Al fin te encontré, Granger

Capítulo 38

"Al fin te encontré, Granger"
S.M Guzmán

── No lo soporto ── Se escuchó decir así misma por enecima vez luego de tres horas sentada en aquella sala de espera. ── Los médicos no salen ¡Nadie nos dice nada! ── Grito al punto de la histéria presa de la angustia.

Blaise alzó la vista hacia ella, no eran tres horas quiso decirle eran apenas hora y media, pero entendía que para ella el tiempo era una zozobra.

Busco su mano y al encontrarla la sostuvo tratando de calmarla.

Era demasiado para ellos mismos, un nudo en su garganta y en su estómago  la imposibilidad de echarse a llorar nuevamente, y la obligación por parecer el pilar de su esposa.

Draco no podía morir, no podía abandonarlos sería una falta muy grande a su lema de amistad.

¡Imbécil Blaise! ¿Cómo podía pensar en eso si quiera?

La precencia de un médico los hizo ponerse en pie. Iba a preguntar por el estado de su amigo cuando el hombre habló.

── Hicimos todo lo que estaba en nuestro alcance.  Es un cuadro bastante complejo casi... Imposible ── El médico lucía cansado. ── Voy a ser totalmente sincero con ustedes, es casi un milagro que el paciente siga con vida, que haya sobrevivido a tal caída pero el diagnóstico no es positivo.

── Sea preciso.

── El paciente presenta múltiples traumatismos, su columna vertebral está irreparablemente rota. Existe una contución severa que generó coágulos sanguíneos alrededor de su cerebro ── Hizo un pausa medida. ── La lista del daño en su cuerpo es extensa, no podemos explicarnos cómo es que aún sigue con vida.

── ¡Deben hacer algo! ¡¡Salvelo!! ¡¡Pagaremos lo necesario!! ── El griterío del abogado hizo retroceder al médico.

── ¡¡Blaise cálmate!! ── Pidió Pansy, abrazándolo por la cintura.

── No hay nada que nosotros podamos hacer por él. Lo único que les recomiendo es que le avisen a sus familiares, su estado es muy crítico. ── Sin nada más que decir el doctor se retiró del lugar.

Blaise se dejó caer de nuevo en aquella silla, sintió perder la capacidad auditiva a la vez que veía a su esposa acuclillarse frente a él.

── Debes decirle a Hermione ──  Logro articular sintiéndose como un cobarde ante la situación. Miro a Pansy tomar varias bocanadas de aire y decirle algo que no llego a escuchar. ── No puede verme así ── Se refería a su ropa bañada en sangre y ella lo entendió.

Se alejo de él cargando con su propio dolor sin creer por completo lo que le pasaba a su amigo.

El gran Draco Malfoy, el jóven magnate reducido a un diagnóstico médico.

Su mano quedo suspendida alrededor de la perilla de la habitación de la castaña, con la mano libre limpio sus lágrimas y fue capaz de entrar. Imagino encontrasela junto al bebé pero no fue así.

── Has tardado bastante ──  Le dijo Hermione, llamando su atención. La morena se acercó con vacilé observando el cambio en la muchacha.