¡No somos Nada! (5°SAI)

Capítulo 5.

Tres jodidas semanas pasaron desde ese día que juré matar todos mis sentimientos por Demian.

Pero se me esta haciendo demasiado difícil y odio no poder hacerlo.

Es una mierda el amor.

Debo darla la razón a Helena, ella hace muy bien en no enamorarse.

Puede estar loca pero es la más sensata del grupo con respecto al amor porque mirenos a mi o a Olivia somos un asco.

Justo nos enamoramos de dos completos idiotas.

Cada día que pasa me doy cuenta que soy una completa patética.

Tengo todo para ser feliz y me siento vacía.

¿Quien me entiende?

Ni yo misma lo hago.

Maldita seas Demian Salvatore.

Suspire frustrada volviendo a tratar de concentrarme en mis estudios pero mierda no podía así que cerré el jodido libro molesta.

- Princesa el libro no tiene la culpa - escucho la voz de mi papá.

- Necesito un abrazo papi - murmuro sobrepasada.

Él no tarda nada en llegar a donde estoy y estrecharme en sus fuertes brazos, ahí me sentía protegida.

Papá es el mejor de todos y lo amo demasiado, es de esas personas que saben cuando sucede algo pero no pregunta nada sólo se dedica a escuchar o como ahora abrazarme.

- ¿Ya estás mejor Jaz? - niego en su pecho sin intención de soltarlo. - Entonces es momento que me des su nombre, apellido y dirección porque iré yo mismo a romperle la cara al idiota ese que te tiene así y luego irán tus hermanos para romperle los huesos! - sentencia tenso.

Mi papá es el típico padre sobreprotector y cuando se junta con mis tíos eso se potencia.

La tía Fran nos había contado una vez que ellos en un ataque de hermanos celosos y protectores habían secuestrado al tío Jayden.

Para mi es un poco exagerado no los veo haciendo esas cosas, si por ahí al tío Giovanni que es el más loco de todos pero nos causa mucha gracia esa historia.

- Sólo quiero un abrazo tuyo papá - vuelvo a murmurar tratando de que se olvide del tema.

¿Qué pasaría si le digo que el que me tiene así es Demian?

¿Irán con mis hermanos a golpearlo?

Puede que sí.

Y la verdad me lo estoy replanteando porque no me alegraría más este día ver al idiota con ambos ojos morados.

- Creo que me estoy poniendo un poco celosa - escuché la voz de mi mamá.

- Ven acá cariño - la llama él y nos abraza a ambas. - Las amo mucho! - murmura dejando un beso en la mejilla de cada una.

- Yo también los amo! - declaro dejando que mis padres me abracen con mucho cariño.

Es sus brazos me siento protegida como si fuera una  niña pequeña la cual sufría porque uno de sus hermanos rompía su muñeca.

Pero ahora es todo diferente ya no soy esa niña y mis problemas de corazón duelen mucho más.

Lo vuelvo a repetir el amor es una mierda.

Papá se separa de nosotras diciendo que tiene que hablar con mis tíos.

- Alexander, Bautista ... código rojo! - grita mi padre en el medio del pasillo que comunica todas las habitaciones.