Capítulo 36

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- ­Entonces Tyler y Kaya te ayudaron a preparar todo esto – Dylan estaba recostado a mi lado jugando con algunos mechones de mi cabello mientras yo descansaba mi cabeza sobre su pecho –

- Si, y fueron de gran ayuda, no solo ellos tu hermana también me ayudó mucho.

- ¿Ava?

- Si, ¿Cómo crees que logre meter todos esos globos y todos los paquetes en tu casa?

- Creí que había sido Kaya la que había hecho todo eso, pero me alegra que hayas sido tu quien lo hizo – Dylan me apretó más contra su cuerpo y beso mi frente –

- Obviamente tenía que ser yo quien lo hiciera, eso es lo que lo hace especial.

- ¿Cómo supiste que te perdonaría?

- No estaba seguro pero no quería rendirme, por eso vine a Londres en caso de que ninguna de las sorpresas funcionara.

- ¿Cuál hubiera sido la siguiente sorpresa?

- Eso lo veras en unos días amor – Hice un puchero porque no quería esperar para ver qué era lo que tenía planeado para mí –

- Pero si ya te perdone porque no puedo verlo antes.

- Porque quiero que sea absolutamente perfecto cuando lo veas y aun no está listo.

- Al menos puedo saber que es o si es una cosa u otra carta.

- No – Dylan beso mis labios en cuanto vio que hice una mueca – Es una sorpresa, el punto de una sorpresa es que tú no sepas nada acerca de ella.

- Esta bien.

***

- Tienes que tener la venda puesta hasta que te diga Thomas, no hagas trampa – Kaya me había puesto una venda en los ojos y después nos habíamos subido a un auto, no se a dónde diablos me estaba llevando la castaña pero el viaje había tardado más o menos 20 minutos –

- ¿Dónde estamos Kaya? – Mi mejor amiga guardo silencio y solo me guio para que siguiera caminando – Ahora te callas, Kaya estuviste hablando todo el camino en el auto y ahora que quiero hablar contigo te callas.

- Ahora tú eres el que está hablando demasiado – Kaya se detuvo y soltó mi mano –

- ¿Kaya?.. Kaya ahora es el momento en el que me dices que vas a asesinarme... ¿Kaya?

- Ya puedes quitarte la venda – Kaya grito desde lo lejos, me quite la venda y parpadee varias veces por la luz, pero cuando pude acostumbrarme a la luz me di cuenta de que estaba en Rye, y justo frente a mi había una pared con un letrero pegado en ella –

Sigue caminando mi vida —>.

Reconocería esa letra donde fuera, hice lo que el cartel me decía y seguí caminando y me encontré con otro letrero

Sabes que te amo así que se paciente y no te saltes ningún cartel, quiero que recuerdes todo lo que hemos pasado juntos antes de que veas tu siguiente sorpresa  – Dylan me conocía demasiado bien eso era exactamente lo que iba a hacer, seguí caminando y me topé con muchos más letreros.

La primera vez que nos vimos, tal vez no fue en la situación más romántica del mundo pero me alegro de haberte hablado ese día.

Eso era verdad no fue lo mas romántico del mundo y yo ni siquiera sabia que estaba conociendo al amor de mi vida en ese momento.

¿Recuerdas donde nos dimos nuestro primer beso? Pues yo sí, y confieso que no estaba tan ebrio como te hice creer así que lo recuerdo perfectamente.

Había un mapa de Corea del Sur con un corazón pegado justo sobre el hotel en el que nos hospedamos para ese viaje.

La primera vez que hicimos el amor.

La vez que me descubriste hablando con Tyler sobre lo que había pasado entre nosotros (Te juro que no le iba a contar todo)

Si claro y yo no le conté a Kaya nada acerca de lo que hicimos ese día.

La primera vez que te dije que te quería.

Jamas olvidaría ese día fue uno de los mejores días de mi vida.

El lugar de nuestra primera cita.

Nuestro primer beso bajo la lluvia.

Estaba tan abstraído en los carteles que no me di cuenta de que estaba a punto de llegar al lugar en el que nos dimos nuestro primer beso bajo la lluvia. Había un camino de pétalos de flores regado por el piso y en cuanto lo seguí pude ver a Dylan parado justo en el lugar donde nos refugiamos de la lluvia aquella vez.

- Hola Tommy.

- ¿Qué estas tramando ahora Dyl?

- Algo muy muy importante – Dylan se puso de rodillas frente a mí y yo abrí los ojos como platos, el castaño saco una pequeña caja de su bolsillo – Tommy no planeaba hacer esto tan rápido, pero estoy seguro de que eres el hombre de mi vida y que nunca voy a ser capaz de amar a alguien tanto como te amo a ti y lamento mucho no tener un gran discurso preparado pero ya te he dicho mil veces cuanto te amo y prometo seguirte amando por el resto de mi vida incluso si no aceptas casarte conmigo ahora mismo.

- Como si fuera a hacer eso – Dylan sonrió ante mi respuesta y se levantó ambos teníamos los ojos brillantes y creo que nunca me había sentido tan feliz en toda mi vida, pero eso es lo que hacía Dylan, el siempre conseguía hacerme sentir como el hombre más feliz en toda la Tierra-

- Todavía no te lo preguntaba pero eso es un sí.

- Claro que si – Dylan me abrazo y puso su cabeza sobre mi hombro para después besarme, y escuche aplausos a mi alrededor, nos separamos después de unos segundos y me di cuenta de que casi todas las personas que conocíamos estaban ahí, Kaya, Ki, Tyler, Will, Ava incluso Rosa estaba ahí aplaudiendo con una gran sonrisa sobre sus labios –

- Felicidades chicos – Kaya se nos acercó y nos abrazó con lágrimas en sus ojos –

- Me alegra que al fin admitieran que estaban enamorados.

- ¿Tu lo sabias?

- Claro que lo sabía, era algo obvio – Ki nos miró con una sonrisa satisfecha – Sabia que Dylmas era real.

- Obviamente – Tyler dijo sin ningún rastro de duda en su voz – Bien hecho hermano, fue algo muy conmovedor.

- Es verdad cuñado te luciste con todo esto – Ava fue la siguiente en felicitarnos y después vinieron todos los demás –

- ¿En qué piensas Tommy?

- En lo mucho que te amo futuro esposo – Dylan me dio un beso, todos habíamos ido a comer al restaurant de nuestra primera cita –

- Me gusta cómo suena eso de esposo.

- Pues acostúmbrate porque esto es para toda la vida.

Dylan volvió a besarme un poco más lentamente esta vez – Me encantaría pasar el resto de mi vida a tu lado Tommy.

100 Razones para amarte (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora