Capítulo 1

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-Es su cumpleaños, Ashley, ¿de verdad piensas no aparecerte otra vez?

-Es que... -bufé frustrada antes de poder decir algo más.

-A él ya ni le importa lo que hiciste, Ashley. Ni a mí.

-Lo sé, Kate, pero él estará ahí.

Siempre creí que el papel de nena caprichosa y complicada de la familia era exclusiva y únicamente mío, pero Kate parecía estar ganándoselo últimamente. Había estado insistiendo que vaya a el cumpleaños de Ashton por dos o tres semanas, antícipándose con astucia a mis múltiples respuestas negativas.

No sólo aún me costaba verlo a los ojos y no sentirme incómoda, o avergonzada, sino que el cumpleaños de Ashton significaba también una fiesta, y una fiesta involucraba a sus amigos, y dentro de su círculo de amigos, estaba él.

-Por favor, Ashley -insistió, arrastrando las palabras del otro lado de la línea.

-Kate...

-Anda, va a haber música, cerveza, chicos -dijo esto último queriendo insinuar que, como la mayoría de las veces, ya tenía un nuevo chico para presentarme.

Como si me importase.

-Ven a pasar un buen rato, por favor -concluyó.

-No te prometo nada -contesté finalmente de mala gana.

-¡Genial! Te espero el sábado a las 9pm -exclamó.

Colgué el teléfono sin siquiera decir adiós. No quería ir, y que me insistan siempre hacía las cosas muchísimo peor. Incluso más si Kate ya tenía a quién presentarme.

Era casi una rutina, como me veía sola, intentaba conseguir a alguien que llamase mi atención. Generalmente, ella quería una relación seria para mí. Yo, por otra parte, solía terminar la noche de una forma diferente, tal vez entre las sábanas de dicho chico para, a la mañana siguiente, volver a mi casa sin despedirme de él.

Sin mediar sentimientos. Nunca.

Esa era mi nueva regla, y, con el tiempo, aprendí a seguirla al pié de la letra.

Tuve que sacar mi teléfono de su bolsillo para notar que sólo faltaban dos días para el sábado, dado que la noción del tiempo murió cuando terminé, hacía exactamente dos semanas, la secundaria.

Se sentía increíble. No más miradas y sonrisas falsas, no más verle la cara a gente que no me importaba, no más susurros cuando caminaba por los pasillos. No más sentirme menos.

Lo único en mi mente en ese momento era el verano, y cómo haría para aprovechar esos tres meses previos al comienzo del resto de mi vida.

Trust || l.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora