Parte 41

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Capitulo 41


Luego de voltear y ver a Miguel por ultima vez subieron por el muelle.

Cuanto mas se aproximaban a la entrada del buque mas nerviosos se ponían, veían que los militares  hacían un saludo mientras que alguien anotaba algo en una lista. Era copiarles o estarían perdidos.

En el instante que les toco, Belgica contuvo la respiración sin darse cuenta y solo hizo lo que todos hacían.

-Ya puedes respirar.- le dijo Cairo una vez que se alejaron de la entrada, dejando a los marines atrás.

-Sentí que moriría.- dijo Belgica tomando una bocanada de aire.

-Tranquila.- le dijo apoyando su mano en el hombro, para luego salir en busca de algún lugar donde se pudieran esconder hasta llegar a puerto.

**

BELGICA

Después de haber abierto ochenta puertas, bajado y subido escaleras, encontramos una habitación que estaba vacía como quien dice, solo había un par de estanterías con cajas. Supongo que era alguna especie de almacenamiento con mucho polvo y telarañas.

El sol ya se había ocultado, solo la luz de la luna nos alumbraba. Había una luz contra la pared, pero con prenderla nos arriesgaríamos a que nos encontraran. Hacia frió a pesar de que nos encontráramos en el caribe por lo que el roció de la noche entraba por la ventanilla rota. 

Así que buscando encontramos una manta metida en una caja.


-Xq lloras?.- me preguntó de pronto Cairo. En qué momento había empezado a llorar, ni idea pero bueno.

-Es solo que todo lo que a pasado últimamente me a dejado mal.- le dije mientras me limpiaba las lágrimas y me acomodaba la manta.

-Es solo 1 dia mas. Volveremos a casa.- decía mientas apoyaba su mano en mi hombro para calmarme.

-El punto es que no sé si quiero volver a casa.- le dije sin más.

-De qué hablas?.-pregunto sorprendido.

-A pesar de que estos últimos días estuvimos escapando de la policía me sentí más libre que en mi propio país.- dije con tristeza.

-Lose y qué quieres?. Escapar de la realidad es algo que no se puede porque tarde o temprano te atrapa, y te lo digo por experiencia.
Deja de llorar .- decía mientras me miraba fijamente, para luego limpiar mis lagrimas.

-Es solo que todo esto me agobia Cairo, intentó ser fuerte pero no puedo, no puedo cuando el mundo que me rodea se desmorona y no tengo a donde ni a quien a aferrarme.- dije.

-Me tienes a mí.-decía mientras acariciaba mi mejilla con su pulgar.

-Realmente te tengo?.- fue lo que le dije antes de que sus cálidos labios se pusieran en contacto con los míos.

Hacía minutos atrás me estaba congelando, bueno ahora me estaba asando, no podría haber un punto intermedio.


-Espera, as escuchado eso.- le dije tratando de alejarme de el. 

-Cairo espera.- insistí corriendo le la cara. -Viene alguien!.- le dije poniendo los ojos como platos, mientras escuchaba unas voces que se acercaban.

Ruleta RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora