Wounded Sergeant III

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40.- Wounded Sergeant III



—Te ves esplendida. —Me dijo Peggy, esbozando una sonrisa en sus labios rojos.

Sonreí, ansiosa y a punto de colapsar.

—También tú. — Suspiré, dando un último vistazo a mi atuendo a través del espejo. Respiré hondo, tratando de mitigar los nervios y el malestar que conllevaba pensar que, cruzando la puerta del salón de baile, se encontraría Bucky esperando por mí.

—Tranquila, _________. —Rio la castaña, divertida. —Es sólo una cita.

—Con Bucky. —Repuse, totalmente nerviosa. —Tengo una cita con el sargento Barnes, Peggy. No sabes cuan acelerado está mi corazón ahora mismo. —Solté una risita nerviosa. El calor sofocante subía por mis mejillas, enrojeciendo aquellas áreas visibles a todo público.

Peggy volvió a reír; me ofreció su brazo e invitó a avanzar hasta el lugar en donde Steve y Bucky nos estarían esperando.

El momento en el que crucé la puerta, pude percatar que más de algún soldado volteó a vernos con cierta lujuria impresa en sus ojos. Aquello me incomodó, más a Peggy no. Ella, parecía no prestar atención a los miles de ojos puestos en nosotras. Caminaba con desplante y empoderada, embelesando a cualquiera que osara mirarnos. Yo por otro lado y, con bastante esfuerzo, luchaba por mantener mis piernas firmes y calmar el temblor en ellas.

Miré hacia el frente, por sobre el hombro de quienes se hallaban presente. Fue cuando sentí que mi cuerpo se desplomaría en el suelo al ver al sargento sentado frente a la barra, de espada hacia nosotras. A su lado yacía el símbolo del patriotismo; ambos reían junto a los demás soldados.

—Señores... —Murmuró uno de los soldados, logrando captar la atención de los demás. Voltearon sus cuerpos, encontrándose con nuestras anatomías.

El capitán Rogers fue el primero en levantarse de su puesto con bastante torpeza. Algo que hizo reír ligeramente a Peggy. Sus mejillas se tornaron rojas, y sus palabras al querer halagarla, sonaban bastante zonzas.

Bucky por otra parte, se levantó lento y seguro de sí mismo. Relamió sus labios mientras se acercaba a mí, creando un ligero remesón en todo mi cuerpo. Sonreí notoriamente cohibida. Éste tomó de mi rostro con sus manos y depositó un tierno y osado beso en la comisura de mis labios.

—T-te ves perfecta. —Musitó Bucky, haciendo destellar su mirada azul. Miró por sobre mi hombro y sonrió. —Veo muchos interesados, ¿tengo que preocuparme por ello?

Di un vistazo fugas a mi alrededor.

—Para nada. —Reí. —Es tu noche, Barnes.

—Nuestra. —Corrigió.

—Nuestra noche. —Bucky asintió cortamente. —Entonces, has de nuestra noche la mejor, Bucky.

—Muñeca, esta será la mejor noche que tendremos. —Afirmó. Me ofreció su mano una vez el tema musical cambió a uno totalmente lento y favorecedor para él. No lo dudé; recibí su invitación y caminé junto a él hasta la pista de baile. Sujetó mi cintura con delicadeza y me acercó a su cuerpo de igual forma. Intercambiamos miradas y nos reímos cuan adolescentes demostrábamos ser, pese a la edad que teníamos. Una muy alejada de la adolescencia.

Su rostro se situó a un costado del mío, juntando su mejilla contra la mía; mi oído quedó a merced de sus labios y susurros suaves.

—Supe que mañana tienen que volver a la guerra. —Dije, apenada. Bucky me aferró aún más a su cuerpo, y besó mi oreja y mejilla diversas veces antes de contestar. —Esto es una pesadilla...

—Estas preocupada...

—Lo estoy. —Afirmé. Escondí mi rostro en su cuello y aspiré su aroma. Quería mantener su esencia en mi memoria y guardarlo como algo sagrado. —No quiero que vayas, Bucky.

—Tengo que ir, hermosa. —Giró sobre sus talones en conjunto con mi anatomía. Nuestros rostros terminaron a centímetros. —Terminaré la guerra por ti, __________. —Sus labios rozaron contra los míos, dando génesis a la inefable y exquisita sensación de sentir sus labios una vez más. —Por ti y nuestro futuro.

—Por nuestro futuro. —Repetí al borde del llanto. —Te esperaré hasta el fin de los tiempos.

Me aferré a su cuerpo en un intento por no soltarlo nunca más. Dolía su pronta ida; dolía la espera y la incertidumbre por saber si llegaría con vida a mi lado. Quería creer que así lo haría, pero, ¿quién me podía afirmar aquello? Deseé haberlo conocido en otra circunstancia, donde nada fuese impedimento para poder amarnos, formar una relación, tener nuestra propia familia, hijos, nietros y bisnietos. Quería una vida normal, donde se pudiese vivir con tranquilidad, confiada en que, nada destruiría nuestro amor fortuito.

Pero la realidad estaba allí, entre nosotros, en una guerra que parecía no querer terminar.

Tomé su mano una vez la pieza musical terminó. Caminé con prisa entre las personas quienes, al vernos avanzar apresurados, se hacían a un lado. No di mayor explicación hacia dónde íbamos, pero, con mis pasos firmes y decididos, Bucky se podía hacer una idea.

El piso que pedimos con Peggy en cuanto llegamos a la ciudad estaba en completa oscuridad y a merced de nosotros. Tomé el rostro de Bucky y le besé fogosamente.

—H-hazme el amor, Buck. —Musité, cohibida ante las palabras dichas. Nunca había sido tan atrevida, siempre mantuve un perfil bajo. Sin embargo, esa noche necesitaba mucho más que sus besos en mis labios y mejilla. Lo necesitaba a él en su totalidad.

—¿E-estas s-segura? —Balbuceó.

—Segura. —Asentí sin dudarlo.

Abrí la puerta de la habitación y la cerré tras nosotros. Le miré atenta, con mis sentidos encendidos a más no poder. Bucky sonrió y se acercó a mí. Besó la punta de mi nariz para luego mirarme fijo a los ojos y asentir ligeramente.

Nunca en mi vida pude haber imaginado que un hombre pudiera hacerme suya con tanta dedicación y vehemencia como lo hizo Bucky. Disfruté cada caricia, cada susurro, cada gemido y suspiro dado con placer. Grabé su rostro en mi memoria, sus ojos azules y su tacto suaves. Todo, absolutamente todo lo grabé porque, sabía que su recuerdo era lo único que podía tener durante los días que estaría en el campo de batalla.

Sin embargo, pese a haber aceptado el hecho de que debía esperar su llegada y vivir con su recuerdo, nunca creí que aquella noche, sería la última que lo vería con vida. 




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La cita >:) Creí que era justo realizar la cita. 

But, igual quise hacer algo sad :( .

OS N°40 :O. ¡Gracias a quienes leen! <3 espero tener más imaginación y seguir con esto jeje. Después de todo, es la única instancia para disminuir el estrés (en mi caso) y escapar un rato de la realidad.

¡Las quiero! <3

James 'Bucky' Barnes  ||  One - ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora