100 Razones para amarte (Dylmas)

Capítulo 8

No podía ver absolutamente nada, me rodeaba un cuarto lleno de obscuridad absoluta, no me podía mover y sentía como el frio se calaba por mis huesos, haciendo que mi cuerpo entero se estremeciera, estaba asustado y no podía ver nada.

Cuando de pronto alguien apareció frente a mí, quise pedirle que me ayudara pero las palabras no salían de mi boca, me había quedado sin voz.

- Lo siento Thomas te tengo que dejar – Reconocí esa voz de inmediato, era Dylan, ¿Que hacia el ahí? y porque no me ayudaba; intente hablar nuevamente mas no funcionaba, las palabras se negaban a salir –

- Adiós Tom – Dylan empezó a alejarse de mí, y yo intente seguirlo pero no podía moverme, intente gritar hasta que me dolió la garganta pero no podía emitir ningún sonido, seguía gritando pero no se escuchaba nada, sentí como las lágrimas recorrían mis mejillas, pero nadie me escuchaba me encontraba totalmente solo, y cada vez hacia más frio casi no podía sentir mis dedos, y empecé a sentir que me faltaba el aire, me estaba ahogando sin ninguna razón.

- Tom despierta, solo es una pesadilla – Escuche que alguien me llamaba pero no podía abrir los ojos – Tranquilo, todo está bien, Tommy despierta.

Abrí los ojos, y me encontré con unos ojos cafés muy preocupados, todo mi cuerpo estaba temblando y respiraba con dificultad, todavía podía sentir el frio en lo más hondo de mis huesos, me arroje a los brazos de Dylan sin pensarlo, y me aferre a él como si se me fuera la vida en ello, estaba aterrado, no tenía uno de esos sueños desde hace mucho tiempo.

- Ya Tommy. Solo fue un sueño – Dylan me sostenía entre sus brazos, mientras pasaba sus manos por mi espalda – Tranquilo Tommy yo estoy aquí, no pasa nada.

Logre calmarme después de 15 minutos, en los que Dylan me abrazaba con más fuerza cada vez que vez que me escuchaba sollozar. Mi cuerpo había dejado de temblar, y mi respiración había vuelto a la normalidad, pero todavía sentía esa extraña sensación de que estaba a punto de ahogarme.

- ¿Estas mejor? – Pregunto Dylan en un susurro, había dejado de mover sus manos y las coloco sobre mi espalda cerca de mi cuello –

- Si, solo fue una pesadilla.

- Me preocupe mucho Tommy, creí que estabas convulsionando o algo así, intente despertarte pero no respondías, parecía que te estabas ahogando, ¿Qué fue lo que paso?

- Estoy bien es solo que esto no me pasaba desde hace como 10 años. Así que me tomo por sorpresa.

- Entonces antes tenías este tipo de pesadillas, ¿Por qué nunca me dijiste nada sobre eso?

- Fue hace mucho tiempo y creí que ya nunca más las volvería a tener.

- Quiero que expliques todo acerca de esas pesadillas durante el desayuno, me asustaste mucho Tommy, ¿En serio estas bien?

- Si ya puedes soltarme Dyl, ya me siento mejor.

- ¿Estás seguro? – Susurro Dylan cerca de mi oído, a lo que yo respondí abrazándolo más fuerte y colocando mi barbilla sobre su hombro, no quería soltarlo aún, ya no me sentía mal, pero aun así su presencia me tranquilizaba, percibí el aroma de su perfume y me di cuenta de que su cabello estaba mojado; tal vez acababa de darse una ducha.

El solo me sostuvo con más fuerza, hasta que baje mis brazos y me limpie los pequeños rastros de lágrimas que quedaban sobre mis mejillas.

- Ya estoy mejor y lo siento si te asuste dudo que vuelva a pasar, pero Dylan ¿Qué hacías en mi habitación?

- Yo vine a preguntarte si querías ir a desayunar, pero no abrías la puerta entonces escuche que te quejabas. Así que entre y te encontré llorando, por eso intente despertarte, pero empezaste a decir mi nombre y no dejabas de temblar, seguía llamándote pero no despertabas, estuviste así por casi media hora.