaban torturando.

-Nunca hubo un nosotros en realidad Hermione.

La castaña cerró los ojos por el golpe brutal de aquellas palabras.

-Si lo hubo - Se aferro con vehemencia a su oración a ese palpitar desenfrenado de su corazón nada más al verlo.- Y lo sabes más que nadie, que lo hubo y lo hay - Se levanto tratando de darle convicción a sus palabras y aunque no pudiera encararlo por la diferencia de estatura aquel acto logro su cometido.

Con una furia medida y controlada por su propio cuerpo se abalanzo encima de ella logrando aprisionarla entre su cuerpo y la pared de piedra sus labios se tocaron con desesperación el contacto se rompió, los labios de Draco, se restregaron a lo largo de la curvatura del cuello de la chica. Aspirando su aroma guardándolo en lo más recóndito de su memoria.

Comprendiendo en gastos segundos que no podía simplemente dejarla ir, dejar que otro tuviera lo que solamente él había explorado, como si la solución fue darle vuelta a la situación las palabras escaparon de su boca.

-Cásate -Ella lo miro desorientada sin darle crédito a sus palabras.- Cásate conmigo - Completo dibujándole una sonrisa incrédula a la muchacha.

Fin del flash Black
...

Jane poso su vista en el magnate y nuevamente en su hija sin poder creer lo dicho por su hija observo las manos de ambos jóvenes, que para aquel instante Draco, había sacado las manos dejándolas fuera de los bolsillos su atención descanso en la sencilla sortija que adornaba el dedo anular del rubio. Una presión en el pecho le impidió hablar.

Aquella imagen, esa alcolla demostraba que no conocía a la muchacha que ella misma había traído al mundo. Que la muchacha sentada frente a ella no era la misma niña de cinco años que se sentaba en la mesa de la cocina a parlotear de los descubrimientos científicos del mundo y sus criterios en cuanto a la literatura.

Su pecho se contrajo de manera dolorosa, desgarradora cayo la imagen de niña intachable y luchadora que había dejado el mundo especial por el cual fue elegida para responsabilizarse por ella quien se había convertido en una inútil, que una enfermedad iba imposibilitando cada año las funciones de su cuerpo.

No pudo callar el sollozo de su boca, no pudo controlar las lágrimas que escaparon de sus ojos, no pudo simplemente evitar echarse a llorar como una niña pequeña por la decepción.

-Mamá.

La suplica en la voz rota de la castaña descolocaba a cualquiera. Quiso hablar decir algo, defenderse pero ver a su madre en estado catatónico la hizo sentir culpable de todos sus pasos, de todas sus malas decisiones.

Intento ponerse en pie pero sus piernas fallaron y la puerta del cuartucho se abrió dándole paso al moreno enfundado en un impecable traje color gris.

-Es hora de irnos - Aquella seriedad que destilaban sus palabras le hacían simplemente tenerle respecto al hombre color canela.

Jane se puso en pie por ayuda del mismo Draco, se aferro de la mano del que ahora sabia era su yerno sin motivo de ponerse de parte de ninguno de los dos jóvenes salió al pasillo conducida por el rubio.

Hermione, se afinco de la mesa buscando el apoyo que le faltaba en ese momento. La mano de Blaise, toco ligeramente su hombro derecho y ella sin poder contenerse por más tiempo se aferro del abogado abrazándose a él para desahogar aquel dolor abrasador.

Blaise, la incito a salir de la habitación cuando no la siento convulsionar más, cuando los sollozos cesaron, dudativa de sus propios pasos lo acompaño.

Una vez fuera de la estación pudo ver como el corrolla que la había traído se alejaba tuvo la certeza que el vehículo llevaba como pasajera a su madre Blaise, se alejo sin despedirse de nadie y ella quedo sola a unas cuantas zancadas de Draco.

Pudo correr lejos de él nuevamente pero ya no tenía las fuerzas necesarias para escapar, ya no había a donde huir se dejo llevar por sus pies hasta su lado y porque lo necesitaba, porque sabía el daño que había hecho tomo su mano con precesión y se aferro al pasado donde él demostró no tener miedo por amarla, donde fue ella la cobarde quien huyo. El corazón se le contrajo cuando el pulgar de él acaricio de forma circular su dorso justo como aquel día donde sus nombres se unieron en el mismo papel.

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Flash Black

Dio pasos torpes hasta que por fin llego al sitio donde esperaban por ella cuatro personas Blaise y Pansy, en cada extremo un hombre del cual no conocía su nombre simplemente a que se dedicaba y la cantidad desmenuzada que pago Draco, para que estuviera allí en forma casi secreta y Draco, con las facciones igual de serias que siempre pero con un brillo singular en sus ojos.

Llego tarde por la insistencia de la morena en que las novias siempre deben demorarse un tiempo prudente para causar ansiedad en los invitados. Ella estuvo a punto de reprocharle el hecho de que los únicos invitados eran ella y Blaise, y porque se necesitaba por lo menos un testigo de cada parte pero esta no la dejo pronunciar palabra alguna.

Sus manos se entrelazaron cuando estuvieron juntos y el hombre desconocido empezó a relatar un escapulario de leyes las cuales debían respetar una vez sus nombres se unieran en aquella acta legal.

No podía evitar la sonrisa tonta que adornaba sus labios, ver de reojo al hombre que acariciaba el dorso de su mano en círculos. Entonces comprendió de forma lógica que la felicidad era cosa de decisión, ella había decidió amar las imperfecciones que rodeaban a Draco, el físico que había hecho estragos en su vientre con solo verlo, sus manos cálidas que le cortaban la respiración en cada toque. Comprendió que aquello valía la pena.

Fin del flash Black
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