Parte 38

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Capitulo 38


Nos encontrábamos afuera de la casa del pesquero detrás de unos autos, mientras esperábamos a que los policías se fueran. La lluvia ya había parado y el sol ya se había empezado a ocultar. Mi estomago rugía por comida.

-Tienes hambre?.- pregunto Cairo al ver que me tocaba el estomago.

-Un poco.- dije haciendo una mueca. La verdad era que me moría de hambre y en ese instante era capaz de comerme 3 Big Mac, y eso que no soy muy fan de las hamburguesas, pero el hambre que tenia era de otro nivel.

-Si quieres puedo ir a buscarte algo, cuando veníamos pasamos por una tienda.- dijo señalando en dirección a la misma. 

-No, puede ser peligroso, no sabes hablar francés y pueden llamar a la policía.- le decía preocupada.

-No te preocupes me las arreglaré como hicimos en la tienda de 1 euro.- decía mientras ponía su mano en mi hombro.

-Puedo aguantar, enserio.- le decía.

-Belgica no sabemos cuándo volveremos, vas a aguantar hasta ahí. Voy y vengo. No te preocupes.- dijo y se fue, sin siquiera dejarme decirle algo.

Ya era de noche y la policía no se iba, habían 2 patrulleros en la puerta de la casa, y entraban y salían policías de la misma. Habia comenzado a lloviznar de nuevo y esta gente seguía acá. 

-Te traje esto, sé que te gustaba cuando íbamos al instituto.

-No puedo creer que todavía te acuerdes.- le decía mientras sonreía.

-Bueno, siempre que te veía en el recreo estabas tomando esto.-Al ver mi cara de soperas aclaro.- No es que te buscara todos los recreos, no, para nada.

- No aclares que oscurece.- dije abriendo el jugo.-Toma.- le decía mientras le daba la botella para que el tomará primero.

-No, no, estoy bien.- decía para luego ponerse a vigilar a los policías.

Después que le di un buen sorbo al jugo le pase la botella para que el tomará. Sabía que se estaba muriendo de hambre tanto como yo, aunque no lo digiera, luego le di la mitad de mi sandwich.
Mientras tanto los policías no se iban y yo me estaba durmiendo. 

**

-Todavía no tienen noticias!, ya pasaron mas de 24hs que encontraron lo del barco hundido!.- gritaba la madre de Belgica.

-Señora puede calmarse.- le decía el policía.

-Querida siéntate.- le decía Carlos. 

-Solo quiero que todo esto termine, y la policía de esta ciudad parece ser de lo mas incompetente.- decía con los ojos llorosos, mirando con rabia al policía detrás del mostrador. 

-Pronto terminara todo esto, ya veras, saldrá todo bien.- le decía Carlos mientras la abrazaba.  

-Quiero regresar a casa con los chicos ya, no creo seguir aguantando mas.- decía limpiándose las lagrimas.

-Amor tranquila, eres fuerte.

-Señores Herrera.- decía el comisario entrando a la estación.- Paso algo?- dijo sacándose el sombrero. 

Ruleta RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora