Capítulo 31

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Dylan

Kaya y yo volvimos a Los Ángeles mucho más calmados al ver que Thomas se encontraba bien, ambos estábamos cansados y aunque queríamos poner en práctica el plan lo antes posible decidimos que lo mejor sería esperar un poco y pensar bien que es lo que haríamos, cuando estaba a punto de irme a dormir mi teléfono sonó y aunque iba a deja que sonara el tono que sonaba me hizo reconsiderarlo.

- Hola hermano.

- Hola – La llamada sonaba un poco entrecortada y casi no podía escuchar la voz de Tyler a través del teléfono - ¿Qué pasa?

- Nada solo quería recordarte que mañana por la mañana voy a ir a tu casa – Se me había olvidado que mi mejor amigo vendría – Deduzco por tu silencio que lo olvidaste.

- Lo siento he estado un poco distraído... Thomas tuvo un accidente y no he podido pensar en nada más que en él.

- ¿Se encuentra bien?

- Si solo se golpeó un poco pero fui a Londres para comprobar que estuviera bien y ahora estoy rendido.

- Supongo que hablaron – Tyler parecía un poco emocionado, después de todo a él le caía muy bien Thomas desde la primera vez que lo vio – Pudiste arreglar las cosas con tu chico.

- No, él estaba dormido y ni siquiera sabe que estuve en Londres.

- Y que vas a hacer ahora.

- Mañana te lo cuento ahora estoy demasiado cansado como para hablar, aun tienes la llave de mi casa ¿Verdad?

- Si aún lo tengo.

- Entonces puedes llegar a la hora que quieras pero no vayas al cuarto de invitados Kaya se está quedando ahí.

- Esta bien nos vemos mañana.

Me tire sobre la cama pensando en Thomas desde hace un mes ese rubio con ojos color chocolate ocupaba todos mis pensamientos cada minuto del día lo utilizaba solo para pensar en él, pero no me molestaba, antes yo pensaba que pensar en alguien todo el día y poner su felicidad antes que la tuya era algo demasiado difícil y que te perdias a ti mismo al creer que solo la esa persona importa pero con Thomas todo era fácil no me molestaba pensar en el todo el santo día o sacrificarme por él, la gran pregunta era si el haría lo mismo por mi después de todo lo que le dije, me di cuenta de que aunque pensaba recuperar a Thomas no se me había ocurrido ningún plan para ganarme su corazón otra vez, el me advirtió que no era de los que perdonaban fácilmente y yo solo tenía una buena excusa y mis sentimientos hacia el, no es que no creyera que fuera suficiente con eso pero yo había herido al amor de mi vida y ahora quería compensarselo pero aun no sabía cómo, me puse a pensar en algún gesto que hiciera que Thomas volviera a enamorarse de mí, pensé en todas las películas románticas que había visto pero ese tipo de cosas no le gustaban al rubio, termine distrayéndome con su recuerdo en serio amaba a ese chico cada parte de él incluso las partes que el creía eran malas. Se me ocurrió una idea antes de quedarme dormido, ya lo hablaría con Kaya y Tyler mañana.

Desperté con alguien sentado sobre mí gritándome que ya era de día y tenía que abrir los ojos para armar un plan maestro.

- Bájate – Dije con la voz pastosa pero Tyler seguía sentado sobre mi espalda sin importarle mis quejas – Esta bien ya voy a despertar.

- Ese es mi chico - Tyler se quitó y me revolvió el pelo – Traje café y unos pastelillos para ti y tu amiga ve a ducharte, tenemos una zorra que destruir.

- Si, si como tú digas – Me levante y fui a darme una ducha para quitarme algo del sueño que traía encima, me sentía agotado pero mi mejor amigo tenía razón tenía una zorra que destruir y un rubio que reconquistar no había tiempo para estar agotado.

100 Razones para amarte (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora