47.- Dodging Bullets
—¿Estas bien? —Le pregunté a Bucky una vez le ayudé a levantarse tras ser derribado por el enemigo. El castaño asintió cortamente, sin dar decir nada. Un simple gesto y una ligera sonrisa que, a mi parecer fue fingida, fue lo que me dio a cambio.
Se alejó de mi lado lo más rápido posible, atacando a quienes osaban atacarlo a él o a cualquier miembro del equipo, dejándome completamente perpleja ante su tan extraña actitud.
Desde hace un tiempo, las relaciones con Bucky se había tornado un tanto extraña. Aunque, ciertamente, era él quien tenía una actitud distante conmigo. Algo que, no podía darle mayor explicación pues, nunca me manifestaba absolutamente nada al respecto. Creí que era simple cansancio al tener que salir casi todos los días a misiones encomendadas por Fury. Pero tal parecía que aquella distancia tenía un trasfondo.
Sin embargo, éste no era tan hostil con los demás miembros del equipo. Al menos no lo era con Wanda, ni con Romanoff o Tony. Y fue aquella observación la que me hizo pensar en que el problema era yo.
—¿Todo bien? —Me preguntó Wanda, tomando con su habilidad a dos agentes que corrían en dirección a Steve. El capitán asintió a lo lejos, agradeciéndole a la sokoviana.
—Todo bien. —Afirmé y esbocé una sonrisa, desapareciendo de su lado y cumpliendo mi labor como parte de los vengadores.
El regreso al complejo Avengers fue incomodo, al menos para mí. Observaba a todos reír y planear actividades para el fin de semana. Natasha y Wanda irían a la casa de Clint, Thor iría a Asgard a visitar a su gente y cerciorarse de que todo estuviese en orden. Tony visitaría a Pepper y Steve, por lo que logré escuchar, saldría a ver una obra de teatro no muy lejos de su hogar.
Lo que no esperé, fue escuchar a Bucky unírsele a Steve para ir con él a ver la obra. Algo que, me pareció extraño y que también me molestó. No dije nada. Preferí no hablar y formar una discusión con el ex soldado del invierno en frente de todos.
Al menos no hasta que llegamos al complejo.
Le seguí una vez aterrizamos. Le llamé variadas veces para que se detuviera, pero él, hacía caso omiso a mi voz.
—¡Bucky! —Volví a gritar, esta vez, comenzando a correr.
—¿Qué? —Bramó en cuanto sintió mi mano tomar su brazo y detener su caminar. Me miró molesto, algo que me dolió percibir. Solté su brazo y me alejé unos centímetros de él, considerando hablar con él en otro momento.
Y así lo hice. Le pedí disculpas y me alejé de su lado en dirección a mi habitación. Esa noche no dormí pensando en lo que podía estar mal entre nosotros. Especulé un sinfín de posibles situaciones que podrían dar fin a nuestra relación. Si, por que, por más que quisiera negar y decir que todo iba a salir bien, algo en mi interior, me inquietaba.
Durante la mañana siguiente me levanté y busqué a Bucky. Vi a Wanda y a Clint en el living, viendo las noticias y opinando sobre ellas.
—¿Han visto a Bucky? —Pregunté. Ambos negaron al mismo tiempo.
—Habrá salido. —Dijo Clint y se encogió de hombros. —¿Están bien? —Inquirió.
—Lo estamos. —Esbocé una sonrisa, desapareciendo rápidamente antes de ser interrogada por Clint.
Recorrí gran parte del complejo en busca de Barnes. Cada pieza, el patio, el sótano. Todo, absolutamente todo. Hasta que FRIDAY me notificó que Bucky recién había llegado al living.
Corrí hasta el lugar antes de que decidiera irse nuevamente. Cuando me vio, la sonrisa que llevaba en su rostro, se esfumó de inmediato. Endureció su semblante y, no fui la única que lo pudo percibir. Clint, Wanda y Steve se dieron cuenta.
—¡¿Qué mierda te sucede, Barnes?! —Chillé en cuanto quedamos solos. —Me has estado evitando todo este maldito tiempo. ¿Hice algo?
—Nada. —Negó rápidamente.
—No te creo. —Murmuré. —Estas extraño. Demasiado extraño, ¿te sucedió algo? —Interrogué. Él volvió a negar. —Amor, dime la verdad. Para eso estoy, para ayudarte.
Me acerqué a él y lo abracé, creyendo que así conseguiría la razón de su actitud arisca. Más, lo único que logré, fue su rechazo. Le miré atenta, y luché por no romper en llanto frente a él. Pese a lo dura que demostraba ser, no pude evitar sentir mi corazón apretujarse con fuerzas en mi interior.
Entonces, vi lo que no quería ver.
—Creo que este es tu momento para ser sincero conmigo, Bucky. —Musité apenas.
Bucky demoró en hablar; pero lo hizo, al fin y al cabo, logrando destruir todo el amor que en mi albergaba por él.
—_________, creo que debemos terminar. —Dijo.
—¿P-por qué? —Balbuceé.
—No preguntes más, ___________. —Bufó. —Terminemos y ya.
—¡Pero dime por qué! —Chillé. —¡No puedes terminar por que sí! ¡Dime! — Exigí.
—¡Porque ya no te quiero! —Bramó de vuelta, colérico. Respiró profunda y ruidosamente, como si tratara de calmar la ira que lo carcomía internamente. —Ya no te quiero, ___________. —Logró decir un poco más sosegado.
Dicho aquello, en mi anatomía todo comenzó a alterarse de una forma que no creí sentiría nunca. Mi corazón palpitaba con fuerzas, golpeteando mi pecho, dañándome. Pero no tanto como sus palabras; aquellas que resonaron en mi cabeza y golpeteaban mis paredes craneales con toda la fuerza que en ellas albergaba. Mis ojos, como acto obvio, ardieron y no dudaron en derramar lágrimas rápidas y amargas. Pude ver que Bucky igual comenzaba a llorar, pero éste, siendo más fuerte, logró reprimirlas.
—¿Amas a otra? —Pregunté.
—¿Es necesario amar a otra? —Respondió con una pregunta.
—No lo sé, dímelo tú. —Lloriqueé. —Tu estas rompiendo conmigo. Me da para pensar muchas cosas.
—No tengo a nadie, ___________. —Afirmó.
—Pero te amo. —Gimoteé. Rodeé su cuerpo con mis brazos, en un acto por no dejarle ir. A tientas busqué su boca y le besé. Un pequeño atisbo de esperanzas se alojó en mi interior, el cual logró calmarme, cuando sentí que él respondía el beso. Pero ello, no duró demasiado. Me alejó en cuanto tuvo oportunidad y gruñó molesto por mi osadía.
Más no dijo palabra alguna para recriminar mi acto impulsivo hasta pasado minutos después en completo e hiriente silencio; Un adiós salió de su boca en cuanto decidió dar por terminado toda una historia y vivencias compartidas. Habían sido cruel, pero ciertamente sinceras.
Fue allí, entre lágrimas y con el corazón totalmente roto, cuando me di cuenta que, pasé gran parte de mi vida esquivando balas enemigas, para luego, ser herida por una última palabra, un último beso y un último adiós.
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Tenía ganas de hacer algo sad >:)
